ASTILLERO

Julio Hernández López

NADA DE FUNDACIONES ni disfraces: el Presidente decidió nombrar a su esposa como secretaria de Desarrollo Social. Según las palabras del recién nombrado vocero presidencial, la primera dama buscará una "reorganización integral" de todo lo relacionado con las tareas sociales (se pensó, incluso, en fusionar Salud a la citada Sedeso). La nueva funcionaria, como es sabido, tiene gran influencia en el entorno político de su marido, a quien ha apoyado plenamente a lo largo del trayecto que lo llevó de la política de provincia al máximo cargo nacional.

EN EFECTO, HILDA González (conocida como Chiche, que por aquellas tierras quiere decir "joyita") fue designada por su esposo, Eduardo Duhalde, presidente de Argentina, como titular interina (por 60 días) de la mencionada área de desarrollo social, según informó en rueda de prensa el vocero Eduardo Amadeo. La señora de Duhalde ha estado activamente al lado de su marido desde 30 años atrás, cuando éste comenzó su carrera política como concejal de Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires, misma que llegó a gobernar de 1991 a 1999. Con 56 años de edad y cinco hijos, doña Hilda desarrolló en esos años de gobierno el programa de las "manzaneras", mediante el cual unas 50 mil mujeres repartían ayuda y organizaban trabajos sociales en los barrios pobres de Buenos Aires.

EN MEXICO, MIENTRAS tanto, otros disfraces están tardando en caer. El presidente Fox está asumiendo una conducta ambivalente respecto al reformín fiscal que el Congreso aprobó el Año Nuevo. En lo general ha asumido que "así es la democracia" y que trabajará con lo que el Poder Legislativo le ha entregado. Pero, por otro lado, va abriendo el camino para sumarse a la descalificación generalizada contra diputados y senadores (especialmente inducida desde los segmentos directivos empresariales y en algunos medios que les son afines). Ayer, en Mexicali, escuchó opiniones de hombres de negocios que derrocharon críticas contra los tales (por cuales) legisladores. De hecho el sector empresarial le pidió oficialmente que analice la posibilidad de ejercer la facultad que le confiere el artículo 39 del Código Fiscal de la Federación para que exima del pago de los impuestos especiales sobre producción y servicios al estado de Baja California y a la zona fronteriza norteña en general.

NO FUE, SIN embargo, solidaria con diputados y senadores la respuesta del Presidente. Dijo que la propuesta que él había hecho era "moderna, técnicamente sustentada, profesionalmente elaborada", y "el resultado, ustedes lo conocen". Ciertamente, añadió, "no avalamos una buena cantidad de las decisiones que ahí se tomaron. Sin embargo, así es la democracia. Así es por lo que hemos luchado, que el Ejecutivo federal propone y el Congreso de la Unión dispone". En seguida soltó un párrafo digno de escucharse con fondo de música de violines: "A veces nos sentimos un poco solos, impulsando nuestras propuestas de cambio y transformación del país, pero no vamos a bajar la aspiración, no vamos a bajar la guardia".

NO DEBE PERDERSE de vista ese posicionamiento: el Presidente a veces se siente solo, incomprendido. El propone cosas buenas, pero el Congreso aprueba cosas malas. El quiere lo mejor para la patria, pero hay quienes lo bloquean, lo aíslan. Inserto en el contexto de un enojo contra los legisladores (en parte legítimo y en parte inducido), ese virus de la individualidad incomprendida podría evolucionar hacia la búsqueda de fórmulas autoritarias que le den al buen hombre la posibilidad de hacer las cosas buenas que desea. Es decir, el Congreso se va convirtiendo en un estorbo, y los diputados, los senadores y los partidos no dejan de ser entes malignos obsesionados con satisfacer egoístamente sus intereses particulares (šsopas, este columnista parece escribir para el Ocho Columnas, el diario de los Tecos!).

YA VIENE EN camino, por fortuna, una gran oportunidad para que el estigma del pecado legislativo sea lavado: la reforma energética (qué reforma: reformón). Con una anticipación operativa y un entusiasmo estratégico que no se le conoció en el terreno fiscal, el Presidente ha comenzado la promoción de su idea de abrir los terrenos eléctricos y petroleros a la inversión privada, nacional y extranjera, šeso sí, sin perder un ápice de soberanía, pues nada se perderá, sino, más bien, se venderá! En Sonora y Baja Californa, Fox ha insistido en los riesgos que correrá la patria si los legisladores no aprueban una reforma que permita a los particulares entrarle con dinero a los asuntos relacionados con Pemex y CFE. Según dijo el ex gobernador guanajuatense, se necesitan 5 mil millones de dólares anuales de inversión para mantener actualizada la planta energética nacional. "Si no somos capaces de llegar a un acuerdo con el Congreso, y sacar adelante esta reforma, la amenaza para nuestro país es no contar con la generación de energía eléctrica suficiente para mover a nuestro país al crecimiento, y la amenaza es que nos volvamos más y más dependientes de importaciones de productos derivados del petróleo", advirtió la grave voz presidencial.

EL PRESIDENTE VICENTE Fox no hizo trabajo político inteligente ni suficiente para que saliera adelante su tal reforma fiscal, e incluso dejó su propuesta abandonada, sujeta a los vaivenes y descontroles que tuvieron su expresión más cruda en los desatinos y aberraciones cometidas en varios puntos por los legisladores. En cambio, ahora, a tiempo y con enjundia, está empujando la reforma energética, para que San Lázaro y Xicoténcatl demuestren su patriotismo aprobándola.

ASTILLAS: AQUEL SONRIENTE marino llamado Wilfrido Robledo, que entre otras cosas encabezó el operativo contra los huelguistas de la UNAM cuando era jefe de la Policía Federal Preventiva, ahora anda con un amparo bajo el brazo -al igual que otros de sus compañeros de andanzas policiacas- porque la PGR lo reclama para saber si se echó unos milloncillos de pesos a la bolsa en la compra irregular de aviones y helicópteros.

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