RANGEL SOSTMANN: ¿PAIS NO EDUCABLE?
Mal comienza su gestión Rafael Rangel Sostmann, presidente
del Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo, y malos
son los augurios para esa nueva institución, cuyo titular, en entrevista
con este diario, empieza por declararse impotente para mejorar el nivel
de escolaridad de la mitad de los 36 millones de mexicanos que carecen,
parcial o totalmente, de educación básica.
A decir del funcionario, 18 millones de las personas que
tienen algún grado de rezago educativo --analfabetos, sin educación
primaria o secundaria-- se encuentran, por así decirlo, en una situación
irremediable ("no son educables", asegura Rangel Sostmann, citando un diagnóstico
del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, INEA),
ya sea porque "son indígenas" o porque, por falta de alimentación
adecuada en la primera infancia, "no desarrollaron su cerebro" y "no tienen
la capacidad mental".
La percepción del funcionario sobre los indígenas,
los cuales "son muy difíciles de atender por el problema cultural
y del lenguaje" contradice frontalmente los señalamientos formulados
por el presidente Vicente Fox en su reciente discurso de toma de posesión,
acerca de la necesidad de asumir que México es un país plural
y diverso, así en lo cultural como en muchos otros ámbitos;
el supuesto que la lengua y la cultura indígenas, e incluso su dispersión
geográfica, son obstáculos para la educación, es una
inaceptable falacia que linda con el racismo.
En cuanto a la mención de ese grupo de "no educables"
que, según Rangel Sostmann, padecen deficiencias cerebrales por
carencias alimenticias en la infancia, cabe dudar del rigor científico
del aserto y, peor aún, cabe preguntarse si no es una versión
refinada del prejuicio clasista que pretende que los pobres son estúpidos.
Ciertamente, en un entorno de injusticias y desigualdades sociales tan
marcadas como el de nuestro país, toda persona situada por debajo
de la línea de la pobreza podría considerarse "no educable",
dado el esfuerzo personal y social que ha de invertirse en su enseñanza.
Pero la principal razón de ser del sistema educativo público
es, precisamente, dar escolaridad e instrucción en todas sus etapas
a decenas de millones de mexicanos, independientemente de su condición
social.
Desde una perspectiva humanista, la tarea educativa del
Estado debe reforzarse precisamente entre los sectores sociales que mayores
dificultades tienen para acceder a la escuela y a la universidad. Excluir,
de antemano, a tales sectores, de la educación, implica renunciar
a obligaciones sociales insoslayables. Si las expresiones comentadas no
son rectificadas en breve será obligado concluir que la carencia
de capacidad mental no necesariamente se encuentra entre los sectores marginados,
sino en las oficinas en las que se diseña la política educativa
del país. |