Pendiente apoyo chileno a aspiración de México
en la ONU
Apreciada señora directora: En la edición
de ayer, La Jornada pública una larga entrevista a la ministra
de Relaciones Exteriores de Chile, María Soledad Alvear, realizada
por la destacada periodista Blanche Petrich.
Me acojo a la conocida buena disposición de La
Jornada hacia mi país, Chile, para solicitarle la publicación
de un comentario ampliado sobre uno de los puntos de la entrevista a la
ministra Alvear que nos interesa precisar frente a la opinión pública
mexicana: el voto de Chile en el momento en que se decida la aspiración
de México para integrar el Consejo de Seguridad de la ONU, en carácter
de miembro no permanente, para el periodo 2002-2003.
En primer lugar, me interesa subrayar que el gobierno
y la cancillería chilenos asignan extraordinaria importancia y ven
con enorme interés la decisión del gobierno mexicano de reforzar
su presencia en la ONU y después de largos años volver a
tener un asiento en su máximo organismo ejecutivo, el Consejo de
Seguridad.
Esta disposición refuerza la presencia latinoamericana
en Naciones Unidas por el prestigio que tienen las posturas internacionales
mexicanas, cuya influencia ha crecido todavía más por los
importantes avances mostrados por el pueblo mexicano en su proceso de democratización
y transición actualmente en curso.
Esta posición del presidente Fox, expresada en
los inicios mismos de su gobierno, llevó al presidente Ricardo Lagos,
durante su visita de Estado en diciembre pasado, a manifestar su simpatía
por el aporte que México hace de América Latina con esta
reafirmación de su presencia en la ONU.
La decisión concreta del voto de Chile en este
proceso, todavía distante varios meses, está siendo examinada
internamente en nuestra cancillería para concordarla con los compromisos
que estableciéramos antes de ser anunciado el interés mexicano
por participar en el Consejo de Seguridad.
Se trata de un tema que la canciller Alvear ha conversado
con el canciller Castañeda y cuyas determinaciones haremos públicas
en su oportunidad, al tenor de las consideraciones expresadas en esta nota.
Junto con agradecerle anticipadamente la publicación
de estos comentarios, aprovecho la ocasión para expresarle mi aprecio
por el importante trabajo que La Jornada realiza a favor del perfeccionamiento
de la libertad de expresión en México.
Luis Maira, embajador de Chile en México
Sugiere no occidentalizar universidades indígenas
Estimada Carmen: En La Jornada del 10 de
julio, páginas 4a y 5a, se da a conocer de manera impactante el
surgimiento: "En México, (de) las primeras dos universidades indígenas
de América". Cuando vi los encabezados de las notas me emocioné
demasiado, pero al leer detenidamente lo que ahí se expresaba me
vino una decepción muy grande y varias preguntas y dudas vinieron
a mi mente.
Con relación a la Universidad de Mochicahui, en
el municipio de El Fuerte, Sinaloa, me pregunto: ¿cómo es
posible que en pleno siglo XXI sigamos pensando en políticas indígenas
integracionistas de hace siglos? ¿Cómo se está manejando
el concepto indígena? ¿Quién determina y bajo qué
criterios se acepta a un alumno de nuevo ingreso? ¿Cómo se
puede hablar de "universidad indígena" cuando vemos que los nombres
de las materias y sus contenidos no responden a un modelo de cultura indígena
y el idioma es sólo un medio por el cual se transmite la cultura
de tipo occidental?
Esto me recuerda al Programa de Becas de Posgrado para
Estudiantes Indígenas y al Programa de Apoyo a Universidades para
Estudiantes Indígenas, que a manera de iniciativas ha lanzado la
Representación para México y Centroamérica de la Fundación
Ford, las cuales sirven para que el becado indígena se supere académicamente
en un modelo educativo ajeno a su lengua y cultura.
Además, ¿cómo se puede hablar de
un "Instituto Antropología-Universidad" cuando las materias a cursar
por los alumnos no tienen un enfoque antropológico en el mejor sentido
del término, a decir de sus cuatro "licenciaturas: turismo empresarial,
cultura popular, sociología rural e ingeniería en sistemas
computacionales"?
