Comerciantes de la Alianza de Organizaciones Sociales bloquearon la avenida Universidad, en ambos sentidos, a la altura de la estación Coyoacán del Metro, para exigir a las autoridades de la alcaldía Benito Juárez los deje vender libremente e incluirlos en el Sistema de Comercio en Vía Pública para evitar que los extorsionen con el pago de cuotas.

Los vendedores manifestaron que llevan más de 35 años ejerciendo el comercio en la zona y acusaron al alcalde Luis Mendoza de enviarles a un grupo de choque para amedrentarlos por negarse a pagar cuotas de hasta 4 mil pesos semanales, pero también hay quienes pagan 6 mil al mes.

Alrededor de las 11 de la mañana, los integrantes de la alianza caminaron sobre avenida Universidad hasta llegar a la calle Real de Mayorazgo, donde impidieron el paso de vehículos.

Ocuparon los dos sentidos para exhibir carteles donde se leía: “Basta a la extorsión de servidores públicos en BJ”, “la Alianza de Organizaciones Sociales no se rinde ni se cansa”, “Exigimos respeto y solución a nuestras demandas”.

Los vendedores explicaron que tienen un acuerdo firmado con las autoridades para hacer uso de la vía pública, que el gobierno de Luis Mendoza se ha negado a respetar y los inspectores han agredido física y verbalmente a mujeres comerciantes, por lo cual dicen “ya basta”.

Por otra parte, habitantes de Xochimilco que se integraron en el colectivo ciudadano Defendamos el Museo Dolores Olmedo, clausuraron simbólicamente el parque Aztlán para exigir “la cancelación definitiva” del proyecto de traslado de las colecciones artísticas que se encuentran en el recinto, entre las cuales hay obras de Frida Kahlo y Diego Rivera.

El grupo de pobladores colocó en la puerta principal del centro de diversiones –concesionado por el Gobierno de la Ciudad de México a las empresas Mota-Engil México y Thor Urbana Capital– engomados con la leyenda “clausurado”.

Asimismo, reclamaron que las autoridades no hayan atendido sus solicitudes de información para el cambio de sede de las obras y que pasen por sobre la voluntad de Dolores Olmedo, quien dejó como legado las colecciones, las cuales debían permanecer en el museo.