Abrieron bancos y casas de cambio y el dólar se disparó en Argentina

Ť Promete el gobierno del presidente Duhalde estudiar medidas para flexibilizar los corralitos

Ť Repudian a Menem porque con sus críticas no sólo divide a su partido, sino también al país

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 11 de enero. Ansiosos y desesperados los argentinos se lanzaron hoy a los bancos y casas de cambio sin entender demasiado lo que sucedía en el primer día real del fin de la convertibilidad, pero el dólar, que debutó en el mercado libre, tuvo una cotización final, en promedio, de 1.50 a la compra y de 1.60 a 1.70 a la venta.

Al levantarse el extenso feriado cambiario de tres semanas fueron inútiles los llamados de los bancos para que el público esperara hasta el lunes, y las largas colas bajo el calor asfixiante no hicieron sino tensar aún más la situación.

Ante el descontento que anoche se expresó en un cacerolazo masivo, especialmente contra los bancos y la Corte Suprema, además de otros incidentes violentos por las medidas últimas que encerraban aún más a depositantes y pequeños ahorristas, el gobierno decidió es-tudiar algunas medidas para flexibilizar los llamados corralitos.

Jorge Todesca, viceministro de Economía, anunció que el Ejecutivo estudia una flexibilización de las impopulares medidas que impiden la libre disponibilidad de unos 60 mil millones de dólares atrapados en los bancos.

El gobierno, entre tanto, recibió un espaldarazo de los países que integran el Mercado Común del Sur, que decidieron mantener la reunión de cancilleres aquí para analizar la situación y entregar al mandatario Eduardo Duhalde la presidencia pro témpore.

Esto se había postergado desde diciembre cuando el renunciante presidente Fernando de la Rúa no pudo asistir al encuentro en Montevideo y prácticamente caía arrastrado por la furia popular.

En una declaración conjunta los cancilleres de Brasil, Uruguay y Paraguay, así como sus asociados externos Bolivia y Chile, reiteraron su voluntad de acompañar los esfuerzos argentinos en pos de la superación de la crisis, y manifestaron su convicción de que las nuevas autoridades lograrán la recuperación del crecimiento económico y el desarrollo social.

Apertura con montos pequeños

Las transacciones de hoy fueron en montos pequeños, lo que mostró la crisis. Unos querían comprar dólares en pocas cantidades y otros cambiar montos muy bajos, en general inferiores a 300 dólares.

Todos estaban a la espera de có-mo pasaría el día D, que fue muy convulsionado por la indignación de los ahorristas porque los bancos no tenían dinero en sus cajeros y la gente no pudo retirar los montos establecidos en muchos de ellos.

De nada valieron los comunicados de la Asociación de Bancos, que no pudieron contra la necesidad y ansiedad de la gente, mientras los más buscaban saber si era verdad que hasta 2003, 2004 o 2005 no podrían ver esos ahorros.

Las colas detenían incluso el tránsito en algunos lugares y por momentos la rabia estallaba, mientras los empleados bancarios, im-posibilitados de absorber todos los cambios sucedidos en poco tiempo, no sabían cómo orientar a la desesperada clientela; lo mismo sucedió en todo el país.

El equipo económico parecía no entender que nadie pensaba retirar todos sus depósitos, sino establecer que las reglas del juego no los volvieran a atrapar como había su-cedido con las últimas medidas.

Los problemas se agudizaban con el paso de las horas cuando aquellos que ahorraban para pagar créditos hipotecarios se encontraban con la amarga verdad de que no contarían de manera inmediata con su dinero, y por lo tanto les ejecutarían sus hipotecas.

La realidad de nuevo puso coto a los fríos cálculos de los economistas de turno y el ambiente se tensó en extremo, mientras el ex presidente Carlos Menem se "empeña en enlodar más las aguas de la crisis, sin entender que él es el eje de las mayorías de las protestas", co-mo señaló un analista local.

