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Ť Desequilibrio mundial de la oferta y la demanda
de productos siderúrgicos
Este año, el peor para la producción
acerera nacional; disminuyó 13% respecto de 2000
Ť La industria fue impactada negativamente por el aumento
al precio del gas natural
VICTOR ZENDEJAS
El peor año para la producción de acero
mexicano fue 2001, con un promedio de 13.6 millones de toneladas, la menor
desde 1996, lo que representó una disminución de 13 por ciento
respecto de 2000, periodo en que se tuvo un registro de 15 millones 659
mil toneladas.
"Ese pavoroso marco" por el que atraviesa el sector del
acero en México se debe, entre otros factores, a que en 2001 estalló
el desequilibrio mundial de oferta y demanda de productos siderúrgicos.
También influyó que Estados Unidos entró en recesión
y motivó una gran caída de la economía mundial, con
lo que se incrementó en los mercados internacionales la presencia
de acero a precios de remate, provocando grandes problemas de competencia
en cuanto a cotizaciones.
Se calcula que las exportaciones al cierre de 2001 serán
de 4.9 millones de toneladas, 17 por ciento menos que en 2000, al tiempo
que las importaciones podrán situarse en 6.4 millones de toneladas,
muy por encima de las 3.3 millones de toneladas registradas el año
anterior, aunque entonces solamente se contabilizaban las importaciones
definitivas y las que se realizan como temporales, antiguamente al amparo
de la llamada nota nacional.
A ese panorama nacional se añade una impresionante
y sorpresiva elevación de los precios del gas natural, la fortaleza
también sorprendente del estatus cambiario de la moneda, que generó
desventajas considerables a los exportadores locales de acero, cita la
revista Siderurgia, acero y desarrollo, en su capítulo Tema
de Fondo.
La publicación, en su número de fin de año,
aclara que no esperó las cifras anuales del Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI), Hacienda
o Economía -"siempre tan apreciables y útiles - para poder
decir que el consumo de acero ha caído de manera notable y que el
resultado fue un mercado terriblemente disminuido.
"Mucho se ha dicho que a la siderúrgica de cualquier
país le va como le va a su economía. Y a la economía
en este año le fue mal. No hubo crecimiento del producto nacional.
Quizá en los próximos meses nos confirmen que hubo un crecimiento
pequeñito. El hecho real es que no hubo inversión
notable ni regular en infraestructura", agrega Siderurgia en su
editorial.
Añade que la recesión en Estados Unidos,
economía "de la que nos guste o no somos subsidiarios o dependientes,
como se guste llamarle, derrumbó a muchos sectores industriales
mexicanos, consuetudinarios usuarios de acero".
Siderurgia precisa que todo esto conformó
el lamentable escenario de fin del año, en el que las plantas siderúrgicas
del país, al igual que las de Estados Unidos, tienen situación
financiera devastada, escasa producción, ventas internas de bajo
nivel y cifras de exportación disminuidas respecto de los últimos
años, con un flujo de importaciones que en los primeros ocho meses
del ciclo anual, última cifra confiable a mano, cubría 29
por ciento del consumo total, si se incluyen los básicos, y 40.2
por ciento si se eliminan (arrabio y fierro esponja).
"Las escasas ventas, los bajos precios por la competencia
del acero con dumping del exterior y la guerra interna de las cotizaciones
constituyeron la razón por la que Hylsamex, la segunda productora
nacional de artículos de acero y orgullo de la siderurgia privada,
se sumara a la situación de finanzas críticas que afecta
a la primera siderurgia nacional, Altos Hornos de México, la cual
se encuentra en suspensión de pagos desde mayo de 1992. También
los indobritánicos de Ispat Mexicana (Imexa), que poseen otra de
las mayores productoras de acero, aunque no de artículos terminados,
pudieran dejar su planta en el puerto Lázaro Cárdenas.
La revista especializada en temas del sector siderúrgico
advierte que hay nerviosismo de los siderúrgicos mexicanos por el
hecho de que la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos
(ITC, por sus siglas en inglés) haya dictaminado en octubre de dañinas
sus remesas a Estados Unidos de productos planos (planchón, placa,
laminados en caliente y en frío y hasta recubiertos), lo que, arguyen
aquéllos, se debió a que el organismo consideró todos
los productos planos mexicanos en un solo renglón, y no separadamente,
como debió haberlo hecho. "Eso causó que el volumen pareciera
enorme."
Revela que hay optimismo en que el presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, exima tanto a México como a Canadá
de aranceles o cuotas determinadas, en virtud del TLCAN, una vez que la
ITC le presente las sugerencias correspondientes.
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