¤ Justicia, "única vía para zanjar viejas heridas y consolidar la unidad nacional", señala Macedo

La fiscalía para desaparecidos buscará la verdad, no dinamitar al Estado: Carrillo

¤ Anuncia que trabajará junto a las organizaciones sociales "que tanto han batallado por esta causa"

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

La fiscalía especial para desaparecidos de los años setenta y ochenta buscará la "verdad jurídica de lo acontecido", perseguirá a quienes hayan incurrido en delitos como personas, pero no "dinamitará" instituciones ni al Estado, como tampoco erigirá "un cadalso para ejecutarlas", afirmó su titular, Ignacio Carrillo Prieto.

En sorpresiva conferencia de prensa en la Procuraduría General de la República (PGR), el titular del Ministerio Público Federal, Rafael Macedo de la Concha, presentó a quien investigará la desaparición de más de 500 personas a manos de efectivos militares y agentes policiacos durante los gobiernos de Luis Echeverría Alvarez y de José López Portillo.

Carrillo Prieto aseguró en sus primeras declaraciones que su actuación estará animada "por el espíritu de justicia, no por el de venganza". Anunció que evitará "calificaciones colectivas o institucionales que no caben en nuestro sistema jurídico" para señalar a los responsables de los delitos que se hubieran cometido.

Aseguró que comparte la pena de los familiares de desaparecidos, pues mencionó que su prima hermana Dení Prieto fue asesinada en el municipio de Nepantla, estado de México, el 14 de febrero de 1974; que ella se había integrado a "un grupo de jóvenes que se habían levantado en armas", y que su cadáver nunca fue recuperado.

Indicó que para quienes padecieron las "afrentas" de haber perdido un familiar durante la guerra sucia se tiene la necesidad y obligación de esclarecer jurídicamente el caso, y de que sean castigados los responsables conforme a ley.

Oficialmente el nombre de este órgano es: Fiscalía Especial para la Atención de Hechos Probablemente Constitutivos de Delitos Federales cometidos Directa o Indirectamente por Servidores Públicos en contra de Personas Vinculadas con Movimientos Sociales y Políticos del Pasado.

El general Rafael Macedo de la Concha reiteró que Carrillo Prieto "contará en su encargo con plena autonomía técnica y operativa, así como con los recursos humanos, financieros y materiales necesarios, de conformidad con las previsiones presupuestales destinadas, con el objeto de que las investigaciones a su cargo se desarrollen con profesionalismo y absoluta transparencia y en estricto apego a la ley".

Macedo consideró que la demanda social de esclarecer lo ocurrido en la llamada guerra sucia y que se imparta justicia es la "única vía para zanjar viejas heridas y consolidar la unidad nacional".

Puntualizó que Carrillo Prieto "fue nombrado después de una rigurosa selección entre más de 40 distinguidos juristas". Agregó que él "constituye indudablemente una garantía de la imparcialidad y transparencia que la sociedad mexicana exige y merece en la investigación de estos lamentables hechos del pasado".

"Así lo viví"

Carrillo Prieto, quien por momentos se mostró nervioso durante su presentación, aseguró que su nombramiento "obedece al firme compromiso del gobierno de la República", y que la consolidación del Estado democrático requiere "de esta respuesta inequívoca de la autoridad, para dar a conocer la verdad, restañar las heridas y entablar nuevos pactos por la justicia y la moral pública".

Pidió "serenidad" para su trabajo, y advirtió que la causa de la fiscalía "no requiere de continuas proclamas y pronunciamientos, sino de información objetiva a la ciudadanía", por lo que, indicó, trabajará en "concordancia" con las organizaciones sociales "que tanto han batallado por esta causa".

En posterior entrevista, Carrillo Prieto respondió así cuando se le cuestionó cómo había vivido la época de la guerra sucia: "Bueno, yo era estudiante de la Facultad de Derecho, en la UNAM y en la Facultad de Filosofía de la Universidad Iberoamericana. De ahí mi interés por explorar el asunto de los derechos humanos en las declaraciones de la independencia mexicana. Pero además, mi familia, mi prima hermana Dení Prieto se alistó con un grupo de jóvenes que se levantaron en armas y algunos de los cuales murieron el 14 de febrero de 1974 en Nepantla. Así lo viví".

Popularidad y trabajo

Rechazó haber asumido compromisos políticos al aceptar su designación, e indicó que para él "no puede haber compromiso político por encima del derecho".

-¿Qué visión tiene usted de este asunto de los desaparecidos?

-La visión de todos nosotros, a la que yo convoco a todos y desde ahora; a mirar con objetividad ese pasado, que seguramente tiene hechos lamentables, pero a mirarlo con objetividad para desentrañar la verdad histórica de los hechos, a fin de lograr esa reconciliación con hechos del pasado para poder construir mejor el presente, y tener mejor futuro. Se trata de averiguar jurídicamente qué pasó; fincar las responsabilidades correspondientes. Es una lucha por la concordia.

-¿Estaría dispuesto a llamar a ex presidentes y ex secretarios?

-Naturalmente.

-¿Considera que el fuero militar será un impedimento para su tarea?

-De ninguna manera. Militares o civiles, quienes sean presuntos responsables son presuntos responsables.

-¿Señalará instituciones responsables, ya que se considera que fueron crímenes de Estado?

-Hay que tener conciencia de la importancia y la trascendencia de esta averiguación. Hay que entender que es un reclamo ciudadano. Pero hay que entender también que no se trata de dinamitar al Estado; no se va aquí a dinamitar al Estado Mexicano, que es el derecho mexicano y que es el que permite, en virtud del mecanismo jurídico, esta indagación. Se trata, pues, de encontrar responsabilidades, no de dinamitar instituciones.

-¿Cómo es su relación con la Secretaría de la Defensa Nacional? ¿Ha tenido acercamientos?

-Sí, he tenido acercamientos ahora, pero los he tenido a lo largo de mi carrera profesional. Cuando fui director general jurídico de esta procuraduría, y en otras ocasiones he tenido la oportunidad de concurrir al Colegio de la Defensa para dictar conferencias y cursos con la oficialidad. De tal manera que tengo esos antecedentes de contacto y conocimiento de nuestra institución armada.

-¿Cuál era en los años setenta y ochenta su concepto de Ejército, grupos armados, y qué visión tenía de los generales Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo?

-Se trata de obrar con toda seriedad; no podemos anticipar esos juicios, sería trivializar este asunto que empezara yo a calificar, a perfilar lo que debe salir.

-Pero no se le pide que los conceptualice al día de hoy, sino en la guerra sucia.

-No se trata de conceptualizar al Ejército, a la Iglesia o a los sindicatos; se trata de determinar, de fincar las responsabilidades de quien las haya tenido, nada más.

-¿No tiene temor de no responder a las expectativas?

-No, porque equivaldría a confundir popularidad o aceptación con el trabajo que aquí debo desarrollar; y no, no canjearía nunca la verdad jurídica por ningún tipo de gratificación de otra índole.

-¿A qué se refirió cuando expresó que no pretende dinamitar las instituciones o al Estado?

-A eso, es decir, que quien tiene responsabilidades tiene responsabilidades individuales, quien ha incurrido en ilícitos los ha incurrido como persona. Eso es lo que tenemos que perseguir, no erigir un cadalso para ejecutar a las instituciones, no se trata de eso.