023n1mun
Ť El primer ministro británico y senadores de EU visitaron una base cerca de Kabul
El compromiso con Afganistán es a largo plazo, asegura Blair al nuevo gobierno de transición
Ť Intenso bombardeo contra un presunto campamento de la red Al Qaeda, en Paktia
AFP Y DPA
Base Aerea de Bagram, Afganistan, 7 de enero. El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, así como una delegación de senadores de Estados Unidos llegaron este lunes por separado a la ex base aérea soviética de Bagram, ubicada 50 kilómetros al norte de Kabul, para reunirse con el jefe del gobierno afgano de transición, Hamid Karzai.
Por su lado, tropas estadunidenses lanzaron una operación contra un presunto campo de la red Al Qaeda en Zhawar, provincia de Paktia, con el apoyo de intensos bombardeos aéreos. El Pentágono indicó que las tropas terrestres registraron hoy esa base. Victoria Clarke, vocera del Pentágono, precisó que la aviación estadunidense bombardeó de nuevo la base el domingo por la noche tras haber hecho lo mismo jueves y viernes. También explicó que el domingo se lanzaron cuatro oleadas de bombardeos en las regiones de Zhawar y Joste.
En cambio, el Pentágono ya no está seguro de que el mullah Omar, jefe supremo de los talibanes, haya estado en la región de Helmand, sur de Afganistán, donde lo buscaban afganos y estadunidenses.
"Ignoramos si el mullah Omar estuvo o no ahí", admitió este lunes a la prensa el contralmirante John Sutfflebeem, vocero del Departamento de Defensa, quien subrayó que el Pentágono renunciará en adelante a especular sobre el paradero de sus dos buscados enemigos, Osama Bin Laden y Omar.
Por otro lado, entre los nueve miembros de la comitiva de senadores estadunidenses, que efectuó una gira por Asia central, se encuentran John McCain, ex rival republicano del presidente George W. Bush, y Joseph Lieberman, ex vicepresidente demócrata para las elecciones presidenciales, según informaron fuentes militares.
Se trata de la primera visita a Afganistán de parlamentarios estadunidenses desde el 7 de octubre, fecha del inicio de la ofensiva militar internacional contra el régimen talibán y la organización Al Qaeda de Osama Bin Laden.
El primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, acompañado de su esposa Cherie, también llegó este lunes a la base de Bagram, procedente de Pakistán, y realizó una visita relámpago. Con su llegada, Blair se convirtió en el primer jefe de gobierno occidental que viaja oficialmente a Afganistán desde 1979.
A su arribo, Blair afirmó que esta visita simboliza la voluntad de la comunidad internacional de no abandonar este país a su suerte una vez terminada la guerra.
"Quería venir a Afganistán no sólo para agradecer a nuestras fuerzas armadas el gran trabajo que han realizado, sino también para mostrar al gobierno de transición de este país que nuestro compromiso con Afganistán es a largo plazo".
El líder británico también afirmó que la campaña contra el terrorismo internacional fue un "éxito inmenso", aun cuando no haya permitido el arresto de Bin Laden y del mullah Omar.
Asimismo, rindió un homenaje a las fuerzas británicas presentes en Afganistán y a los otros contingentes que deberán componer la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en suelo afgano. Más tarde el primer ministro británico se reunió con el presidente interino de Afganistán, Hamid Karzai.
En tanto, un británico que dijo haber ayudado a más de 200 combatientes voluntarios talibanes en Gran Bretaña, declaró este lunes en Pakistán que muchos regresarían a lanzar ataques contra líderes militares y políticos en el país.
Hassan Butt, de 22 años, quien abandonó sus estudios universitarios en Inglaterra, dijo que muchos combatientes murieron en Afganistán pero que él alentará a los sobrevivientes a tomar medidas contra su país natal. "Muchos de ellos, creo, se han convertido en mártires, otros regresaron de Afganistán y ahora están en Pakistán planeando muchas y diferentes operaciones", dijo Butt a la BBC Radio.
Pero Downing Street afirmó hoy que no hay "ninguna prueba" de que voluntarios británicos hubiesen sido reclutados para luchar junto a los talibanes.
En Singapur 15 personas fueron detenidas en diciembre bajo sospecha de mantener relaciones con la red Al Qaeda, y tener planes de hacer explotar la embajada de Estados Unidos, así como otros edificios oficiales estadunidenses, indicó este lunes el gobierno de ese país. Trece de los sospechosos pertenecen a una organización clandestina llamada Jemaah Islamiah, y algunos recibieron entrenamiento de Al Qaeda, indicó el Ministerio del Interior de Singapur en un comunicado.
La policía local, a su vez, aumentó la vigilancia en las inmediaciones de la representación diplomática de Israel y gurkas armados -miembros de la élite nepalesa que ayuda a garantizar la seguridad en la región-, recibieron la misión de proteger el Club Americano de Singapur, indicó la CNN en su versión digital.
|