Estimada Carmen: Mucho agradeceré la publicación de nuestro reconocimiento y respaldo a la candidatura de Guadalupe Morfín a la titularidad de la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco, que hoy habrá de decidirse en el Congreso local de ese estado. 

Su valentía y compromiso con los derechos humanos --acreditados con amplitud-- permiten suponer que, de no verse lastrada por intereses partidistas, la suya será la mejor opción y elección para el cargo antes mencionado. 
 
Oscar González, presidente de la AMDH 

Señora directora: Solicitamos la publicación de la siguiente carta dirigida a la diputada Ana Faviola Rionda Ornelas, presidenta del Congreso del estado de Guanajuato. 

Nos dirigimos a usted como miembros de un organismo ciudadano de San Miguel de Allende --con 10 años de vida independiente-- para manifestar a los diputados ante el Congreso de Guanajuato nuestra grave preocupación con relación a la reforma constitucional sobre derechos y cultura indígenas, recientemente aprobada por el Congreso de la Unión, y actualmente a discusión en las legislaturas estatales. 

Al igual que miles de ciudadanos y crecientes sectores de la sociedad mexicana, pensamos que la iniciativa de reforma turnada al Congreso de Guanajuato en su actual periodo de sesiones, no escucha el clamor nacional por el reconocimiento de tales derechos, claramente plasmados en los acuerdos de San Andrés, firmados en 1996 por el EZLN y el gobierno federal, e incumplidos hasta la fecha. 

Estos encontraron, tras un esfuerzo legislativo sin precedentes, su formulación constitucional más acabada en la iniciativa de Cocopa y enviada por el residente Fox al Legislativo para su discusión y aprobación. 

Desgraciadamente, la ley Bartlet-Cevallos --como tristemente se conoce al adefesio aprobado por senadores y diputados federales-- mutila y desfigura la iniciativa de Cocopa al grado de invalidar el esfuerzo hecho en favor del reconocimiento efectivo de los derechos de los pueblos indios, como ha sido expuesto por diversas y autorizadas voces, y documentado ampliamente durante las últimas semanas en los medios informativos. 

Por lo tanto, pedimos a diputadas y diputados que representan a los guanajuatenses ante el Congreso del estado --con el debido respeto-- que asuman una posición digna y consecuente; que abran su mente y su corazón al clamor que brota de abajo; que escuchen el dictado de su conciencia y que no se plieguen a la línea de su partido; que no levanten su dedo y consumen esta "reforma" --un verdadero monumento a la discriminación-- que aplaza aún más las expectativas de paz y de rencuentro histórico de millones de mexicanos, indígenas y no indígenas. 
 
Pedro Quintero, Norma Suárez, Manuel León, César Arias, Ana María Maza, América Salazar, Daniel Inclán, Julia Villaseñor, Ana Quirós, Carlos Pascual, Laura Begonia Nieto, Mercedes San Martín y varias firmas más 

Estimada directora: A través de la presente deseo informar lo desagradable que fue para mí presenciar la reacción de una familia a un error en su publicación. Me refiero a la nota publicada el martes referente a la colisión de dos trenes ligeros, página 33, donde se menciona la relación de la persona fallecida y de los lesionados. 

Su publicación dice que el fallecido fue el señor Sergio Emilio Correa Sánchez, de 65 años de edad, lo cual ocasionó una falsa esperanza en sus familiares y nosotros sus amigos, ya que ese día la noticia fue dada correctamente por TV Azteca, y al leer su publicación se creó la incertidumbre. 

Inmediantamente hablamos a Locatel, donde nos corroboraron que efectivamente el fallecido era: Sergio Emilio Mejía Huerta, de 60 años de edad. 

Creo que el profesionalismo en cualquiera de las publicaciones de su periódico contempla el verificar al 100 por ciento los datos y la información que nos ofrecen. 

Quiero que me diga usted con qué confianza seguiremos comprando su periódico (el cual acostumbrábamos leer todos los días) después de este error tan grave. La reportera Susana González Gutiérrez carece de seriedad y profesionalismo, y creo que a ella no le hubiera gustado estar en el lugar de las hijas del señor Emilio (qepd). 

Agradezco la atención que le dé a esta carta y en lo sucesivo se preocupen más por darnos información correcta. 

