Ť La operación de los books o libros foráneos, ejemplo de la ambigüedad jurídica

Por la obsolescencia de la ley han proliferado juegos ilegales; es urgente actualizarla: SG

Ť "Esa práctica cimbra y corrompe las estructuras policiacas": Dirección de Sorteos

Ť El tema se discute de manera incipiente en comisiones de la Cámara de Diputados

ALONSO URRUTIA

La obsolescencia del marco jurídico que regula los juegos y sorteos en México ha favorecido la proliferación del juego ilegal en muchas ciudades. La ambigüedad de una legislación que data de 1947, creada para "otra realidad económica y social", dificulta a la Secretaría de Gobernación (SG) la aplicación estricta de la ley y el cierre de establecimientos que, amparados en resquicios legales, eluden su clausura.

Para la SG son necesarias las reformas o la elaboración de una nueva Ley Federal de Juegos y Sorteos "que defina claramente si se va a permitir o no el juego en el país, qué tipo de juego se va a legalizar, para que entonces se aplique la ley estrictamente", sostiene el director de Gobierno de la dependencia, Humberto Aguilar Coronado.

Ejemplo claro de la ambigüedad jurídica y herencia del pasado régimen, son los más de 84 books o libros foráneos que operan en la frontera entre la legalidad y la ilegalidad. Amparados en permisos otorgados por un cuarto de siglo, dichos establecimientos, controlados por 14 empresas, son muestra de la complejidad que afrontan las autoridades para regular su operación bajo el régimen legal vigente.

Sin embargo, cualquier debate sobre la Ley Federal de Juegos y Sorteos ha conducido en México a la discusión sobre lo que se ha considerado un tabú: la instalación de casinos.

Actualmente se discute de manera incipiente en comisiones de la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Juegos y Sorteos, con la finalidad de dotar al país de un marco jurídico acorde con la realidad actual.

-ƑPara la autoridad es conveniente la instalación de casinos?

-No es una decisión del Ejecutivo. Si se tienen que incorporar o no, que se plasme en la ley, pero eso sí, debe ser clara la legislación, debe tenerse certeza (sobre) si el juego se va a permitir en el país y cuáles son las condiciones para permitirlo. Lo único que pedimos es claridad para poder aplicar la ley.

La Ley Federal de Juegos y Sorteos y el Reglamento de Juegos para el Distrito y Territorios Federales, promulgados por el presidente Miguel Alemán, parten del supuesto de que "es deber del Ejecutivo federal procurar, encauzar las actividades de los particulares hacia fines de producción útil y, en consecuencia, prohibir los juegos de azar, limitar y reglamentar aquellos cuyos resultados no dependan exclusivamente del azar, sino de la destreza y preparación deportiva, estableciendo con precisión cuáles son los que por su naturaleza y fines deben permitirse, y prohibir todos los que sean nocivos para la sociedad".

Sin embargo, los denominados libros foráneos operan con permisos otorgados por la autoridad federal en años recientes. El diagnóstico de la Dirección de Juegos y Sorteos de la SG sobre ellos -que incluyen calientes, bingo, etcétera- es que lo hacen al amparo de permisos que les fueron otorgados por autoridades anteriores para un término de 25 años a partir de su expedición, y son 14 empresas las que regentean este tipo de juegos.

"Son permisos que hemos estado revisando uno por uno para ver si cumplen con la normatividad", señala el funcionario.

Aguilar sostiene que la nueva administración ha clausurado hasta ahora 12 establecimientos que operaban ilegalmente, pues aun cuando contaban con autorización como libros foráneos -donde se cruzan apuestas para carreras de caballos y galgos, basquetbol, beisbol y diversas competencias que se realizan en el extranjero, pero que son transmitidas por televisión en esos establecimientos-, se encontraron irregularidades legales, ya que en ellos funcionaban bingos y máquinas de azar prohibidas en el país.

El director de Gobierno de la SG señala que muchos de los libros foráneos han diversificado su actuación y van más allá de lo permitido, por lo cual procede su clausura. Sin embargo, recientemente uno de los establecimientos clausurados, donde se detectó la presencia de máquinas de azar, fue reabierto en virtud de un amparo otorgado con base en la ambigüedad de la ley.

Esta situación la atribuye Aguilar "al vacío jurídico que hay. Sin duda en el pasado hubo el concurso de autoridades, pero hoy estamos empeñados en que la ley marque claramente cuál es el camino que tenemos que seguir. Para ello es urgente cambiar la ley, que el legislador determine, por mencionar algo, cuál es la diferencia entre una máquina de destreza y una de azar."

Algo común en barrios residenciales

Sin embargo, para Aguilar lo más grave es la existencia del juego ilegal, aquél que opera clandestinamente en casas de barrios residenciales o de clase media. "Obviamente, estamos clausurando este tipo de establecimientos y hemos puesto a disposición de la autoridad judicial a quienes los operan."

De acuerdo con el diagnóstico de la Dirección de Juegos y Sorteos, "el juego ilegal en el país cimbra y corrompe las estructuras policiacas" de las ciudades donde opera.

"Estos establecimientos son los denominados brincos, y se llaman así precisamente porque cuando la autoridad llega a clausurarlos, ya brincaron a otro lado. Operan como casinos, pues cuentan con juegos de apuesta, loterías, cartas, pero lo hacen en casas particulares."

-ƑCuál es la magnitud de este juego clandestino?

-Es grande. Creo que en todas las ciudades importantes de la República existen estos establecimientos.

Su clausura requiere de la operación conjunta de la SG, que detecta su funcionamiento, pero es la Procuraduría General de la República la responsable de dar seguimiento a la comisión de delitos.

En pos de la transparencia

Otro de los ámbitos que ha requerido reformas en la parte administrativa es la regulación de los sorteos. Con frecuencia, los permisos eran otorgados sin verificar el cumplimiento de las condiciones mínimas de garantías ni se exigía el depósito de la fianza correspondiente al responsable de la realización de los sorteos.

La irregularidades, dice Aguilar, se han tenido que corregir paulatinamente para lograr una mayor transparencia en la realización de los sorteos.

"Hace sólo unos días pusimos a disposición del Ministerio Público a un miembro de la Dirección por falsificar documentos, pues se otorgaban los permisos sin que se ingresara a la Tesorería el pago de los ingresos y productos", informó.

Cuando comenzó esta administración, la Dirección de Juegos y Sorteos detectó que había tortuguismo entre su personal, lo cual provocaba reacciones negativas con los permisionarios y motivaba la práctica de dádivas forzadas para agilizar los trámites.

Por otro lado, había poca claridad con respecto a los bienes no reclamados por los ganadores, mismos que por disposición legal deben entregarse a la SG.

"Se repartían de forma discrecional en algunos casos entre los funcionarios, pero ahora se ha creado un Comité de Destino Final de Bienes no Reclamados", que canaliza dichos bienes a instituciones de beneficencia, indicó el director de gobierno de la Secretaría de Gobernación.