Deplora el tío de Lourdes Diaque la ineficiencia de los cuerpos policiacos
Señora directora: Yo soy el tío al que se refiere Marta Lamas en su artículo "Lourdes Diaque y el silencio" y que manifestó en el diario Reforma el increíble salvajismo como fue terminada la vida de mi querida sobrina Lourdes Diaque. Coincido por supuesto con su opinión, en el sentido de que es el silencio y la indiferencia de un pueblo, que a mi juicio se ha habituado a que los ofrecimientos de justicia, por parte de las autoridades no se cumplan, lo que ha originado nuestro profundo escepticismo.
La ineficiencia de la justicia en México es muy compleja, pero tiene en parte su origen en la impreparación de los investigadores, que en su mayoría son improvisados y artistas de la tortura y de la corrupción. Hablo con conocimiento de causa. Simple y sencillamente no saben como llevar a cabo una investigación científica. No tienen idea de cómo comenzarla y menos aún como derivar conclusiones provechosas.
Son muy interesantes y provocativos e inclusive plausibles las interrogantes que se formula la señora Lemus y la señora Teresa Priego (por ella mencionada), pero no encontrarán respuesta, infortunadamente, Lourdes Diaque, mi querida sobrina, fue sacrificada por bestias humanas, como lo dejé indicado en su oportunidad y tengo la certeza de que ya descasa en paz, alejada de los peligros de esta selva en que ha sido transformada nuestra otrora bella, segura y tranquila ciudad.
Por su atención, muchas gracias.
Dr. Raúl Fernández Doblado
Nota de solidaridad de Pedro Armendáriz
Estimada Carmen Lira: Una nota de solidaridad con los artículos de Marta Lamas y Miguel Angel Granados Chapa, publicados en La Jornada y Reforma, respectivamente, en torno al terrible asesinato de nuestra querida y talentosa amiga Lourdes Diaque. Consternado e indignado me uno a la frase de Marta "La única salida productiva al dolor es la palabra".
Pedro Armendáriz
Difiere con artículos de Aragonés, Gilly y Ordorika
Señora directora: Recientemente se han hecho en este diario algunos señalamientos críticos a la propuesta del rector de la UNAM, que hoy se pone a consideración de la comunidad universitaria.
Sorprende que la especulación se convierta en un medio para objetar el plebiscito que se realiza hoy para avanzar en la solución del conflicto que afecta a la UNAM. Si bien pudiera parecer normal que el Consejo General de Huelga (CGH) y algunos de sus aliados afirmen que se trata de abrir paso a una represión, que por lo demás es en este momento impensable, por absurda, cuando los paristas están siendo derrotados politicamente, no lo es que algunos sectores académicos que han sido sistemáticamente ignorados por el CGH se unan al boicot contra este ejercicio democrático sobre la base de las suposiciones y no de los hechos.
La propuesta de la rectoría, avalada por el Consejo Universitario y respaldada por importantes sectores académicos, entre los que destaca por su diversidad ideológica, el grupo de los ex rectores, constituye por primera vez una respuesta al pliego petitorio del CGH. El punto que ha sido cuestionado en este diario es el relativo al congreso universitario. Algunos señalamientos interpretados como carencias en la propuesta del rector De la Fuente, no bastan para invalidar el plebiscito, pues constituyen ideas que pueden y deben ser recogidas por la comisión organizadora del congreso, como la representación de minorías calificadas, la necesidad de controles para evitar la sobrerrepresentación de autoridades o garantizar la participación del propio CGH, que está contemplada en la propuesta, y que pudiera ampliarse incluso a partir de los miembros del Consejo Universitario que le son afines.
La composición de los delegados al congreso no busca la paridad entre profesores y estudiantes, sino que establece una mayoría del personal académico para transformar el rumbo de una institución académica, pero no existe base alguna para suponer que la propuesta está diseñada, como afirma Ana María Aragonés (La Jornada, 17 de enero), para confrontar a la comunidad universitaria ni para extender un cheque en blanco a nadie. Tampoco, como afirman Adolfo Gilly e Imanol Ordorika (La Jornada, 19 de enero), para que la UNAM quede subordinada a las necesidades y demandas del mercado o del capital financiero, lo cual más que una especulación es una alucinación que, con rigor intelectual, no puede desprenderse de la lectura de la propuesta del rector y mucho menos puede usarse para propiciar el boicot del plebiscito entre el personal académico.
