Ť La falta de competencia en ese ámbito, causa de su despedida

Después de 40 años de "lucha por la elegancia", Yves Saint Laurent se retira de la alta costura

DPA

París, 7 de enero. Cuando comenzó a decir las palabras que el mundo de la moda esperaba desde hace días, casi se quedó sin voz. "Elegí este día para despedirme de esta profesión que tanto amo", dijo el zar de la moda Yves Saint Laurent en la conferencia de prensa celebrada hoy en la sede de su imperio YSL.

Con esta despedida, que emitió visiblemente conmovido, el diseñador francés confirmó los rumores que desde hace días circulaban en la prensa respecto de que se alejaría del mundo de la alta costura.

Saint Laurent, de 65 años, diseñó más de cuatro mil modelos. Su casa celebrará el 22 de enero su 40 aniversario con un espectacular desfile de la colección primavera verano en el Centre Pompidou.

En el salón de cristal de YSL, en el número cinco de la Avenue Marceau, cerca de la Torre Eiffel, se reunieron cientos de periodistas para ver al maestro, vestido completamente de negro, despedirse oficialmente tras 40 años de lo que llamó "maravillosa aventura" y "lucha por la elegancia.

"En todos estos años me entregué completamente a mi trabajo. El respeto a esta profesión, que no es un arte, pero necesita de artistas para existir, fue mi principio básico", aseguró.

Acompañante de un arte de vivir

La decisión de retirarse no se debió a las tensiones con el gran accionista Francois Pinault, como afirmaron los medios franceses, sino "porque la moda para la que él trabajaba, en realidad ya no existe", opinó su fiel compañero, amigo y socio Pierre Bergé. "La alta costura no es un arte. Acompaña un arte de vivir que ya no existe", explicó Bergé, de 71 años.

Mientras Yves Saint Laurent leía su carta de despedida, en la que agradeció a sus amigos, colegas y 150 empleados, así como a las mujeres que en todo el mundo llevan sus creaciones, Bergé respondió a preguntas de la prensa. Saint Laurent, en cambio, se retiró de inmediato.

"No voy a negar los conflictos entre Pinault e Yves Saint Laurent, pero no son el motivo de su decisión", subrayó Bergé en la conferencia de prensa de apenas 30 minutos de duración.

En 1999, las secciones de prët-á-porter y perfumes fueron a parar a manos de la casa italiana Gucci, que pertenece al imperio del empresario y multimillonario francés Francois Pinault.

El imperio YSL se dividió en dos. Desde entonces, la estrella de Gucci, Tim Ford, es responsable de las colecciones prët-á-porter, mientras Saint Laurent y Bergé lo eran hasta hoy para la alta costura; controlada por Artémis, un holding de Pinault.

Mientras el estadunidense Ford califica a Yves Saint Laurent de "maestro", brilla por su ausencia en sus desfiles de moda. Cuando una periodista le preguntó a Bergé cómo era la relación entre Yves Saint Laurent y Tom Ford, éste dijo: "Dado que Yves Saint Laurent casi no lee revistas de moda, no conoce la moda de Ford".

Con el fin de la casa YSL se despide otro grande de la alta costura. Actualmente existen en París sólo 11 casas que se dedican a este producto de lujo.

"Antes en el ámbito de la alta costura había competencia, pero ahora ya casi no la hay. Jugar solo no tiene gracia. Por eso se va Yves Saint Laurent", explicó Bergé.

El mundo de la moda en París recibió la noticia con gran emoción. "ƑQué será ahora de la alta costura?", se preguntaba preocupada la prensa francesa, y una cliente estadunidense que desde hace años es fiel a YSL opinó: "šAhora deberé andar desnuda!".