BANCA: LAS CIFRAS DEL SAQUEO
De
acuerdo con un documento de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNBV) --la más reciente edición del Boletín Estadístico
de la Banca Múltiple-- los bancos privados del país registraron,
durante el primer trimestre del año en curso, un incremento de utilidades
netas de 135.8 por ciento con respecto al mismo periodo del año
anterior, y un monto total de 4 mil 945 millones de pesos.
La obtención de tales utilidades pareciera contradecirse
con el hecho de que, en el lapso referido, tanto la captación de
ahorros como la concesión de créditos experimentaron una
disminución de 2.3 por ciento. En efecto, si el negocio principal
en el que basan sus operaciones todos los bancos del mundo es otorgar en
préstamo el dinero depositado por los clientes, y cobrar por los
créditos un interés mayor que el que pagan a los ahorradores,
cabe preguntarse de dónde salen las ganancias referidas.
La respuesta es que la fuente de las utilidades es, en
buena medida, el enorme flujo de dinero procedente del erario, vía
intereses de pagarés del Fobaproa a los bancos privados. El subsidio
de decenas de miles de millones de dólares con que el gobierno de
Ernesto Zedillo premió la ineficiencia y los fraudes perpetrados
por los bancos privatizados en el sexenio de Carlos Salinas, y que fue
aprobado en última instancia por los legisladores del PAN y del
PRI, sigue constituyendo una escandalosa manera de privatizar recursos
públicos.
El pago de intereses a los banqueros por la cartera incobrable
que ellos mismos generaron, y que el gobierno anterior les compró
con dineros de la nación, mantiene a las instituciones públicas
en una permanente escasez de recursos que explica ?aunque no justifique?
el afán de imponer el IVA a alimentos, libros y medicinas, y que
lleva a incrementar en casi 20 por ciento el precio de la leche que consumen
los sectores más pobres de la población. Las utilidades de
los principales accionistas bancarios guardan una relación directa
e inmediata de causa-efecto con la desgracia económica de millones
de mexicanos.
Los banqueros privados sangran al país por medio
del Fobaproa-IPAB y, por si no fuera suficiente, adeudan al fisco más
de 2 mil millones de pesos en impuestos. El saqueo de las arcas nacionales
legalizado por los priístas y panistas de la legislatura pasada
es, como decía el viejo motivo publicitario de una institución
crediticia que ya no existe, "un negocio redondo".
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