Denuncia actos porriles en CCH Azcapotzalco
Señora directora: Queremos denunciar la
creciente ola de violencia que se registra dentro de la UNAM, en particular
en el CCH-Azcapotzalco. A raíz del fin de la huelga y el reinicio
de actividades, las "autoridades" del plantel reactivaron los grupos porriles
que aquí operan; éstos han aumentado sus acciones violentas
en días recientes debido a pugnas entre ellos por la disputa de
la hegemonía en el plantel.
Todas sus acciones las cometen a plena luz del día
y a la vista de la autoridad. Esta situacion es fomentada por el director
del plantel, quien en los dos semestres anteriores no se ha presentado
un solo día; únicamente se sabe de él a través
de la secretaria general del plantel, quien se ha caracterizado por su
actitud prepotente hacia la comunidad estudiantil.
La solución que pretenden dar al problema las autoridades
del CCH es poner cámaras de seguridad en todo el plantel, pero no
ha habido un solo intento de aplicar el reglamento a estos sujetos. Por
el contrario, las
acciones de la autoridad parecen demostrar su contubernio
con los grupos porriles. Esta situación no es exclusiva de este
plantel y se repite en los demás de nivel medio superior de la UNAM.
Atentamente:
Cuauhtémoc Contreras
Trato arbitrario de CFE a comerciante
Señora directora: Soy un comerciante de
Coatzacoalcos, Veracruz, que tiene un contrato con la CFE para dotar de
energía eléctrica mi negocio. En octubre de 2000 mi recibo
de pago llegó muy alto; reclamé y me reinstalaron un medidor
en diciembre, pero en enero siguiente suspendieron el servicio y lo retiraron.
Acudí a la CFE, donde me dicen que desde diciembre de 2000 habían
tomado la lectura para sacar promedios de consumo y que era debido a mi
negligencia en el pago que se me había suspendido el servicio.
Jamás fui enterado de dicha acta de consumos, pero
liquidé el adeudo de agosto, septiembre, octubre y noviembre de
ese año, por lo que me reconectan el servicio pero sin instalar
medidor.
El recibo de febrero de 2001 llegó con una cuenta
exagerada; reclamé de inmediato y me indicaron que no tenían
información de la fecha en que se retiró el medidor, por
lo que llené una solicitud para su reinstalación. En abril
la cuenta era ínfima, la pagué y me reinstalaron medidor;
en mayo me llegó una refacturación por causas imputables
a la CFE (por consumo fuera del orden de mis promedios), por lo que solicité
se verificaran los antecedentes, ya que dicho consumo no correspondía
con los promedios anteriores. Propuse la verificación de un "lecturista"
y, de haber adeudo, lo liquidaría. Junio, nuevamente recibí
una cuenta correcta que no mostraba adeudo anterior.
En junio 27, personal de la CFE quiso suspender el servicio.
Le pedí presentaran la orden que avalara esa acción y su
identificación, que no poseían, por lo que los invité
a retirarse. Cinco minutos más tarde llegó más personal,
entre ellos el señor Ricardo Valerio Castillo, representante jurídico
de CFE, quien pidió permiso para revisar la instalación,
aun sabiendo que se violaban mis derechos. Le permití el acceso
y de pronto arrancó el medidor.
Lo invité a dejar este aparato y abandonar mi domicilio,
pero llamó a la policía y me acusó de robo de flujo
eléctrico, por lo que cinco policías, sin orden de aprehensión,
se metieron a mi negocio y me intentaron agarrar, mientras mis hijos angustiados
observan el forcejeo en el cual me hiero una mano.
Soy remitido a los separos de la policía preventiva
sin denuncia de por medio, donde se me acusa de robo de un medidor, sustracción
de fluido eléctrico y daño patrimonial.
El agente del MP, sabiendo de la improcedencia, admite
la denuncia, pero cambia mi calidad de detenido por la de retenido y recibo
un trato cordial. La denuncia final fue por robo de energía en mayo
(error, ya tenía medidor) y sustracción de medidor (error,
no dejé que se lo llevaran) y el MP federal me fija una fianza por
el delito de abuso de confianza.
Cuento con las pruebas documentales para demostrar que
no hay delito y que se violaron mis derechos de libertad y de juicio penal.
Hice la denuncia como padre que enseña a sus hijos a respetar las
instituciones, pero que son testigos de una agresión a su padre
que es hombre honesto y trabajador; la hice contra periodistas corruptos
que se han sumado a la vejación en mi contra; contra el presidente
municipal y el inspector de policía como responsables de la labor
de sus subalternos, y porque no es posible que CFE diga que debo y al mismo
tiempo actúe y juzgue arbitrariamente sin una instancia legal que
proteja los derechos del consumidor.
