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México, D.F. miércoles 13 de junio de 2001
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Editorial

CHIAPAS: SIGNOS DE PELIGRO

SOLAyer, mientras los integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) del Congreso de la Unión recibían del secretario de Gobernación, Santiago Creel, seguridades en torno a la decisión del gobierno federal de impulsar la distensión en Chiapas, las autoridades del municipio autónomo Ricardo Flores Magón y la Red de Defensores Comunitarios por los Derechos Humanos informaron de una intensificación de los patrullajes militares en la zona de conflicto; refirieron actos de hostigamiento de los uniformados contra diversas comunidades zapatistas y hablaron incluso de "una nueva escalada" y de nuevos intentos por "cercar" a los pueblos rebeldes.

Aunque antayer el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía expresó la determinación del gobierno estatal de evitar las provocaciones, e informó que con ese propósito se ordenó suspender la construcción de un camino rural en Las Margaritas, que según los indígenas insurrectos tendría propósitos de "contrainsurgencia", los señalamientos de los defensores comunitarios y del municipio Ricardo Flores Magón enfatizan la existencia de un clima de "intimidación" y de "guerra de baja intensidad".

La denuncia se presenta en circunstancias en las que las gestiones para reactivar el proceso de pacificación en la entidad se encuentran en un impasse legislativo y en un compás de espera, mientras se determina si las legislaturas de los estados respaldan o rechazan la distorsionada reforma constitucional que, en materia de derechos y cultura indígenas, se realizó en el Congreso de la Unión en marzo pasado, reforma que ya fue rechazada por la comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Congreso Nacional Indígena (CNI), así como por numerosos representantes de las etnias del país, estudiosos e investigadores indigenistas y organismos civiles y sociales.

En un contexto caracterizado por la interrupción del diálogo entre los zapatistas y el gobierno federal, los actos de hostigamiento reportados resultan por demás peligrosos y preocupantes, y podrían conducir a un deterioro de la frágil paz que se mantiene --pese a todo-- en la zona de conflicto. 

En tales condiciones, es necesario que las autoridades federales --civiles y militares-- y estatales actúen con extrema prudencia, y que los partidos políticos y sus legisladores busquen fórmulas para restituir el espíritu original de la iniciativa de reformas constitucionales de la Cocopa, la cual, tras ser enviada al Senado por el presidente Vicente Fox en acto inaugural de su gobierno, resultó desfigurada, mutilada y desvirtuada. 

Sólo de esa manera será posible sentar las bases para una paz sólida, justa y digna en Chiapas, así como para un reencuentro entre la institucionalidad del país y los pueblos indígenas de México.
 

 

La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54