EL FRACASADO COMBATE A LA POBREZA
Según
el documento Estrategia de asistencia al país (México) elaborado
por el Banco Mundial (BM), 58 por ciento de los mexicanos se encuentra
en la pobreza y 82 por ciento de la población rural vive en la misma
condición.
A pesar de las diferencias numéricas entre las
estimaciones del BM y las cifras oficiales del gobierno mexicano --que
calculan en 40 por ciento el número de mexicanos pobres--, existen
una serie de coincidencias en los datos que confirman que desde hace más
de 20 años no se ha logrado ningún avance en el combate a
la pobreza. Por el contrario, se registra un incremento considerable en
el número de pobres y una distribución del ingreso cada vez
más desigual.
Tanto el BM como el gobierno de México se han afanado
en justificar los lamentables niveles de vida de la población utilizando
la lógica de las crisis económicas o la irresponsabilidad
de los gobiernos anteriores, sin reconocer en ningún momento la
ineficiencia de las políticas que respaldan los programas destinados
a combatir este problema.
Pareciera que la pobreza es un daño colateral de
las políticas económicas impuestas desde hace varias décadas
por los organismos financieros internacionales más influyentes,
como el BM, pero la realidad --y México es claro ejemplo de ello--
es que dichas políticas han generado que la riqueza se concentre
en unas cuantas manos y que la brecha entre ricos y pobres sea cada vez
más pronunciada.
No obstante que las cifras del BM sean, más que
una señal de alarma, un claro indicador del fracaso de las políticas
que han promovido, llama la atención que se pretenda seguir con
el mismo modelo, ése que ha disfrazado el combate a la pobreza con
préstamos de millones de dólares, cuyo único objetivo
pareciera estar centrado en los resultados macroeconómicos y no
en el bienestar generalizado de la población.
Que el BM afirme que la economía mexicana no se
encuentra en recesión y anuncie nuevos préstamos para programas
de apoyo a la población no es ninguna garantía para el desarrollo
equitativo de la economía. Este tipo de anuncios los hemos escuchado
hasta el cansancio y los resultados están a la vista.
El problema de la pobreza en México no será
resuelto mientras se siga dando prioridad a la estabilidad de una serie
de indicadores sobre los sujetos reales, sobre los más de 50 millones
de mexicanos cuyos ingresos son insuficientes para atender una necesidad
básica como la alimentación.
Desde su campaña, Vicente Fox prometió combatir
la pobreza y la desigualdad social, pero la estrategia para hacerlo parece
--al igual que las de gobiernos anteriores-- no considerar más opciones
que las impuestas por la leyes del mercado y por organismos como el BM.
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