Martes 2 de diciembre de 2025, p. 35
Londres. La policía de Corea del Sur arrestó a cuatro personas acusadas de hackear más de 120 mil cámaras de video conectadas a Internet en hogares y negocios y usar las grabaciones para producir material de explotación sexual.
La Agencia Nacional de Policía informó que el material luego se compartió en un sitio web del extranjero, según un reporte de BBC News. Las autoridades señalaron que los sospechosos atacaron cámaras IP aprovechando fallas de seguridad, entre ellas el uso de contraseñas simples.
Dichas cámaras son una alternativa más económica al CCTV, se conectan a redes domésticas y suelen usarse para seguridad o para vigilar a niños y mascotas.
La policía señaló que los lugares hackeados incluían casas particulares, salas de karaoke, un estudio de pilates y una clínica ginecológica.
Según un comunicado de la Agencia Nacional de Policía, los cuatro sospechosos “operaban de manera independiente y no conspiraron entre sí”.
“El hackeo de cámaras IP y la filmación ilegal provocan un enorme sufrimiento a las víctimas y son delitos graves. Vamos a erradicarlos mediante investigaciones rigurosas”, dijo Park Woo hyun, jefe de investigación cibernética de la agencia.
Uno de los sospechosos está acusado de hackear 63 mil cámaras y crear 545 videos de explotación sexual, que presuntamente vendió por unos 12 mil 235 dólares.
Por su parte, otro presuntamente vulneró 70 mil cámaras y vendió 648 videos por unos 6 mil 300 dólares.
Según la policía, estos dos sospechosos representaron cerca de 62 por ciento de todos los videos publicados durante el último año en un sitio que distribuía de manera ilegal material obtenido de cámaras IP hackeadas.
Las autoridades trabajan para bloquear y cerrar el sitio, y coordinan con agencias extranjeras para investigar a su operador. Además, tres presuntos compradores y espectadores del material también fueron arrestados.
La policía informó que ha visitado o notificado a víctimas en 58 ubicaciones, aconsejándoles cambiar contraseñas y ayudándoles a eliminar o bloquear contenido en línea. A la vez, continúan los esfuerzos por identificar a más afectados.












