La generosidad, una salida al conflicto en Chiapas,
señala
Señora directora: No puedo salir de mi asombro
con el anuncio de que el subcomandante Marcos se va y regresa con
las manos vacías. No por él ni por su intransigencia, como
dice la iniciativa privada, sino por el más elemental sentido de
la dignidad.
Soy un colombiano que ha tenido que huir con toda la familia
de la guerra que azota a Colombia y hemos llegado a México que sigue
siendo un lugar donde podemos reiniciar vida y productividad, de ahí
la gratitud para con esta nación y nuestro respeto a sus leyes y,
por lo mismo, nuestro permanente silencio frente a toda expresión
que pueda ser considerada como participación política.
Pero aún a riesgo de ser mal interpretados y deportados
al infierno de donde tuvimos que huir, hoy me resulta imposible mantener
este silencio. Precisamente porque venimos de la guerra.
Hace más de 30 años Manuel Marulanda Vélez,
jefe de las FARC, pidió al gobierno una carretera, una escuela y
un centro de salud. Tuvo como respuesta el peor bombardeo aéreo
que haya sufrido un país en toda la historia latinoamericana. Hoy
el país entero está en jaque y no hay una sola familia que
no haya sido afectada por la tragedia del asesinato de un padre, madre,
hermano, tío o amigo. Ese es el mayor dolor de la guerra.
Y no es que Marcos vaya a ser el futuro Tirofijo
de México, sino que la ausencia total de generosidad y de visión
está mandando una señal inequívoca a los movimientos
que vayan surgiendo debido a las condiciones sociales que cada día
se tornan más explosivas. Es imposible dejar de ver las condiciones
de extrema miseria en que se encuentran los indigenas de México
y la ausencia de todo espacio político para que expresen sus opciones.
La autonomía indígena ya es una realidad
jurídica en Colombia, pero lo que fractura a ese país es
la guerra. Los señores del poder, en respuesta a una solicitud de
escuchar, se quedan apoltronados en una arrogancia que maltrata, miedosos
de tender una mano abierta, de paz. Hoy, el gobierno del presidente Andrés
Pastrana quisiera negociar lo que fuera para detener la guerra.
Ninguna generosidad es demasiada a fin de hallar salidas
pacíficas para un país; ninguna apertura a la participación
es demasiada democracia. Si escuchar unos minutos a quien se rebela ahorra
sangre, nunca podremos hablar de demasiada generosidad. Por un elemental
amor a México y a su pueblo.
Alberto González Correa
Denuncia la realización de censo religioso
Querida Carmen: Hace unos días pasaron por
mi casa dos señores enviados por el párroco de la iglesia
San Juan Bautista de Coyoacán. Su misión era comunicarme
el itinerario de la procesión religiosa por las calles de Coyoacán
para conmemorar la Semana Santa, y ?esta sería mi principal preocupación?
elaborar un censo católico para documentar el grado de religiosidad
de los feligreses de esta zona, el tipo de sacramentos que han recibido
y el grado de constancia con que asisten a sus obligaciones religiosas.
Les contesté que ya había respondido a las preguntas del
Censo Nacional de Población y que este tipo de encuestas, que no
censos, me parecía irregular, para no usar un término más
drástico. Respeto todas las manifestaciones de religiosidad de la
gente, pero no creo en las imposiciones. Los parroquianos que me visitaron
tan amablemente, sorprendidos ante mi negativa de contestar el censo, permanecieron
largo rato frente a mi casa, haciendo anotaciones en la hoja que no quise
llenar. No es necesario alarmarse, pero sí tomarlo en cuenta, como
parte de otra de las acciones que se han emprendido últimamente
en contra de las libertades constitucionales de los ciudadanos.
Margo Glantz
Recuerda a Angélica Inda
Estimada señora directora: Valgan estas
líneas para recordar a una mujer amorosa, lúcida y sensible
que trabajó por el saber y la justicia toda su vida. La relación
dulce y cuidadosa que mantuvieran Angélica Inda y Andrés
Aubry demuestra una vez más que el amor existe.
Ramón Vera Herrera
Respaldo perredista a la ley Cocopa
Señora directora: Los firmantes, militantes
del PRD, nos pronunciamos firme y claramente a favor de la libre determinación
y la autonomía de los pueblos indios reivindicadas por la marcha
zapatista. Asimismo, consideramos fundamental que el Ejército Zapatista
de Liberación Nacional y el Congreso Nacional Indígena, planteen
sus argumentos a favor de la iniciativa de ley elaborada por la Cocopa
en torno al reconocimiento constitucional de los derechos y cultura indígenas,
en la tribuna del Congreso de la Unión.
