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Ť Magno concierto el día 13, en la reinauguración
formal
El órgano monumental del Auditorio deja el silencio
Ť Participarán Víctor Urbán y la
Filarmónica de la Ciudad
ARTURO JIMENEZ
Luego de cortos y largos periodos de silencio por diversas
causas, desde su instalación en 1958, este domingo 13 será
reinaugurado de manera formal el órgano monumental del Auditorio
Nacional mediante un magno concierto en el que también participará
la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Con
Víctor Urbán como organista y Jorge Mester como director,
ambos titulares, las 15 mil 633 válvulas de ese órgano se
activarán a partir de las 12 horas para recrear música de
Bach, Bernal Jiménez, Chaikovski y Saint Sëns con un programa
representativo de la mejor composición organística mundial.
Desde finales del año pasado los distintos tipos
de público, fans de Alejandro Fernández o de Aleks
Syntek, por ejemplo, han presenciado un espectáculo inesperado antes
de los conciertos. Sin previo aviso, una embriagadora música venida
del Medievo comienza a invadir la sala.
Mientras una rampa hidráulica muestra lentamente
una consola de cinco teclados y a su ejecutante, las cortinas laterales
se descorren para dejar ver, a su vez, la fuente de esos sonidos: decenas
de pequeños y gigantescos tubos plateados iluminados por una luz
azul.
Durante esa sorpresa inicial, que se prolonga por dos
minutos y medio, el regocijo se traduce en aplausos ante la presencia imponente
del órgano, tan grande como un edificio de tres pisos con dos alas.
En realidad, con sus 50 toneladas es el instrumento musical más
grande de México y uno de los mayores en el mundo.
Según información difundida este miércoles
por representantes del Auditorio Nacional y del Instituto de Cultura de
la Ciudad de México, el órgano se controla desde una consola
a través de un sistema de 3 mil electroválvulas.
Recitales cada domingo
Esta última restauración y actualización
tecnológica del órgano monumental duró más
de un año. De hecho, ante las prisas inaugurativas de fin de sexenio,
comenzó a funcionar a finales de 2000, pero sin estar listo. Sólo
la afinación requiere de un par de personas y hasta dos meses de
trabajo.
Para tocarlo, sin embargo, se necesita una persona, una
técnica depurada y mucha sensibilidad, como lo mostró el
miércoles el maestro Urbán. Aparte de comentar sobre las
características del instrumento, el reconocido organista mexicano
explicó las dificultades para componer, interpretar y escuchar una
fuga.
Para ello tocó fragmentos de la que considera el
ejemplo ''perfecto": Toccata y fuga en re menor, de Bach. Urbán
también interpretó partes del Retablo medieval, de
Miguel Bernal Jiménez, concertino sobre el que presentará
un libro. Ambas piezas forman parte del programa del domingo.
Víctor Urbán, asistente de Jesús
Estrada durante los 21 años en que éste fue organista titular
del órgano monumental, informó que aparte de tocarse ese
instrumento antes de cada concierto, se procurará ofrecer recitales
cada domingo. Y además del magno concierto, mencionó actividades
de carácter nacional e internacional alrededor del órgano
monumental.
Comentó que pese a que en México no hay
órganos suficientes en buenas condiciones, existe un incipiente
resurgimiento en el gusto por ejecutar y escuchar ese instrumento. Los
únicos órganos que existen en salas de concierto son el del
Auditorio y el de la Silvestre Revueltas, dijo, y agregó que la
mayoría se encuentra en espacios religiosos.
Hay más de mil órganos en iglesias del país,
instalados en la Colonia. ''Son tesoros" en espera de ser restaurados.