Señora directora: Solicitamos la publicación de la presente. 

Doctor Ernesto Zedillo Ponce de León, Presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos 

Las organizaciones no gubernamentales y los ambientalistas mexicanos y extranjeros que firmamos esta carta le expresamos nuestra tremenda preocupación por la detención arbitraria y la tortura sufrida por los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera. 

Las violaciones de los derechos humanos de los ambientalistas son consecuencia del intento de silenciarlos por su lucha pacífica a favor de proteger los bosques de la Sierra de Petatlán. 

Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera son miembros de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, AC, fundada en 1998. Debido al trabajo de educación y movilización de comunidades, los campesinos ecologistas lograron poner un alto a la tala inmoderada e ilegal en esa región de Guerrero. 

Antes del 2 de mayo de 1999, cuando Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera fueron detenidos y torturados por miembros del Ejército, por lo menos tres personas en la región habían sido asesinadas a causa de su oposición a la tala del bosque: Aniceto Martínez (31 de mayo de 1998), Elena Barajas (2 de julio de 1988) y Jesús Cervantes Luviano (11 de julio de 1988). 

El caso de Rodolfo Montiel y de Teodoro Cabrera y de quienes han sido asesinados en esa región de Guerrero por tratar de detener la deforestación, de mantener los manantiales que el bosque crea, de evitar la erosión de sus suelos, es uno de los más vergonzosos casos de violación de los derechos humanos por la protección del ambiente. 

Señor presidente, la sociedad civil debe ser efectivamente libre para ejercer su derecho a conservar y defender el ambiente pacíficamente. Las violaciones a los derechos humanos de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera son sólo consecuencia de su activismo para defender los bosques. 

Por ello, le solicitamos la liberación inmediata de ambos campesinos y la atención urgente de los graves problemas de deforestación que padece la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán. 
 
Centro de Derechos Humanos Miguel A. Pro Juárez; Centro de Estudios Sociales y Ecológicos, AC; Centro Ecológico Los Cuartos, Aguascalientes; Centro Mexicano de Derecho Ambiental; Clóset de Sor Juana; Colectivo Ecologista Jalisco; En Defensa del Ambiente, AC; Escuela Medicinal de Aprendizaje Basado en Problemas; Fronteras Comunes; Greenpeace Australia; Greenpeace Internacional; Greenpeace México; Grupo Ecologista del Mayab; Grupo Mesófilo, AC-Oaxaca, México; Grupo de Estudios Ambientales; Grupo de los 100 Internacional, AC: Huicholes y Plaguicidas; Instituto Maya; International Program Natural Resources Defense Council; Isabel Bustillos, de la Unión de Grupos Ambientalistas; National Wildlife Federation; Naturalia; Nautilus Institute for Security and Sustainable Development; Premio Ambiental Goldman; Sierra Club; Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México; Red Mexicana de Plantas Medicinales Orgánicas; Red de Permacultura de México; Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC); y 60 firmas más 

Señora directora: Quiero referirme al artículo publicado por Renato Ravelo en la Sección Cultural del periódico a su digno cargo, del jueves 12 de octubre del presente año, quien me entrevistó telefónicamente el miércoles 11 por la mañana, con motivo de unas declaraciones de Regina Quintero acerca de un supuesto plagio de su obra Kama Sutra realizado por una servidora, creadora de la obra coreográfica Erotismo Sacro. 

En primer lugar, el señor Ravelo me llamó supuestamente con la intención de aclarar el asunto y sin embargo, veo con asombro que siguen utilizando mi nombre para hacerle publicidad a la obra de la señora Quintero. Me refiero al título del artículo que señala que es ''inexistente el plagio en perjuicio de Kama Sutra...'', cuando en realidad el perjuicio por las declaraciones de RQ ha sido para mí, mi trayectoria y mi obra. 

