Ť La autoridad laboral se comprometió a dar respuesta en un mes, afirman dirigentes

Entrega el sindicato de bomberos solicitud de registro a la Junta Local de Conciliación

Ť Ya agrupan a 33% de los elementos, aseguran Ť Denuncian represalias de sus mandos

SUSANA GONZALEZ G.

A más tardar en un mes, los casi 400 afiliados al recién creado Sindicato de Bomberos del Distrito Federal obtendrán respuesta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) acerca de si la solicitud de registro que tramitaron ayer procede o no. Antonio Peregrino Rojo y Pablo Franco, secretario general y asesor jurídico de la organización, respectivamente, aseguraron que la titular de la Dirección General del Registro de Asociaciones de la JLCA, Adela Salazar, les dijo que está consciente del derecho que tienen a agremiarse y se comprometió a darles respuesta en 30 días, aun cuando el plazo máximo es de 60.

En caso de obtener el registro, "sería la primera vez en los 114 años de existencia del Cuerpo de Bomberos de la capital que se reconociera una organización laboral en este sector", señaló Peregrino Rojo.

Antes, recordó, los bomberos no podían siquiera plantearse tal posibilidad, porque al pertenecer a la Secretaría de Seguridad Pública les estaba prohibido por ley; sin embargo la situación cambió en 1998, cuando la institución se convirtió en un organismo público descentralizado.

En unos cuantos días, el nuevo sindicato ha logrado aumentar su número de afiliados: de 250 bomberos que asistieron el 29 de noviembre a la asamblea constitutiva, en los documentos presentados ayer ante la JLCA ya sumaban 390 integrantes.

"Además tenemos otros 150 compañeros que no pudimos procesar de último momento", dijo Franco, mientras Peregrino Rojo afirmó que 33 por ciento de los mil 300 bomberos de la capital ya están afiliados. El resto, confió el dirigente, "se integrarán cuando el registro del sindicato sea un hecho, porque por ahora tienen temor a las represalias de las autoridades".

Señaló que las autoridades de las diez estaciones que conforman el Cuerpo de Bomberos del DF han ignorado y reprimido a la organización. "El primer superintendente Alejandro Aguilar, quien cumple casi una década al frente de la dirección general, ni siquiera nos recibió ayer cuando fuimos a notificarle que solicitamos nuestro registro oficial", refirió el secretario general.

Con el reconocimiento del sindicato se pretende que "la organización militar" impuesta por las autoridades dé paso a una relación regida por la Ley Federal del Trabajo, porque pese al reconocimiento público del que gozan estos servidores públicos, "no tienen ninguna seguridad laboral, sus salarios son muy bajos y cualquier ascenso o cambio de adscripción depende del criterio de los jefes", explicó Franco.

Y es que, según Peregrino Rojo, "aunque la gente nos ve como héroes y eso es muy bonito, también somos trabajadores que corremos riesgos y requerimos mejores condiciones laborales y más prestaciones". La lucha por organizarse, denunciaron, no ha estado exenta de represiones y amenazas por parte de autoridades como José Luis Chávez y Mariano de Jesús Rojano, jefes de las estaciones Azcapotzalco y Tlalpan. "A un chofer, por ejemplo, lo pusieron a hacer labores de limpieza, de cocinero y telefonista. Además, destruyen cualquier cartel que pegamos alusivo al sindicato. A mí me han dejado mensajes escritos a máquina con amenazas contra mi familia, y un capitán de la estación Azcapotzalco, Mario Velázquez Fonseca, me ha amenazado verbalmente", denunció Peregrino Rojo.