Precisión del embajador de EU en México
Señora directora: Con gran asombro he leído
el encabezado de la nota publicada en la página 18 de La Jornada
del viernes 14 de los corrientes: "Davidow frena desbordamientos de solidaridad".
Permítame decirle que en pocas ocasiones me he sentido tan ofendido
por el tono de un encabezado y nota periodística.
En todo momento he hecho un reconocimiento y he expresado
mi agradecimiento y el de mi gobierno a las muestras de apoyo y solidaridad
del pueblo de México, así como de su gobierno. Lo que he
dicho en repetidas ocasiones en el transcurso de estos dos últimos
días, como consta en grabaciones y comunicados de prensa, es que
agradecemos la generosidad del pueblo y gobierno de México, pero
afortunadamente en este momento contamos con los medios para hacer frente
a nuestras necesidades.
En momentos de tanta consternación en mi país,
la solidaridad de tantos amigos mexicanos es un gran apoyo para mi gobierno
y para todos los estadunidenses. Es una gran decepción que en vez
de enfocarse a lo positivo de nuestra relación, los reporteros que
elaboraron la nota, quien hizo el encabezado y quien corrigió o
supervisó ambas operaciones, se hayan esforzado en utilizar palabras
para distorsionar el sentido de mis declaraciones.
No "freno" los "desbordamientos de solidaridad". De hecho,
en ningún momento utilicé ninguna de estas palabras o expresiones.
En espera de una cobertura más profesional, objetiva
y menos visceral, quedo de usted,
Jeffrey Davidow, embajador de Estados Unidos en México
N de la R
Efectivamente, la cabeza de la nota no es afortunada,
sin embargo, en ningún momento pretendimos ser ofensivos o dar cuenta
de un desdén que nunca existió. Por otro lado, una atenta
lectura de la nota hace evidente que ésta carece de cualquier ofensa
para el señor embajador de Estados Unidos.
El terrorismo no se responde con guerra
Señora directora: Como parte de la sociedad
civil mexicana queremos mandar un abrazo solidario a los familiares de
las víctimas de los atentados en Estados Unidos y a los bomberos,
rescatistas, personal sanitario, donadores de sangre y voluntarios, que
de manera anónima están haciendo esfuerzos para rescatar
sobrevivientes de los escombros. La de Nueva York es gente común
como la que aquí se movilizó en el sismo de 1985 y en tantas
ocasiones más.
Hoy, como en un acto de locura, la guerra está
decidida. Lo único que falta definir es el enemigo. En dos horas
se decidió que había que librar un combate y, por ello, en
el mundo se ha generado un clima que predispone a la guerra.
Estamos al borde de una situación bélica
a partir, exclusivamente, de la información que proviene de los
servicios de inteligencia y las grandes cadenas informativas norteamericanas.
Carecemos de otras versiones.
Después de un crimen siempre nos preguntamos quién
gana y quién pierde. Pierden los muertos del atentado, los palestinos,
los árabes en general, los movimientos de resistencia contra la
globalización, los migrantes, los pobres, los que no tenemos voz,
los soldados y sus familias.
Gana la represión, la xenofobia, la industria militar,
el movimiento de capitales financieros, el control de las fronteras, la
militarización de la seguridad pública, la unificación
de la OTAN contra el terrorismo o sus similares.
El 12 de enero de 1994 emergió un movimiento de
la sociedad civil mexicana para detener la guerra, aunque es cierto que
se trata de situaciones totalmente diferentes, dada la legitimidad del
movimiento armado indígena. "Alto a la masacre", dijimos entonces
frente a los bombardeos del Ejército en el estado de Chiapas.
No es necesario saber demasiado para percibir que frente
a la masacre de Nueva York y Washington, se está preparando como
respuesta nuevas masacres a una escala superior. Siempre son los militares
o los políticos quienes deciden sobre la muerte de miles de civiles
inocentes. Es necesario que esto deje de suceder. Queremos convocar a la
sociedad civil mexicana a que se convierta en parte de un esfuerzo mundial
por la paz. Paz ahora. La respuesta frente a los atentados no debe ser
muerte, dolor y genocidio. No a la guerra.
Espacio de la Sociedad Civil, Manco de Guillotina,
Alejandra González, Ana Colchero, Héctor de la Cueva, Nuria
Fernández, Sapul Yaguar, Juventino Hernández, Edilberto Bautista,
María Luisa Moncayo, Rocío Eslava, Pedro Padrón y
16 firmas más
Piden liberar a joven enferma de diabetes
Señora directora: En uno de los resolutivos
de la Convención Nacional Popular, realizada el 8 de septiembre,
que contó con la participación de más de un centenar
de organizaciones de todo el país, demanda la libertad de la presa
política, María Luisa Cortés González, y de
todos los presos políticos del país.
