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Ť "Queremos llegar a un acuerdo civilizado", dice
Los opositores a la terminal aérea son minoría, sostiene el director de ASA
Las personas de San Salvador Atenco que se oponen a la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco "son minoría", afirmó ayer Ernesto Velasco León, director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), al deslindarse de tener alguna responsabilidad en esa situación. "Yo no soy el secretario de Gobernación... Necesitaría tener una bola de cristal para decir lo que ahí va a suceder", sostuvo.
En su opinión, pese a la protesta permanente que sostienen habitantes y ejidatarios de Atenco, que podría poner en riesgo el proyecto aeroportuario, además de crear la posibilidad de un estallido social, no es probable que ocurra. "Creo que la mayoría de los afectados por el decreto de expropiación se está sentado en la mesa de negociaciones para llegar a un acuerdo."
Luego de precisar que él hablaba "desde el punto de vista técnico, no político", subrayó que "las negociaciones que se llevan a cabo no le corresponden a ASA", pero sabe que se está negociando, que se tiene el presupuesto para bienes no propios de la tierra, y negó que la oposición de la gente de Atenco pueda retrasar el proyecto. Anunció que el plan maestro de construcción del mismo "se dará a conocer a finales de este año, el cual tiene que salir antes de que se realice el estudio de impacto ambiental".
Al profundizar sobre la situación que priva en San Salvador Atenco, Velasco León aseguró que siguen las negociaciones "para resolver la problemática que presenta la tierra, y a principios de este año se concretarán acuerdos, poco a poco, convenciendo a los afectados". Dijo que se está platicando con gente de tres ejidos, que representan 4 mil 200 hectáreas.
Aseguró que el gobierno federal tiene la intención de convencer a la gente de que se pretende actuar en justicia, e informó que 171 familias serán reubicadas "en un lugar cercano a El Caracol, en el que se invertirán 15 millones de pesos, ya que se encuentran fuera de los límites poblacionales. Del resto de terrenos dijo que "no afectará ni al pueblo ni a panteones; queremos llegar a un acuerdo civilizado en el pago de sus tierras, pues el nuevo aeropuerto representará una infraestructura al estado de México, el cual tiene un retraso de 20 años".
También expresó que se está llevando a cabo una evaluación de los bienes no propios de la tierra, "pero existen dificultades para entrar a las localidades, por el conflicto existente", e insistió en que se está discutiendo ejido por ejido, caso por caso, para encontrar una solución civilizada en la que todos queden satisfechos.
Interrogado sobre si el plan maestro que va a presentarse a finales de año pudiera afectar la construcción del nuevo campo aéreo, el director de ASA respondió: "Esperamos que el plan se presente antes. Hay que hacerlo rápido". Aunque negó que las obras pudieran iniciarse al vapor, como lo hicieron los legisladores con la reforma y miscelánea fiscal.
"No, nosotros no haremos las cosas al vapor. México tiene buenos técnicos aeroportuarios. Ha formado gente durante 35 años y por lo menos ASA tiene técnicos de alto nivel y son los que sirven precisamente para este tipo de obras."
TRIUNFO ELIZALDE