El PRD debe en todos los niveles de dirección y
de representación popular apoyar decididamente las demandas que
ha planteado el EZLN para la reanudación del diálogo.
Armando Quintero, Clara Brugada, Bernadino Ramos, Gilberto
Ensástiga, Fidel Robles, Carlos Imaz, Paco Ignacio Taibo II, Porfirio
Martínez, Rosario Robles, Gilberto López y Rivas, Rigoberto
Avila, Galdino Diego y Angel Pérez (Ver.), José Luis González
(Nay.), Salvador Nava Calvillo (SLP), Carlos Morett, Antonio Velarde, Rosa
Mota (Jal.), Eduardo León Chaín y Fernando Saavedra (Qro.),
Bartolo Rosas, Ermi Rojano, Hilario Carranza (Hgo.), Gerardo Domínguez
(Chis.); Leonel Godoy, Alejandro Encinas, Adrián Arroyo, Saúl
Escobar, Imanol Ordorika, Paloma Saiz, Francisco Pérez Arce, Alejandra
Avila, Federico Bavines, Luis Briones, Marcos González Coglan, Gabriel
Mendoza, Enrique Rocha, Juan Reyes, Adolfo Llubere, Alfonso Mancilla y
50 firmas más
Piden al EZLN permanezca unos días más
en el DF
Señora directora: Indignados, al constatar
que nuestros "representantes" ante el Congreso de la Unión, en los
hechos representan solamente intereses económicos, o, en su defecto,
son cobardes y también retrasados sociales:
Exigimos que como primer paso para que nuestro país
inicie su proceso democratizador, el EZLN y el CNI sean recibidos en la
más alta tribuna nacional para que la Constitución sea verdaderamente
de todos los mexicanos. No aceptamos ni creemos posible iniciar el cambio
anunciado y el supuesto desarrollo de México sin nuestros pueblos
indios.
Las organizaciones civiles y sociales de México
encontramos nuestros anhelos y esperanzas expresadas en los del movimiento
indígena mexicano por lo que una vez más decimos: ¡Nunca
más un México sin ustedes!
En los pueblos indios de México está el
futuro de todos. Es impostergable su reconocimiento constitucional. Quienes
son incapaces de percibirlo no merecen representarnos.
Desconocemos a aquellos que ostentan títulos de
legisladores y no representan la voluntad del pueblo para recibir y escuchar
las demandas del EZLN, el CNI y la sociedad civil, expresados en los acuerdos
de San Andrés.
Exigimos la renuncia de todas y todos aquellos que no
son capaces de cambiar, servir y mandar obedeciendo.
La soberanía emana del pueblo y en los pueblos
indios de México está el futuro de la nación mexicana.
A la delegación del EZLN respetuosamente le decimo:
sabemos que su decisión esta tomada en el sentido de regresar a
sus comunidades de origen; sabemos también que lo han meditado a
conciencia. Pero si no fuera mucho pedir, necesitamos un poco más
de su tiempo. Por favor permanezcan unos días más en esta
defectuosa ciudad. Sabemos que no es fácil porque la falta
de respeto, la estupidez y el atraso que todavía padece la clase
política mexicana y sus amigochos de la banca y las empresas
es grande y evidente. Les pedimos nos den una lección más
de resistencia; somos muchos, millones, algunos organizados, otros no tanto,
pero todos y todas con el anhelo de aprender de ustedes la lección
de dignidad, justicia y resistencia.
Es el momento de que la sociedad civil demuestre que es
capaz de cambiar, organizarse y ser verdaderamente nueva y triunfadora,
pero no en el aspecto económico de unos cuantos únicamente,
sino en el respeto a los derechos humanos y en la conciencia de que el
futuro es el de toda la colectividad o no habrá un mañana.
No aceptamos que se retiren sin ser escuchados porque
su voz es la de todos nosotros.
Somos 60 millones de mexicanos en la pobreza y 30 millones
de ellos en la miseria extrema. ¿Son Diego, Enrique, Ricardo y Felipe,
nuestros representantes, o son los que se oponen a la paz? Ellos son emisarios
de un triste y desesperado pasado. Su voz no existe.
Hermanos y hermanas zapatistas: el pueblo de México
pide y necesita su palabra verdadera y seguir las palabras del Himno Zapatista.
Ofelia Medina, Juan Valencia, Julieta Egurrola, Angélica
Aragón, Damián Alcázar y varias firmas mas |