Griselda Tello M. 

Señora directora: Permítame usar este espacio de lamentaciones, quejas y sugerencias. ¡Gracias! 

Licenciado Andrés Manuel López Obrador, va un asunto para que usted se lo tome muy a pecho y lo acompañe con té de hierbabuena. 

Al grano: Desde diciembre solicitamos una entrevista con usted; en enero nos recibió su secretario particular, René Bejarano. En esa fecha, le hablamos de compartir un par de proyectos culturales: un festival internacional de narradores de cuentos y la coedición de algunos números especiales de nuestra revista Crónicas y Leyendas de esta Noble, Leal y Mefitica Ciudad de México. Desde el inicio nos comentó que había posibilidades; que presentáramos más detallada la propuesta. Además, él era lector de nuestra revista y quería la colección completa. "¡Pagándola, por supuesto"! ¡Fabuloso!, le mandamos nuestras dos colecciones. Fuimos bien recibidos. 

Días después le entregamos más detallados nuestros proyectos culturales. Hubo buenos comentarios. Más tarde, después de varias llamadas y días sumados, Bejarano nos pidió una propuesta de convenio entre ambas partes. Pensamos: "esto, seguro, tendrá un buen final". Pero los meses se fueron juntando y los buenos augurios se fueron disipando. 

Desde hace un par de meses ha sido esperar, esperar y llamar por teléfono para conocer si nos tienen una respuesta. A pesar de las infinitas llamadas a Mónica Ramón, secretaria de René Bejarano, ésta se niega a contestar o a regresarnos las llamadas. De las 89 llamadas y 16 intentos sólo nos ha contestado a tres. ¡Ay!, la burocracia es un laberinto perverso de la modernidad. 

Señor, han pasado casi cinco meses y no sé nada de cómo van nuestros proyectos culturales. Nadie responde a nuestras llamadas, ni por equivocación. Para ser sincero, dudo que nuestros proyectos sean atendidos. El silencio en política es una perversidad del poder. 

Bueno, mi estimado jefe del gobierno capitalino, estas son algunas perlas que naufragan en su gobierno y, bueno, otra pregunta: ¿qué hacemos ante la deuda de 715 pesos que no nos ha pagado Bejarano por las dos colecciones de revistas que nos pidió y seguro sigue leyendo? 

Dicen que los olvidos y las palabras vacías no nos dejan ser leves porque nos cambian el rostro por máscaras exudadas de poder. 

Esto es todo por el momento, ahora sólo queremos saber si esta ciudad es una esperanza de vida o un naufragio cultural. 

Atentamente: 

Jermán Argueta 

Señora directora: Agradecería la inclusión de esta carta aclaratoria en El Correo Ilustrado de La Jornada. 

El poeta Juan Bañuelos dijo el 22 de mayo que el Plan Puebla-Panamá "significa que varios de los países más poderosos del mundo quieren dividir a Latinoamérica, empleando de Puebla a Panamá el trabajo barato. Quieren convertir a nuestras naciones, a través de compañías extranjeras, en simples maquiladoras de las grandes empresas" (La Jornada, 23 de mayo). 

Esa interpretación es totalmente infundada. 

El Plan Puebla-Panamá es un proyecto de desarrollo regional que tiene como objetivo atacar las causas de la pobreza en el sur-sureste del país. 

Responde a la necesidad de romper los graves desequilibrios que existen entre el norte y esta región. 

Con Centroamérica el Plan Puebla-Panamá ha planteado la necesidad de coordinar acciones que permitan que su población disponga también de alternativas de desarrollo social. 

El PPP aplica un enfoque integral de la región. No se agota en la construcción de infraestructura física ni en el sólo desarrollo económico. Al contrario: su principal objetivo es impulsar un desarrollo integral y sustentable, que proteja los recursos naturales y ofrezca alternativas de empleo, educación y servicios de salud a la población, de las que carece en este momento. 

Esa es su razón de ser. Justamente por eso aplica una política de construcción de consensos con la sociedad del sur-sureste. 

Nada que tenga que ver con "dividir a Latinoamérica" o "maquiladoras de las grandes empresas". 
 
Tomás Tenorio Galindo, director de comunicación social Plan Puebla-Panamá