Jorge Alberto Trejo Bonilla
Carecen de "cultura" funcionarios del CNA
Estimada directora: Tal parece que los funcionarios
de la cultura son los que más carecen de ella. Hace unas noches
visité el Centro Nacional de las Artes y pretendí utilizar
uno de los cajones de estacionamiento para discapacitados, ya que mi hijo
está enyesado por un esguince.
Todos los cajones para discapacitados estaban ocupados,
pero al lado había espacios vacíos donde quise estacionarme,
acción que me fue impedida por un cuidador que me indicó
que estaban reservados para los funcionarios del centro (lugares A,B,C
y D, 1 y 2, que son los más cercanos a los accesos del Centro e
ideales para discapacitados).
Al pretender indagar los nombres o cargos de dichos funcionarios,
el cuidador se negó (ni el suyo) por temor a perder el empleo. Me
parece lamentable: si fueran un poquito cultos los funcionarios de dicho
inmueble, deberían dejar sus autos en el segundo subsuelo del estacionamiento
para dar la preferencia a los visitantes que somos quienes en realidad
pagamos el servicio.
No sólo yo tuve que cargar a mi hijo, sino que
pude atestiguar cómo varias personas de la tercera edad tuvieron
que caminar resignadamente hasta sus autos.
José Manuel Sierra
Molestia de vecinos por maniobras de centro
comercial
Señora directora: Envié un fax a
Erick Arronte, de la Coordinación Pública de la delegación
Benito Juárez, ya que continúan los atropellos de Carrefour,
que no tiene fin y que este centro comercial no está dispuesto
a solucionar. Por lo visto, sólo entienden con clausuras.
Aunque es agotadora esta lucha sin fin, es difícil
que nos demos por vencidos.
En días pasados remitimos un escrito a la oficina
de Protección Civil y el mismo día, sin saberlo, la Comisión
de Derechos Humanos del DF enviaba una petición a la misma dependencia
para que verificaran y tomaran cartas en el asunto
Como usted sabe, el asunto de los tanques y la rampa sigue
sin solución, incluso, ya hubo golpes con los proveedores de este
establecimiento porque no respetan el turno. Esto se convirtió en
un mercado libre; un espacio donde se vierten gritos, palabras altisonantes
e improperios. Yo por ejemplo soy psicóloga; doy consulta aquí
y es vergonzoso, embarazoso, todo esto. Tengo firmas de apoyo de más
de 450 personas.
Atentamente:
Judith Pérez Monagas y más vecinos de
las calles Anaxágoras y Miguel Laurent
Obreros de Sabritas exponen presiones para firmar
renuncia
Señora directora: Los obreros de Sabritas
llevamos ya un año sufriendo las agresiones e injusticias de esta
trasnacional. El 28 de julio del año 2000, fueron despedidos injustificadamente
147 trabajadores, obligados a firmar renuncias voluntarias y sacados de
la fábrica por policías como si tratara de delincuentes.
En diciembre del mismo año fueron despedidos dos
de nuestros delegados sindicales por oponerse a las injusticias de la empresa,
y hasta el mes de junio de éste han sido despedidos más de
25 trabajadores, de los cuales los últimos 15 fueron objeto de intimidaciones
y amenazas que no podemos callar.
El día 15 de junio del 2001, los obreros de Sabritas
planta Vallejo, cansados de tantas arbitrariedades y despidos injustificados,
realizamos un paro laboral con el cual exigíamos a la empresa lo
siguiente:
1. Alto a despidos ilegales.
2. Retiro de cámaras de video instaladas dentro
de la fábrica.
3. Respeto a nuestro contrato colectivo de trabajo.
Después de cinco horas de paro, el gerente general
de la planta, Hugo Pérez González, y el gerente de Recursos
Humanos, Humberto Roque Hernández, se comprometieron ante todos
los trabajadores a cumplir las demandas y a no tomar represalias contra
ninguno de los trabajador que participaron en el paro.
Sin embargo, el martes 19 de junio a las 9 horas, la fábrica
fue cercada con unas 20 patrullas de la delegación Azcapotzalco
y unos 20 elementos de la Policía Judicial del DF. En este operativo
intimidatorio fueron detenidos 15 trabajadores, a los cuales se les encerró
e incomunicó en oficinas de la empresa, quien los responsabilizó
del paro laboral y amenazó con proceder penalmente si no firmaban
su renuncia voluntaria.
"Tenemos pruebas contra ustedes, pues todos están
grabados en las cámaras", sentenciaron los gerentes, y una vez que
estos compañeros firmaban dicha renuncia fueron sacados por policías.
Todo eso se realizó en presencia y con aval de funcionarios de la
STPS.
Con tanta represión y prepotencia, los empresarios
sabriteros pretenden intimidarnos y obligarnos a aceptar jornadas de 12
horas y elevar los ritmos de trabajo que han sido impuestos en sus otras
plantas, pero que en Vallejo hemos rechazado desde hace cuatro años.
Obreros de Sabritas planta Vallejo. Responsable: Rubén
Casimiro Carrera
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