Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 12 de enero de 2002
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Ť Washington continúa bombardeando el este afgano

Salen de Kabul 6 mil aliancistas para dar paso a la fuerza multinacional

AFP, DPA Y REUTERS

kabul, 11 de enero. Mientras la aviación estadunidense siguió causando pánico y seguía la huida de cientos de aldeanos al continuar este viernes por quinto día consecutivo los bombardeos sobre el este de Afganistán, unos 6 mil soldados de la Alianza del Norte abandonaron Kabul para dar paso a la fuerza multinacional de paz.

Al explicar estos bombardeos el portavoz de la llamada coalición occidental, Kenton Keith, afirmó en Islamabad que aún quedan focos residuales del derrocado régimen talibán y de Al Qaeda, que calificó de "bandas armadas" que siguen torpedeando la paz y la ayuda internacional, por lo que "queda un largo camino por recorrer".

Los intensos bombardeos estadunidenses se han concentrado a lo largo de esta semana en el poblado de Zhawar y sus alrededores, provincia de Khost.

Tras esta oleada de ataques no se ha podido constatar los daños ni el número de víctimas, en medio de las protestas del consejo tribal local, que no ha dejado de pedir el fin de los bombardeos.

Los informes señalan que habitantes de la población de Sedgai, cerca de Miran Sha, abandonaron sus residencias, cerca de la frontera con Pakistán, pues los bombazos estremecieron además las casas de los pueblos paquistaníes fronterizos.

Pero los aviones tenían la misión de bombardear una base de Salman Farsi, que ha-bría sido utilizada por el ex comandante talibán Maulvi Jalauddin Haqqani.

Otra de las incursiones incesantes entre el jueves y el viernes se produjo en la zona de Jehadwal, con "bombardeos pesados" so-bre lo que se supone era una importante base de Gulbuddin Hekmatyar, ex jefe mu-jaidín que luchó contra la invasión soviética en la década de los años 90.

Sin embargo, Estados Unidos dice creer que en el área había tres bases de Al Qaeda, la organización que fundó y dirige el saudita Osama Bin Laden.

Cazabombarderos sobrevolaron la región de Kandahar y el gobierno provincial confirmó que los estadunidenses participan con las tropas locales afganas en el desarme de milicianos, en cuya zona se encuentran la mayoría de los 370 prisioneros de guerra.

El Ministerio del Interior afgano informó que la salida de Kabul de unos 6 mil soldados de la Alianza del Norte se efectuó en orden y que regresaron a sus casas, pero que otro contingente similar de policías y soldados debidamente reconocidos permanece en la ciudad, pues son estas tropas las que recibirán a la fuerza multinacional.

El gobierno afgano firmó anoche con los británicos la integración de la fuerza multinacional que se denomina Fuerza Internacional de Asistencia de Seguridad para Af-ganistán (ISAF, por sus siglas en inglés), que dirigirán los británicos con el mayor número de tropas y que en total formarán unos 5 mil soldados de 17 países europeos, con un mandato que durará seis meses.

El ministro afgano de Justicia, Fazal Hadi Shinwari, afirmó que el sistema judicial postalibán del país seguirá rigiéndose por la ley islámica, de acuerdo con instrucciones del jefe del gobierno de transición, Hamid Karzai, para que "la imagen islámica de Afganistán se mantenga".

Así, los ulemas o eruditos religiosos que sirvieron al régimen talibán se beneficiaron con una amnistía.

Por su parte, el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, viajará a Afganistán la semana próxima, gira que además comprenderá India, Pakistán y Japón. El je-fe de la diplomacia de Estados Unidos dijo que le gustaría conocer a los nuevos líderes afganos y ayudar a reconstruir el país.

En tanto, este día llegaron aviones estadunidenses a la base de Guantánamo con los primeros 20 prisioneros talibanes y de Al Qaeda, quienes en medio de fuertes medidas de seguridad fueron bajados encapuchados, encadenados y sedados tras 27 horas de vuelo.

La guardia fronteriza cubana y un grupo de periodistas locales y extranjeros observó desde una colina la llegada.

El secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, afirmó que se trataba de "combatientes ilegales", y que por tanto carecían de los derechos de la Convención de Ginebra. No obstante, afirmó que se les trataría de manera razonable y acorde con dicho tratado humanitario.

Mientras tanto, en Ginebra un portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja afirmó que sus miembros podrán visitar a los prisioneros, porque Estados Unidos "se mostró abierto a estas visitas".

Amnistía Internacional exigió a Washington que garantice a los prisioneros un "trato humano", al expresar su inquietud por las condiciones en que se les trasladó bajo efectos de drogas, encapuchados y encadenados durante más de 20 horas de vuelo.

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