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UNA OPORTUNIDAD PARA EL FUTURO
En
una decisión inédita y de la mayor trascendencia para el
país, representantes del Poder Legislativo y la comandancia del
EZLN acordaron ayer la presencia y el uso de tribuna por parte de la delegación
zapatista en el Palacio Legislativo de San Lázaro el próximo
28 de marzo.
Sin lugar a dudas, el encuentro sienta un precedente en
la historia de México, puesto que es la primera vez que un grupo
de indígenas --en declarada rebeldía-- hará uso de
la tribuna de la Cámara de Diputados para defender los derechos
de los pueblos indios del país.
De acuerdo con informes, los legisladores, a petición
del EZLN, extendieron una invitación a los 31 gobernadores de los
estados y sus respectivos congresos, además del jefe de gobierno
de la capital e integrantes de la ALDF.
La pluralidad del encuentro, aunada a un formato en el
que se prevé un diálogo abierto con preguntas y respuestas,
propiciará el enriquecimiento de la discusión y el análisis
de la compleja problemática indígena, y por consecuencia,
impulsará también el debate sobre la iniciativa de ley en
materia de derechos y cultura indígenas elaborada por la Cocopa,
motivo del viaje de los zapatistas a la ciudad.
El recorrido de los rebeldes por diversos estados y su
llegada a la ciudad de México ha generado una marcada división
de opiniones y ha puesto en evidencia la persistente polarización
entre el México liberal y el conservador. Además, ha quedado
implícito el racismo que hay en muchos sectores, y desde luego,
el temor que genera el enfrentamiento con la realidad de un mundo que no
resulta ser como lo creían. Ante esto, el encuentro debe celebrarse
en un ambiente de respeto y libre expresión de las ideas, ya que
se enfrentarán concepciones y visiones opuestas de país.
De los alcances de este primer encuentro se podrán
sentar las bases para que la sociedad participe en nuevos debates sobre
aspectos de la vida nacional que tradicionalmente han sido relegados.
Es de celebrase que el Legislativo abra por primera vez
las puertas a una reflexión sobre lo indígena, hecha por
los propios indígenas. Es un primer paso para terminar, de una vez
por todas, con los estereotipos y los falsos referentes colectivos; una
oportunidad para llenar un vacío de identidad nacional, para encontrarnos
con la historia, cosmovisión y realidad de los indígenas
mexicanos, que, en términos generales, se ha batido entre la negación
y el orgullo histórico, ninguno de los cuales ha sido comprendido
a cabalidad.
El encuentro debe ser visto como un acierto del Poder
Legislativo, como un avance de las instituciones democráticas del
país, pero también debemos alegrarnos porque finalmente un
grupo con representación social se ha ganado un espacio que el Estado
nunca le debió haber negado.
Al parecer, y así lo ha demostrado el presidente
Fox, el gobierno está cayendo en la cuenta de que las políticas
de exclusión, el descuido social y la pobreza, han sido las causas
que orillaron a los indígenas a levantarse en armas. El Presidente,
también hay que celebrarlo, ha dado nuevas e importantes señales
de que sus intenciones de resolver el conflicto son más claras y
decididas que las mostradas por muchos integrantes de su partido y del
PRI.
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