CINTRA: LA DEPREDACION ECONOMICA
En las postrimerías del sexenio zedillista, el fundamentalismo neoliberal
y el culto al libre mercado dan un nuevo golpe a la economía nacional
con la decisión de reprivatizar las principales empresas de aviación
del país, Aeroméxico y Mexicana, y desmembrar la controladora
de acciones de ambas, Cintra, cuya propiedad mayoritaria corresponde al
gobierno federal, vía el Instituto para la Protección al
Ahorro Bancario (IPAB), sucesor del Fobaproa.
La medida se inscribe en la lógica del ciclo privatización-rescate-privatización
de empresas estratégicas para el país y por el cual han pasado,
con diferencias de matiz, los bancos, las carreteras, los ingenios y las
líneas aéreas. Cada cambio de manos se ha traducido en pérdida
de propiedad nacional y de recursos y se ha realizado de manera poco transparente
?por decir lo menos--y a espaldas de la sociedad.
La aviación comercial no es la excepción. La arrogancia
tecnocrática ha ignorado las peticiones formuladas por las bancadas
de las tres principales fuerzas electorales del país y de colaboradores
del presidente electo, Vicente Fox, para abrir un tiempo de consulta y
reflexión antes de esta nueva desincorporación, así
como las adver- tencias de los dos organismos sindicales del ramo, la Asociación
Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y Asociación Sindical de Sobrecargos
de Aviación (ASSA), en el sentido de que la venta por separado de
las dos mayores aerolíneas nacionales acarreará diversas
medidas de protesta del gremio.
En otro sentido, las autoridades tampoco han querido escuchar las advertencias
sobre los peligros que la disolución de Cintra y la venta de Mexicana
y Aeroméxico a compradores distintos. Los detractores de esas medidas
señalan los casos contrastantes de Francia y Canadá, por
un lado, y de Perú, por el otro; en los primeros, hubo de darse
marcha atrás en el desmembramiento de las líneas aéreas
nacionales; en el segundo, se persistió en la división y
ello se tradujo en la desaparición de la aeronáutica comercial
peruana.
En tales circunstancias, el empecinamiento en imponer a cualquier costo
la desregulación, la apertura comercial, la privatización
de bienes públicos y la libre competencia, a contrapelo de un claro
consenso nacional ?expresado por las bancadas legislativas del PRI, el
PAN y el PRD? y de la postura de los trabajadores del sector, está
generando un indeseable conflicto político en el tramo final de
este gobierno. Hay, por todo lo señalado, motivos suficientes y
fundados para dejar la decisión a la administración entrante. |