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México, D.F. sábado 23 de junio de 2001
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Editorial
 
EL FRACASADO COMBATE A LA POBREZA

SOLSegún el documento Estrategia de asistencia al país (México) elaborado por el Banco Mundial (BM), 58 por ciento de los mexicanos se encuentra en la pobreza y 82 por ciento de la población rural vive en la misma condición.

A pesar de las diferencias numéricas entre las estimaciones del BM y las cifras oficiales del gobierno mexicano --que calculan en 40 por ciento el número de mexicanos pobres--, existen una serie de coincidencias en los datos que confirman que desde hace más de 20 años no se ha logrado ningún avance en el combate a la pobreza. Por el contrario, se registra un incremento considerable en el número de pobres y una distribución del ingreso cada vez más desigual.

Tanto el BM como el gobierno de México se han afanado en justificar los lamentables niveles de vida de la población utilizando la lógica de las crisis económicas o la irresponsabilidad de los gobiernos anteriores, sin reconocer en ningún momento la ineficiencia de las políticas que respaldan los programas destinados a combatir este problema. 

Pareciera que la pobreza es un daño colateral de las políticas económicas impuestas desde hace varias décadas por los organismos financieros internacionales más influyentes, como el BM, pero la realidad --y México es claro ejemplo de ello-- es que dichas políticas han generado que la riqueza se concentre en unas cuantas manos y que la brecha entre ricos y pobres sea cada vez más pronunciada.

No obstante que las cifras del BM sean, más que una señal de alarma, un claro indicador del fracaso de las políticas que han promovido, llama la atención que se pretenda seguir con el mismo modelo, ése que ha disfrazado el combate a la pobreza con préstamos de millones de dólares, cuyo único objetivo pareciera estar centrado en los resultados macroeconómicos y no en el bienestar generalizado de la población.

Que el BM afirme que la economía mexicana no se encuentra en recesión y anuncie nuevos préstamos para programas de apoyo a la población no es ninguna garantía para el desarrollo equitativo de la economía. Este tipo de anuncios los hemos escuchado hasta el cansancio y los resultados están a la vista.

El problema de la pobreza en México no será resuelto mientras se siga dando prioridad a la estabilidad de una serie de indicadores sobre los sujetos reales, sobre los más de 50 millones de mexicanos cuyos ingresos son insuficientes para atender una necesidad básica como la alimentación. 

Desde su campaña, Vicente Fox prometió combatir la pobreza y la desigualdad social, pero la estrategia para hacerlo parece --al igual que las de gobiernos anteriores-- no considerar más opciones que las impuestas por la leyes del mercado y por organismos como el BM.
 

 

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