Ella se encontraba detenida en el reclusorio del Molino
de las Flores y fue trasladada sin justificación clara, como ocurrió
con el general José Francisco Gallardo, que de igual forma fue llevado
al penal de Neza-Bordo y del que también reclamamos su libertad.
María Luisa Cortés se encuentra delicada
de salud, con un alto nivel de azúcar. Se le detectó diabetes
en una revisión médica hace algunos días; presenta
problemas de visión y molestias en riñones, columna y cadera.
Desde el 19 de noviembre, bajo la causa 171/2000
y otras, con un proceso basado en pruebas y declaraciones contradictorias
y amañadas, se le quiere tener recluída. Su caso tiene que
ver con la desocupación del suelo para construir el aeropuerto de
Texcoco. En el proceso se observa el interés y actuación
del subprocurador, Axel García, actuando como parte y usando su
poder y cargo para torcer la ley.
Solicitamos la intervención de la CNDH, Secretaría
de Gobernación, gobierno del estado de México, organismos
de derechos humanos, cámaras de Diputados local y federal y de Senadores,
para que lo más pronto posible se consiga la libertad de María
Luisa Cortés. Además, demandamos revisar, vigilar y corregir
el proceso y asistencia médica urgente y adecuada para conocer el
porqué de los cambios y fincar responsabilidades.
Atentamente:
Frente Popular Francisco Villa, SNTE, CUT y varias
firmas más
Aclaración sobre el sistema de seguridad del
tren ligero
Señora directora: El 13 de septiembre entró
en funcionamiento el nuevo sistema de señalización y protección
del tren ligero en el crucero Huipulco-Tlalpan. Salvo una pequeña
falla de debutante frente a las cámaras y los medios de comunicación
que nos apenó mucho --rápidamente corregida por los técnicos--,
el sistema comenzó su operación con eficacia, elevando sustancialmente
la seguridad de usuarios, conductores y peatones, como puede constatarse
con quienes transiten por la zona entre las 5 y las 23 horas.
Solicito atentamente publicar esta información
para que la anécdota del traspiés no opaque su importancia
para el mejoramiento de la seguridad en la operación del tren. De
esta forma se complementará la información de La Jornada
del 14 de septiembre, página 57.
Es pertinente señalar que el costo del electrobús
diseñado y fabricado mediante un proyecto de colaboración
del Instituto de Ingeniería de la UNAM y el Servicio de Transportes
Eléctricos del DF, puesto en marcha en Chapultepec en días
pasados, ascendió a 2 millones de pesos como se informó en
otros medios y no a 200 millones como publicó La Jornada
en la misma nota.
Mario J. Zepeda, director general del STEDF
Reflexión sobre México
Señora directora: Pido a usted tenga a bien
publicar la siguiente carta en el espacio de El Correo Ilustrado, que tan
amablemente nos brinda, dirigida a la opinión pública:
¿A quién dirigirme? ¿Bajo qué
términos? ¿Cómo hacerme escuchar por algún
justiciero ser de otro planeta o Dios mismo para solicitarle ayuda y decirle
que en nuestro país, a pesar de tantas promesas, nada ha cambiado?
¿Cómo hacerles comprender a nuestros ensordecidos
gobernantes que es una gran injusticia la que están llevando a cabo
contra los pueblos indios, y nosotros mismos, con la implantación
de este sistema neoliberal dictado por intereses económicos totalmente
ajenos al pueblo? ¿Cómo cimbrar su corazón y decirles
que no se vale lo que están haciendo?
¿Se habrán puesto a pensar que si los empresarios
trasnacionales despojaron tan fácilmente de su riqueza a nuestro
país, mucho más fácil lo harán los empresarios
mexicanos el día que se decidan a hacerlo?, ¿Ya les habrá
pasado por sus engolosinadas mentes qué va a ser de su pueblo como
nación cuando llegue ese día?
Por otro lado, ¿alguna vez habrán meditado
sobre el otro México que nos proponen los pueblos indígenas?
Ese mundo pluricultural, pluriétnico, de armonía, de amor
a la naturaleza, del que ustedes, señores gobernantes, están
haciendo sólo una utopía.
Atentamente:
Benjamín Ortiz E.
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