En segundo lugar, el reportero hace mención equivocadamente de un dato que le referí acerca de Erotismo Sacro. El afirma que en los archivos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes consta que en 1997 tomé clases de danza kathakali con Georgina Legorreta, y en realidad yo le señalé que desde 1997 mi proyecto fue entregado al Fonca como parte de mi programa de trabajo en mi postulación al Sistema Nacional de Creadores de Arte. En cuanto a las clases, mencioné que había tomado un curso de esta danza en 1999 para iniciar la investigación de mi proyecto. 

Por último, quiero reiterar que es lamentable que en lugar de aclarar a fondo esta desagradable situación que perjudica mi trayectoria profesional y que será motivo de demanda por difamación, el señor Ravelo utilice el espacio para seguirle brindando publicidad gratuita a la señora Quintero y su obra después de sus irresponsables afirmaciones utilizando mi nombre. 

Mucho le agradecerá la publicación de esta carta de manera prioritaria. 
 
Silvia Unzueta 

Señora directora: No entiendo lo que no entiende la maestra Silvia Unzueta. O lo que entiendo me parece muy simple. Ella transfiere hacia mi trabajo de investigación toda la carga contra Regina Quintero. Con gusto le explico: el dato de 1997 me lo dio José Luis Martínez, secretario técnico del Fonca y, supuestamente, él lo extrajo del proyecto de beca de Unzueta. Aun cuando tengo cierto resentimiento hacia Quintero por el engaño, la ética me lleva a cumplir con mi labor en la sección para la cual trabajo: escribir sobre los proyectos por su validez cultural, no por mis filias o mis fobias. El lector, el público, decidirá si así fue. 
 
Renato Ravelo, reportero de Cultura 

Señora directora: En días pasados fue asaltado un comercio en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, ubicado en la avenida Insurgentes, muy cerca del Parque Central. Eran las tres de la tarde cuando tres sujetos entraron al negocio ?uno de ellos armado?, amagaron al encargado, lo llevaron a un local más al interior y obligaron a tirarse al piso mientras dos de los asaltantes llenaban dos mochilas con mercancía. 

Una tarde comentamos el suceso con un directivo de la Canaco y le pedimos que hiciera el reclamo a la autoridad municipal. Con sinceridad afirmó que al problema de la inseguridad no le veía solución en las condiciones actuales, es decir, con un presupuesto insuficiente para garantizar seguridad a la ciudadanía y recomendó acudir a los servicios privados de seguridad. Me pareció desalentadora la afirmación y sentí en su recomendación la resignación frente a las incapacidades e insuficiencias de los gobiernos. 

Me pareció absurdo que en San Cristóbal los ciudadanos sean ultrajados cotidianamente por la delincuencia cuando hay dos guarniciones militares, un cuartel de la Policía de ''Seguridad'' Pública, otro de la Policía Municipal, las policías judicial federal y estatal, grupos especiales, operativos y de inteligencia. 

Absurdo es el sistema privilegiado de seguridad en el primer cuadro y frente a las instituciones bancarias, que muchos recursos le han quitado a los ciudadanos con sus quiebras y los rescates gubernamentales. 

Absurdo es que el Consejo de Seguridad Municipal tenga desde el año pasado y ''por ahí'', más de millón y medio de pesos sin ''saber que hacer con esos recursos''; que el cuerpo de seguridad municipal de una ciudad de más de 100 mil habitantes cuente con 90 elementos -trabajando en dos turnos-, 45 sean los efectivos de la seguridad de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas con 16 unidades -restando las permanentemente descompuestas- y unas treinta armas -de las cuales, la mitad no sirve-, y el personal -según expertos en seguridad- con nula capacidad preventiva, en la defensa o en el ataque. 

Si el problema de la inseguridad tiene que ver -en parte- con los insuficientes recursos para la policía municipal, resulta más absurdo el gasto que se realiza en obras absurdas que promueve el Ayuntamiento. Como absurda es la corrupción en los cuerpos de ''seguridad'' que liberan a los delincuentes una vez que éstos ''le entran con una corta''. 
 
Atentamente 
 
Gaspar Morquecho