Como si fuera ajeno a esta situación, Menem sostuvo en México que la devaluación es "una gravísima equivocación de quienes tomaron el poder", y habló de "fuertes consecuencias negativas sobre el presente y el futuro de Argentina".

Antes había considerado "inepto" a Duhalde y se preguntaba "có-mo es posible que en nombre del justicialismo se rebajen los salarios de los trabajadores", cuando él impulsó en los años 90 una reforma laboral que fue considerada como el golpe final contra los lo-gros de años en esa área y disparó el desempleo y el subempleo a ni-veles no imaginados aquí.

El ex presidente se ha convertido para muchos sectores del peronismo en un desestabilizador no del partido sino del país, como rezaba este viernes un comunicado de varias agrupaciones justicialistas.

También mencionan que Me-nem dijo que la depreciación de la moneda "beneficia, en cambio, a las eternas minorías privilegiadas, que tienen depositados sus ahorros en el exterior", su propio caso.

"En ningún momento el ex presidente hace la más mínima crítica a su gestión, que derivó en escandalosas privatizaciones sometidas a investigaciones judiciales hasta ahora", añadieron.

Pero mientras Estados Unidos se lava las manos como Pilatos y España encabeza el frente de presión, Duhalde necesita ya tomar medidas para sacar del cepo a miles de pequeños ahorristas, sin lo cual la recesión se disparará sin límite, por una parte, y por la otra sólo una fortaleza en el frente in-terno podría ser una valla contra las presiones del exterior.

Si las cosas quedan como están, más de 70 por ciento del dinero estará inmovilizado en los bancos por uno o dos años y sólo la leve y ambigua promesa de que se puedan emitir certificados para que los ahorristas puedan operar es lo que no ha hecho caer del todo las últimas esperanzas.

Pero todos saben que eso será fruto de otras especulaciones y los ahorros se verán devaluados.

En este clima varios bancos, co-mo Galicia o Scotiabank Quilmes, grupo financiero canadiense, ha-cen llamados para que se comprenda el momento crítico que se vive, y alertan sobre rumores que se tejen alrededor de algunas de estas entidades financieras, que consideran "especulativos con otras finalidades e intereses".

Acuerdo con las petroleras

En tanto, el gobierno y las empresas petroleras privatizadas llegaron a una acuerdo intermedio. En este caso el gobierno de Duhalde había dispuesto fijar un impuesto a las exportaciones de hidrocarburo que hubiera significado durante cinco años unos 3 mil 500 millones de dólares.

Ahora, después de presiones em-presariales y gubernamentales, co-mo las del presidente español, José María Aznar, las petroleras destinarían un préstamo de unos mil 500 millones de dólares para que el gobierno lo aplique a compensar la pérdida de los bancos por la pesificación de los créditos.

Para los técnicos del sector energético justicialista la solución les va a resultar un mal trago. La aspiración máxima era gravar tanto las exportaciones de crudo como las de gas y derivados petroquímicos. La mínima, fijarle una tasa permanente al crudo.

En cambio la cancelación del gravamen mediante un adelanto desvincula, en la práctica, el compromiso fiscal con los volúmenes que efectivamente se exporten", dijo el analista Raúl Dellatorre.

Las empresas que controlan el grueso de las exportaciones son Repsol-YPF, American Energy y Pérez Companc, entre las cuales, añade Dellatorre, se conformará el fondo dependiendo de la tasa que finalmente se fije para el impuesto. Argentina aparece como el espejo que se astilló delante de los ojos de toda la región.

Aunque acostumbrada la región a los golpes de crisis como las que sacudieron a México, Brasil y otros lugares, no todos los países latinoamericanos encontraron el mismo camino de salida, aunque las causas que las originaron pu-dieran ser casi similares.

En estas horas hay una cantidad de análisis que marcan los diferentes caminos elegidos para salir de las crisis, y entre ellos se señala que en Argentina los ruidos políticos de diversas índoles y las "manos negras" externas marcan fuertes diferencias.