Todo ello, creo, responde a intereses coyunturales, enmarcados
en el sistema globalizador. Esperamos no ocurra lo mismo con el proyecto
de la universidad indígena de Juchitán, Oaxaca, de la se
que dice: "se mueve desde abajo" y será "indígena" y "autónoma".
Aquí el problema podría ser su reconocimiento ante la SEP.
En México hay preparatorias, normal de maestros,
tecnológicos y otras instituciones de educación superior
que no cuentan con validez oficial. Los alumnos que egresan de ellas después
de haberse preparado se topan con esos problemas y la opción más
atractiva es migrar hacia EU a trabajar de "mojados".
Dr. Eustaquio Celestino Solís, profesor e investigador
del CIESAS
Comenta concierto de Blades en el Zócalo
Señora directora: Me gustaría agregar
a la reseña del concierto de Rubén Blades "Ponle salsa a
la esperanza", que fue una buena vitamina de alegría con valores
para los miles que ahí estuvimos.
Sin duda, el mensaje fue de dignidad latinoamericana,
de invitación a resignificar el sentido verdadero de la palabra
Patria (aunque esté siendo devastada); de familia (aunque haya diferencias
políticas, de credo, de posición social), de educación
a los jóvenes, de recobro de nuestra memoria histórica y
aplausos a Víctor Jara y monseñor Romero ("Suenan las campanas"),
de mantenernos alertas ante la garra neoliberal, del sentido de libertad
e identidad latinoamericana, entre otros.
Todos estos elementos fueron buena compañía
para el baile y sonrisas de tantos miles que estuvieron juntos, de todas
edades, colores y sabores. Los ojos de nuestros ancianos llevan la mirada
de nuestra Patria; las manos de nuestros indios, sostienen nuestras banderas.
¡Gracias por este luminoso concierto de corazones!
Rebeca González
Se combate porrismo en CCH-A, responde
Señora directora: En atención a los
lectores de La Jornada y con relación a la carta titulada
"Denuncia actos porriles en el CCH Azcapotzalco", aparecida hace unos días
en El Correo Ilustrado, le solicito la publicación en el mismo espacio
de las siguientes aclaraciones:
La UNAM y, en particular, el plantel Azcapotzalco del
CCH combaten con firmeza los grupos vandálicos denominados "porros",
con medidas de seguridad enmarcadas en la legislación universitaria
y las leyes del país.
El profesor Moisés Flores Espinosa, director de
ese plantel, ha expulsado de esta escuela a 13 sujetos, cuya participación
en actos delincuenciales ha sido comprobada gracias a las denuncias de
integrantes de la comunidad.
Además, el cuerpo directivo del plantel realiza
acciones de seguridad en las instalaciones de esta dependencia universitaria,
en las que incluso ha tenido que enfrentar amenazas y ofensas de los delincuentes,
sin que ello sea motivo para desistir de la convicción de actuar
con energía.
Con el apoyo de la delegación Azcapotzalco, en
las inmediaciones externas del plantel, policías de Seguridad Pública
efectúan operativos de vigilancia de manera permanente, con lo cual
se ha protegido a miles de estudiantes, profesores y trabajadores.
Por lo anterior, son ofensivas las afirmaciones dolosas
y sin fundamento del individuo anónimo que se hace llamar "Cuauhtémoc
Contreras", quien no pertenece a nuestra comunidad, ya que reconoce que
no es con supuestas cámaras de seguridad como se está combatiendo
a los porros, sino con la colaboración y participación de
la comunidad, la legislación universitaria, las leyes del país
y la cooperación de la UNAM con autoridades encargadas de la seguridad
pública.
Mientras que un puñado de delincuentes y personas
anónimas intentan, unos con violencia, otros sembrando confusión,
desestabilizar a nuestra comunidad, 12 mil estudiantes asisten a clases.
El compromiso de la dirección del plantel Azcapotzalco
seguirá siendo el de lograr las condiciones para el estudio y el
aprendizaje de los miles de jóvenes mexicanos que asisten a nuestra
escuela.
Atentamente:
José Miguel Góngora Izquierdo, jefe de
Información del CCH Azcapotzalco
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