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Ť La inhumación del director del Mariachi
2000 será a las 12, en el Panteón Español
Mariachis y anécdotas en el funeral de Cutberto
Pérez
ARTURO CRUZ BARCENAS
El director del Mariachi 2000, Cutberto Pérez Muñoz,
oriundo de Ojinaga, Chihuahua, falleció a las 22 horas del pasado
jueves a la edad de 55 años, víctima de complicaciones del
mal que lo aquejó largo tiempo: la diabetes. "Fue un paro cardiaco",
expresó su viuda, Aída Polanco. Reunidos en la funeraria
Gayosso de Félix Cuevas, familiares y amigos se reunieron ayer para
dar el último adiós a quien realizara uno de los mejores
arreglos de La Bikina.
Destacó en el mariachi Perla, en el que trabajó
como director musical al lado de Amalia Hernández y su Ballet Folclórico
a finales de los sesenta, y permaneció unas dos décadas.
Todos lo recuerdan por su carácter alegre, dicharachero, y por haber
acompañado a Lola Beltrán, Lucero, Aída Cuevas y Amalia
Hernández, entre otras cantantes. Estaba por iniciar una gira con
Luis Miguel, con quien colaboró en varias ocasiones.
Petronilo Godínez, violín primero del Mariachi
2000 desde hace más de siete años, recuerda a Pérez
como bromista y alegre. "Siempre fue así, y eso influyó en
el estilo de la música. Tenemos nuestro sello y no nos parecemos
al mariachi Vargas o al de América, pues no es copia de nadie."
Godínez rememoraba a su director y por momentos
no podía evitar reírse, pero hizo un esfuerzo y contestó
las preguntas lo mejor que pudo. "Acompañamos a Gloria Estefan,
por citar a uno de los artistas más importantes, y que exigen mucho.
Luis Miguel tiene oído musical y sabe cuando algo no está
al ciento por ciento. Cutberto decía, con algo de dignidad y hasta
de vanidad, 'por eso nos contrataste, porque somos los mejores', lo cual
decía en plan de broma."
Una sorpresa fúnebre
Cutberto
dejó a 13 mariachis con el reto de continuar la trayectoria. "Tenía
buen repertorio de albures. Viajamos mucho y su muerte fue una sorpresa.
Todavía el 31 de diciembre estaba bien y trabajamos; se veía
bien. Tenemos que platicar sobre qué va a pasar con el 2000", comentó.
La viuda de Pérez, Aída Polanco, señaló
que Cutberto tuvo complicaciones del hígado, del páncreas
y de su estómago. "No fue un descuido y ya no se pudo detener el
mal. Para él el mariachi era lo máximo; veía a los
muchachos como sus hijos. El conjunto seguirá; habrá que
buscar un trompetista que ayude para continuar la gira con Luis Miguel.
Quienquiera seguir, seguirá en el mariachi, que Cutberto formó
hace 19 años."
La señora Aída era bailarina del Ballet
Folclórico de Amalia Hernández, y en esa etapa conoció
a Cutberto Pérez. "Hacía la música del ballet."
El integrante "más nuevo del grupo", Benjamín
Rosas, violinista con tres años en el 2000, dijo de su director
que era una buena persona. "La meta era hacer una música diferente.
Tenía su estilo, propio, moderno y clásico. Nos llevábamos
a todo dar; no era como un jefe, sino como un hermano. Ya le habían
dicho que se cuidara, pero no hizo caso... nunca pensamos. Antes se había
repuesto rápido".
Mariachi amante del jazz
Javier Serrano, actual integrante del mariachi Los Amigos
de América, y quien trabajo con Cutberto, expuso que lo conoció
en 1964, en el DF. "Trabajamos en el mariachi Perla. Luego cada quien siguió
su camino, pero siempre nos tratamos bien. Era excelente músico
y ejecutante de su trompeta, con mucha expresión, muy arriba. Gustaba
del jazz y lucía solo.
"No es muy común que haya un buen músico
y director. Hay unos mariachis que no son ni músicos; se nombran
directores. Hay que recordar a don Cutberto como era: alegre, vacilador
y alburero", dijo.
Llegó el momento en el cual todos tragaron saliva,
cuando los integrantes del Mariachi 2000 tocaron algunas de las piezas
que más le gustaban a su maestro, entre ellas Son del cuatro,
de Vargas y Fuentes, y algunas piezas clásicas, entre ellas el vals
Carmen. Faltó el popurrí de Los Beatles, que tanto
agradaba a Cutberto.
"Ese estilo no se piensa; ya se trae, y Cutberto ya lo
traía. Tocaba agudo y con él se pierde a uno de los apoyos
fundamentales de la música del mariachi, género que no tiene
difusión. Hay una especie de discriminación. Prenda la televisión
y hay grupero, pero no mariachi. Lo de los nuevos, como Pepe Aguilar y
Alejandro Fernández, no son rancheros, sino baladistas modernos,
con acompañamiento, sí, de ranchero, con la vihuela y el
guitarrón, pero lo ranchero ranchero ya se está olvidando.
No hay promoción."
Siguió la música del mariachi, en medio
de recuerdos de un hombre alegre cuyo último adiós será
hoy, a las 12 horas, en el Panteón Español. Se espera que
se escuchen las notas de otras canciones que emocionaban a Cutberto Pérez,
como Más, Hello Dolly y Mi tierra, de Rubén
Fuentes.