Señora directora: Mucho le agradeceré publicar la presente donde me permito hacer ciertas precisiones relacionadas al artículo sobre el Archivo General de la Nación (AGN), aparecido en su prestigiado diario, el 28 de septiembre, en la sección de Cultura. 

Mi intervención fue solicitada oficialmente a raíz de un convenio firmado por el rector de la UNAM y la directora del AGN, doctor Francisco Barnés y maestra Patricia Galeana respectivamente, el 19 de agosto de 1997. 

Las investigaciones realizadas fueron sobre la contaminación microbiológica que tiene el acervo en muestreo aleatorio de documentos contenidos en las siete galerías del AGN, junto con una primera aproximación de temperatura y humedad presentes en las celdas donde se guardan los documentos y el efecto de la contaminación atmosférica de la zona en relación con el deterioro del papel por ataque químico. 

Los resultados se presentaron en conferencias y fueron publicados posteriormente en un libro titulado: Situación del Archivo General de la Nación en la antigua Penitenciaría de Lecumberri, editado por el AGN. Debido al elevado grado de infección por microorganismos y a los datos de humedad y temperatura recabados en las galerías, así como la evidencia de que la contaminación del aire en la ciudad de México contiene especies químicas que degradan al papel, se fijaron acciones tanto para confirmar las variaciones de temperatura y humedad durante un año, y la alternativa más adecuada para la esterilización de documentos, considerándose también las dificultades de controlar la temperatura y humedad en una construcción radial como están dispuestas las galerías en el AGN y la purificación del aire para eliminar los agresores químicos; asimismo se analizó la posibilidad de situar el archivo en un lugar más adecuado y con un edificio diseñado para este propósito y no una serie de adecuaciones a un precio elevado y con poca probabilidad de éxito. 

Creo que los estudios realizados no fueron planeados a la ligera y mucho menos sin fundamento científico, por lo que este esfuerzo realizado por el grupo de profesionales que coordino, no deberían arrojarse a la basura debido al cambio directivo del AGN. Estamos en la mejor disposición para cualquier aclaración sobre los datos asentados en el libro publicado. 

Doctor Helio Flores Ramírez, Facultad de Química de la UNAM 

Señora directora: Mucho agradeceré la publicación de este mensaje a la opinión pública. 

Los Juegos Olímpicos fueron provechosos para nuestro país, no por el número de preseas ganadas, sino porque evidenciaron factores significativos para el desarrollo del deporte en nuestra nación, y que son difícil de observar en otro momento por la falta de difusión y atención a la gran mayoría de las disciplinas deportivas. 

En primer lugar, considero que una vez más se demostró que el esfuerzo individual de los atletas mexicanos, que se sobreponen a un sinnúmero de adversidades, pesó más que el colectivo, ya que, claro, en este aspecto cuenta sólo la organización, los programas de gobierno, e incluso la estructura total de la sociedad. 

En segundo lugar, pienso que se han evidenciaron los grandes vicios del sector gubernamental dedicado al deporte: el señor Mario Vázquez Raña se aventura a declarar que el marchista Bernardo Segura sabía de su descalificación antes de cruzar la meta. Es decir, que este señor se confundió ya que no debió embestir contra el atleta, sino contra el Comité Olímpico Internacional. Además de que su propuesta para acabar con este problema de reglamentos de la marcha, propone que ésta salga de Juegos Olímpicos. ¡Qué falta de visión y de apreciación!, no le importa el gran esfuerzo de los atletas no sólo nacionales, y así de fácil pretende tapar su incapacidad de apelación cargándole una vez más todo el peso a los deportistas, los que, por cierto, también fueron víctimas de las dos televisoras del país, que se disputaron las primicias de las entrevistas sin dejar que los atletas tomaran aire después del gran esfuerzo, ya que los abordaban inmediatamente después de su participación. Aun así estos atletas aprovecharon un poco los micrófonos hasta donde se les permitió para denunciar la falta de apoyo al deporte en México. 

Muchas más cosas se han dejado ver en estos Juegos Olímpicos, pero creo que es urgente atender la situación del deporte en nuestro país, ya que es una actividad indispensable para el buen desarrollo de la sociedad y principalmente de nuestra juventud. 

