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Ť Cada año fallecen por esta causa 160 mil mexicanos
Por enfermedades del corazón, 30% de muertes en el país: Ssa
Ť Hipertensión, diabetes y obesidad, las principales causas
Ť Factores de riesgo que podrían evitarse con información
ANGELES CRUZ
Cada año mueren medio millón de mexicanos, decesos de los cuales 30 por ciento -unos 160 mil- tienen su origen en enfermedades del corazón, las que a su vez podrían evitarse si se eliminaran los factores de riesgo como hipertensión, diabetes y obesidad. Sin embargo, de acuerdo con información estadística de la Secretaría de Salud (Ssa), la mitad de las personas mayores de 60 años son hipertensas, así como 30 por ciento de quienes tienen más de 20 años.
Por el lado de la diabetes, a pesar de que existen medicamentos y recomendaciones higiénicas que pueden reducir al mínimo sus complicaciones, es una de las principales razones de hospitalización y la tercera causa de muerte a nivel nacional.
En cuanto a la obesidad, la información oficial más reciente se refiere a las mujeres; 30.8 por ciento de quienes están en edad reproductiva presentan sobrepeso y 21.7 por ciento obesidad.
Entre los problemas emergentes de salud, los relacionados con enfermedades del corazón son la primera causa de mortalidad general en el país, al concentrar 30 por ciento del total, tasa que muestra un incremento de 32.2 por ciento. Mientras en 1980 era de 55 decesos por 100 mil habitantes, para 1999 se ubicó en 70.
Rafael Chávez Domínguez, coordinador de Epidemiología del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, comentó que estudios a nivel internacional demuestran que con la eliminación de los factores de riesgo, en cinco años se lograría disminuir la mortalidad.
Destacó que con una atención médica integral se puede prevenir la mayoría de los padecimientos cardiacos.
El galeno explicó que de los 166 mil decesos que ocurren al año por enfermedades cardiacas, 90 mil se relacionan con males del aparato circulatorio que dañan el corazón, 42 mil con padecimientos isquémicos, y de éstos, 34 mil ocurren por infartos al miocardio.
Sobre los riesgos que existen para la población mexicana de padecer estas enfermedades, la Ssa destaca que el rezago en salud tiene una importancia fundamental. La desnutrición, que afecta a 18 por ciento de los niños menores de cinco años, hace más propensos a los infantes a padecer males crónico-degenerativos como los señalados.
De hecho, la dependencia estima que los menores con deficiencias nutrimentales pierden entre 12 y 15 por ciento de su potencial intelectual, además de que tienen un riesgo de contraer enfermedades infecciosas ocho a 12 veces mayor que un niño sano.
Respecto a la hipertensión arterial, la Ssa señala que el desconocimiento del mal contribuye a agravar la situación, debido a que de cada 10 individuos que se saben enfermos, hay 13 que lo ignoran. El peso de enfermedad atribuible a la hipertensión asciende a 3.1 por ciento del total de años de vida saludables perdidos en el país, pero en las personas de la tercera edad esta cifra se eleva hasta 13 por ciento, apunta.
Según datos preliminares de la Encuesta Nacional de Salud 2000, alrededor de 11 por ciento de los mexicanos mayores de 20 años padece diabetes mellitus. La incidencia del mal creció más de 30 veces en la segunda mitad del siglo pasado. En 1955 se registraron mil 500 muertes por esta causa, mientras que en 2000 ocurrieron 47 mil 814.
En términos relativos, su contribución proporcional a la mortalidad pasó de 0.4 por ciento a más de 10 por ciento en el mismo periodo, para constituirse en la tercera causa de muerte. La Ssa destaca que la diabetes es el mejor ejemplo de enfermedad emergente directa: es la principal causa de demanda de atención médica en consulta externa y una de las mayores causas de hospitalización.
No obstante que podría ser un padecimiento controlado, con baja carga de enfermedad y complicaciones, la dependencia estima que en México, de cada 100 diabéticos 14 desarrollan nefropatías, 10 neuropatías, de siete a 10 pie diabético (30 por ciento de los cuales terminan en amputación) y de dos a cinco tienen problemas de ceguera.
A estas cifras debe agregarse, destaca la Ssa, el riesgo de cardiopatía isquémica o enfermedad cerebrovascular, que es 2.5 veces mayor en los diabéticos que en el resto de la población.
Para afrontar esta problemática, la dependencia que dirige Julio Frenk Mora puso en marcha el Programa de Acción para la Prevención y el Control de las Enfermedades Cardiovasculares y la Hipertensión Arterial. La prioridad de la estrategia se centra en medir los niveles de glucemia, la presión arterial, tener un diagnóstico oportuno de la enfermedad y la promoción de estilos de vida saludables.