Espejo en Estados Unidos
México, D.F. lunes 21 de agosto de 2000
Búsquedas en La Jornada

Números Anteriores
Primera Plana
Contraportada
Editorial
Opinión
Correo Ilustrado
Política
Economía
Cultura
Espectáculos
Sociedad y Justicia
Capital
Mundo
Deportes
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada de Oriente
Correo electrónico
Editorial

CHIAPAS: PABLO SALAZAR, FACTOR DE PAZ

SOL De acuerdo con las cifras del Instituto Electoral de Chiapas, parciales, pero contun- dentes, disponibles hasta el cierre de esta edición, Pablo Salazar Mendiguchía, candidato de la Alianza por Chiapas, será el próximo gobernador de esa entidad. Tales resultados han sido posibles a pesar de los intentos priístas -reportados por los partidos de oposición, por los medios y por organismos civiles- de distorsionar el sufragio popular e intimidar a los votantes, y constituyen un refrendo indiscutible y ejemplar de la voluntad mayoritaria de paz y de cambio entre la ciudadanía chiapaneca.

En este panorama por demás alentador, resultan poco significativos los pataleos ensayados por las directivas nacional y estatal del PRI para descalificar las tendencias abrumadora e inequívocamente favorables a Salazar Mendiguchía. Más allá de los desfiguros y de los forcejeos contra la realidad, Chiapas cuenta, a partir de ayer, con nuevas condiciones políticas para retomar el proceso de búsqueda de una paz con justicia y dignidad y para iniciar el desmantelamiento de un sistema social oligárquico, racista, delictivo y corrupto que ha sido y sigue siendo una de las facetas más vergonzosas de la realidad nacional en el inicio del tercer milenio.

Sin duda, la jornada cívica que tuvo lugar ayer en la entidad sureña refrenda lo que vivió el país el pasado 2 de julio, no sólo en lo que se refiere al voto mayoritariamente antipriísta sino -tanto o más importante- en la vigencia de mecanismos electorales que hicieron imposible, en una y otra ocasión, el fraude y la manipulación de resultados en gran escala. Ha de apuntarse, también, que el inminente inicio de la primera Presidencia no priísta parece haber actuado como elemento de disuasión entre los sectores más aferrados al poder de la oligarquía política chiapaneca, los cuales se mostraban, hasta ayer, dispuestos a mantenerse a cualquier precio -así fuera incendiando la entidad- en el gobierno local.

El hecho es que el triunfo de Salazar Mendiguchía sienta bases sólidas para la necesaria recomposición política, social y económica del estado y refuerza las circunstancias propicias para la paz introducidas por la derrota priísta del 2 de julio. Cabe recordar, en esta perspectiva, la conocida y reconocida vocación del todavía candidato opositor a gestionar la paz por medio del diálogo, su compromiso con los sectores indígenas y marginados, así como su proverbial ecumenismo político.

Pero la alentadora victoria del aspirante de la Alianza por Chiapas es sólo el principio. Salazar Mendiguchía tendrá ante sí obstáculos formidables, generados por quienes aún sueñan en preservar sus intereses políticos y económicos en un entorno semifeudal y opresivo como lo es Chiapas. Ante ellos, el casi seguro gobernador requerirá del pleno respaldo de la sociedad nacional y del Ejecutivo federal que comenzará sus funciones el próximo 1o. de diciembre.


La Jornada, Coordinación de Sistemas Francisco Petrarca 118, Col. Chapultepec Morales, delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570 Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54