Francisco Martínez Ureña 

Denuncia despido injustificado de la UAG 

Señora directora: Mucho agradeceré un pequeño espacio en este prestigiado diario para denunciar una injusticia. Trabajo en la Universidad de Guadalajara a partir de 1992. En mayo de 1998 llegó una nueva jefa al Departamento de Estudios Internacionales del CUCSH, la señora Gloria Angélica Hernández Obledo, que me dijo ''pide tu cambio''. No acepté trato tan indigno y permanecí en mi lugar de trabajo. Entonces empezó el hostigamiento y la calumnia. Como dicen en Francia: ''quien a su perro quiere matar, rabia le ha de inventar''. Fue rechazado mi proyecto de investigación, creó una lista de asistencia que sólo yo tenía la obligación de firmar (en nómina hay personas que no conozco) me negó la posibilidad de dar cursos en este departamento y un año después de esto elaboró una encuesta para ''evaluar'' mi trabajo. Ni un alumno de primer semestre de sociología se hubiera atrevido a presentar una encuesta tan mal hecha y subjetiva, pero sí una jefa de departamento de la U de G. Todo esto no dio resultado, así que lo último que se le ocurrió fue buscar mi despido. A finales del año pasado asistí a un seminario en la Universidad de París XIII y por circunstancias fuera de mi control no pude regresar a mis labores los días 16 y 17 de diciembre de 1999. Los días 4 (no hubo labores el 3) y 5 de enero del año en curso asistí como de costumbre a trabajar y no encontré lista de asistencia, como ya había ocurrido anteriormente, durante la primera semana después de las vacaciones de agosto. Me citaron para levantarme una acta administrativa el 10 de enero por faltas y rescindir mi contrato. Al elaborar este documento no cumplen la normatividad y me dejan en completa indefensión. El 13 de enero cambian la chapa de mi oficina y me dice una secretaria que rescindieron mi contrato de trabajo. Ahora mi asunto está en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y el abogado que contraté, Ernesto Orozco Concha, no ofreció la prueba testimonial (son varios los testigos que me vieron en mi lugar de trabajo y están dispuestos a declarar), me dicen que mi asunto está ''medio muerto'' y que lo voy a perder. Es inconcebible y una desgracia que en una universidad, ''cuna del saber y la cultura'' se den estas prácticas que son representativas del más puro estilo gangsteril. 

Mtra. Berta S. Ríos Lopez. 

Señora directora: Por conducto de su periódico quisiera llamar la atención de las autoridades del Distrito Federal, en el sentido de la necesidad de una mayor vigilancia con respecto a los permisos y reglamentos para la celebración de espectáculos públicos. 

Me refiero al caso específico del Claustro de Sor Juana, que a los cuatro vientos ha anunciado el inicio de actividades masivas, mismas que se estrenaron el pasado jueves 28 con la presencia del grupo portugués Madredeus. 

Pese a cobrar cantidades nada despreciables (300 pesos por el boleto más barato), carece de infraestructura adecuada, lo que dio lugar, entre otras cosas, a un severo caos vial, filas de casi 45 minutos para entrar; de hecho, esta desorganización originó que el espectáculo iniciara antes de que todo el público hubiese tomado su sitio, a pesar de que llegó oportunamente. No existe iluminación o señalización alguna y el público debe buscar, casi a tientas, su lugar, que consiste en sillas plegadizas, dispuestas en filas apiñadas que impiden movilidad alguna, y que parecieran mostrar la avidez de los organizadores para vender más boletos, aun rebasando la capacidad natural del lugar y poniendo en verdadero peligro la seguridad del público. Es inadmisible que para todo el aforo se cuente con ¡una sola puerta de entrada y salida!, y que no existan rutas de evacuación. 

No quisiéramos imaginar siquiera las fatales consecuencias que sobrevendrían en caso de una emergencia que obligara al rápido desalojo del inmueble, en un sitio que además es patrimonio histórico de todos los mexicanos.  

Ana María López Hurtado 

Señora directora: Hace exactamente 32 años los miembros de mi familia buscaban donde esconderme, además estaban asustados por que yo tenía heridas en la espalda, ya que había estado presente en Tlatelolco, abajo del edificio Chihuahua. No dábamos crédito de la brutal represión de la que éramos objeto, pero sentíamos en nuestro corazón la alegría de acercarnos a la revolución que muchísimos estudiantes soñábamos y que pensábamos que ya estaba a la vuelta de la esquina. Hoy 2 de octubre muchos infelices demagogos "festejarán" este día, poniendo a media asta la bandera nacional, pensando que el movimiento estudiantil se reduce a esta miserable tragedia que vivimos cientos de miles de mexicanos. El 2 de octubre se festeja luchando, no sólo por la democracia, sino por los ideales revolucionarios del movimiento estudiantil del 68. 

¡Vivan los mártires de Tlatelolco!, ¡vivan los estudiantes revolucionarios!, ¡viva el movimiento estudiantil del 68! 

Asiste hoy a Economía, en CU, a las 12 en el Ho-Chi-Minh. 

Alfonso Molina Castro 
(El Ronco de 68)