La UNAM está cerrada desde hace nueve meses y no es en esencia por un movimiento estudiantil, lo cual cambiaría todo el panorama, sino por el CGH que ha excluido sistemáticamente las opiniones del personal académico y de los estudiantes que no muestran uniformidad ideológica con las corrientes dominantes en ese consejo.
Javier Flores
Apreciaciones sobre la propuesta de De la Fuente
Estimada directora: Los abajo firmantes, profesores y estudiantes del Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM deseamos hacer públicas las siguientes consideraciones sobre el plebiscito al que ha convocado el Rector de nuestra casa de estudios.
1. A casi nueve meses de paralización de nuestra Universidad, apreciamos las iniciativas que los directamente involucrados plantean para encontrar una solución real, incluyente y abierta al conflicto, que permita un regreso a la normalidad sobre la base de acuerdos consensados.
2. En particular, nos sumamos a la propuesta de reforma de la universidad por medio de un congreso democrático y resolutivo, que pueda dar lugar a la superación, acordada por la mayoría, de los problemas de dirección, organización, financiamiento y vínculos de la universidad con otras instituciones y al mejoramiento de la calidad de la docencia, investigación y difusión que realiza nuestra institución.
3. El plebiscito no debe alimentar la falsa expectativa de que una votación mayoritaria a favor de la propuesta del rector resuelve el conflicto universitario. No debiera tampoco dar aliento a posiciones estrechas y autoridades que buscan abrir la Universidad a toda costa, sin atender al diálogo y sin resolver el conflicto.
4. Es preciso, por ello, que el propio Rector y el Consejo Universitario se comprometan públicamente, cualquiera sea el resultado del plebiscito, a continuar el diálogo con el Cosejo General de Huelga, así como a rechazar todo intento de retomar las instalaciones universitarias por la fuerza. De no hacerlo, se corre el riesgo de abrir paso a una ofensiva conservadora que pugne por e medidas condenatorias y de fuerza, antagónicas al espíritu universitario. Este efecto sería de responsabilidad de las autoridades universitarias y del gobierno.
5. Lamentamos que el plebiscito no plantee a los electores alternativas de respuesta a la propuesta de rectoría distintas al apoyo o rechazo en bloque. Creemos que debieron haberse incluido las propuestas que sobre cada uno de los temas a debate ha planteado el CGH.
6. La forma en que se presenta la propuesta del rector impide, además, a los universitarios pronunciarse específicamente sobre la organización, temática, duración e integración del congreso, así como sobre la integración y tareas de la comisión organizadora. Este asunto debe ser motivo de mayor reflexión por todos los universitarios, por lo que esperamos que, una vez reabierto el espacio de diálogo, la comunidad entera sea tomada en cuenta para su determinación.
Guadalupe Acevedo, Gustavo Alvarez, Rossana Cassigoli, Ma. Luisa González, Rosa Ma. Larroa, Martín Linares, Alfonso López, Damelys López, Massimo Modonesi, Lucio Oliver, Ma. José Rodríguez, Eduardo Ruiz, Patricia Salcido, Irene Sánchez, Raquel Sosa, Jorge Turner.
Reflexiones de un lector sobre la lengua
Señora directora: ƑCómo es correcto escribir? 6 de enero de 2000 o 6 de enero del 2000.
Me llamó mucho la atención que algunos diarios de circulación nacional lo escribieron de manera distinta, por lo tanto quiero hacer la siguiente aclaración: la Academia Mexicana de la Lengua, que yo sepa, no ha dicho nada al respecto sobre alguna regla en concreto que se aplique para la escritura de las fechas. Consulté en diversos libros y no encontré una regla concreta sobre lo anterior.
Llego a la conclusión de que puede escribirse de ambas formas, siendo éstas correctas. La clave está en la eufonía (sonoridad agradable que resulta de la acertada combinación de elementos fonéticos de la palabra). Por lo tanto la preposición de, así como su contracción del son ambas válidas, a menos que verdaderos expertos como Hilda Basulto o Fernando Corripio; o bien la misma Academia de la Lengua digna lo contrario.
En otro orden de ideas te hago saber que cuando viaje a Phoenix, Arizona, me percaté de que en el departamento de diarios de dos librerías, La Jornada y El Financiero, estaban junto a New York Times, Washington Post y USA Today. No resistí la tentación de preguntar con mi escaso inglés "nopalero" qué tanto se vende La Jornada, y me contestó una guapa rubia anglosajona que es el diario de México que más venta tiene en Arizona.
Profr. Juan Marcos González López
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