LA OLIMPIADA EN LA GLOBALIZACION
Los Juegos Olímpicos, en el mundo griego, establecían una tregua en los conflictos entre los diversos Estados y unían a todos los miembros de la cultura helénica entre sí y con los dioses. Las competencias eran útiles para los ciudadanos, que cuidaban su físico y su formación cultural con igual tenacidad y tenían una concepción estética y moral que se expresaba en las pruebas que, dicho sea de paso, estaban estrechamente ligadas a su papel de ciudadanos-soldados y a su orgullo de ser civilizados.
El barón Pierre de Coubertin trató de revivirlos, pero lo hizo con una concepción aristocratizante y estetizante que los desvirtuó. Y la política imperial, con el nazifascismo, primero, y la guerra fría, después, los convirtieron en una guerra por la supremacía expresada en la conquista del mayor número posible de medallas; así acabaron de quitarles los restos de su contenido original, y ahora la globalización demuestra también su retórica en el deporte.
Transformados en un gran espectáculo y un gigantesco negocio, lejos de fomentar la tregua política y la construcción de una cultura común basada en el reconocimiento de las diversidades y de las virtudes del otro, separan a las naciones y los seres humanos en categorías cada vez más divididas por fosos insalvables.
ƑCuáles y cuántos países pueden permitirse la organización de costosísimos Juegos Olímpicos y obtener así la posibilidad de conseguir negocios, turismo, prestigio? ƑCuántos países pueden lograr que sus ciudadanos sean algo más que espectadores, generalmente por televisión, de competencias en las que nunca participarán porque en sus vidas cotidianas jamás podrán practicar realmente la mayoría de los deportes? ƑCuánto la profesionalización directa o la semiprofesionalización resultante de las subvenciones estatales busca esconder la creciente separación entre los ciudadanos y la vida natural y es utilizada con fines políticos, para conseguir "victorias" que refuercen el nacionalismo y, por consiguiente, el poder estatal?
ƑQué hay de realmente deportivo en espectáculos -con indudable interés agonístico y atracción de masas- que sólo afirman las victorias de los pocos países que pueden pagar los técnicos y las tecnologías necesarias para la competencia mundial? ƑAcaso Bulgaria, cuna de levantadores de pesas desde siempre, no tiene hoy que alquilar sus atletas para que compitan con pasaportes de otros países, convirtiéndolos en fuentes de divisas? ƑQuién controla la televisión y los medios de información que harán famoso a un vencedor olímpico para que después haga propaganda a algún artículo deportivo o a una bebida?
ƑQuedarán los deportes pobres y de los pobres -marcha, boxeo- como premio de consuelo para los países donde no hay una industria del espectáculo deportivo, porque son pequeños o sus gobiernos pagan la deuda externa reduciendo la enseñanza y, por supuesto, prácticamente anulando tanto la educación deportiva como la artística?
El espectáculo que ofrecen los juegos de Sidney aunque es grandioso, puede halagar la vista, emocionar, desde luego, no impide observar que los aborígenes que protestan contra ese gasto y exigen una vida digna han sido utilizados en la escenografía como elemento folclórico de propaganda para quienes les han oprimido y que millones de personas no participan en los juegos ni siquiera como espectadores lejanos pues carecen de medios de comunicación y dedican todas sus energías a tratar de sobrevivir.
En la globalización lo importante no es competir, sino ganar. Lo que sólo pueden lograr unos cuantos.
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