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FIL 2025
Marina Berri ofrece una mirada ajena y fascinante de la cultura rusa
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Alfabeto ruso, de la escritora argentina Marina Berri, se presenta hoy en la FIL de Guadalajara.Foto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 30 de noviembre de 2025, p. 3

El libro Alfabeto ruso (Elefanta Editorial) es, como describe su subtítulo Un cocodrilo en Vladivostok, un ente en un lugar extraño; es “la mirada de un extranjero de algo con lo que no tiene nada que ver”. Así define la escritora argentina Marina Berri este título, que le valió el Premio de No Ficción Latinoamérica Independiente 2024.

El texto, que se presenta hoy en la FIL de Guadalajara, “es un libro que no podría haber escrito ningún ruso. Hubiera escrito otra cosa, pero es la mirada de alguien que es ajeno, que tiene que aprender. Tiene mucha fascinación, pero no le resulta natural”.

El galardón involucra a las editoriales independientes Criatura (Uruguay), El Cuervo (Bolivia), Elefanta (México), El Fakir (Ecuador), Fósforo (Brasil), Godot (Argentina), Libros del Fuego (Venezuela), Luna Libros (Colombia) y Trabalis (Puerto Rico). Cada una publicará el texto ganador en su país.

Según el jurado, en el texto “arte, literatura, cine, dibujos animados y publicidades antiguas ilustran cada palabra elegida para este Alfabeto ruso, lo que revela una enorme amplitud de referencias culturales que se funden con la potencia del anecdotario personal.

“De una manera estilísticamente sobresaliente, el texto plantea un tránsito afortunado entre lo narrativo, lo argumentativo y lo poético, ensanchando las fronteras de la no ficción contemporánea escrita en Latinoamérica.”

La primera entrada de este alfabeto se dedica a al vocablo алогизм (aloguísm). “Alogismo” se refiere a un concepto teórico de Yuri Mann en torno a Nikolái Gógol. Aunque fue casualidad que se tratara de esta palabra, Berri se congratuló que fuera la primera, “que plantea una lógica un poco estallada, de poder vincular cosas que con la mirada, las preguntas o los paseos no se relacionan tan directamente, pero que en el fondo tienen mucho sentido. Me fascina que sea la entrada del lector para un libro que se puede leer como uno quiera”.

El texto ordena con una gran parte de arbitrariedad. La también traductora y lingüista refirió que le fascina toda la cultura rusa y trató de explorar cosas poco conocidas, pues “en Argentina hay mucha gente que le gustan muchísimo los autores clásicos rusos y no conoce más allá de eso. Me parece que conocer la lengua me permite acceder a tantas otras cosas”.

Berri destacó que este título puede abrir al lector a ámbitos que no se limitan a la literatura y que no va a encontrar en otros. “Sí literatura contemporánea o más antigua, la que no está traducida o que no se conoce mucho, pero también hay películas, dibujos animados, proyectos culturales, como el Proyecto 1917 en Facebook, realizado por historiadores de Rusia en torno a los 100 años de la Revolución rusa”.

La narradora reseñó que Alfabeto ruso tiene “nombres de ciudades, quizá lo más amable para lectores en español, pero siempre vistas a través de alguien, por ejemplo, de Iván Bunin en el caso de Moscú. Después hay palabras que un ruso puede desconocer, como ‘alogismo’. salvo los que hagan teoría literaria y se dediquen a Gógol. Ahí tenemos los extremos”.

En esta exploración de la cultura rusa, además de su estancia de algunos meses y el conocimiento del idioma, Marina Berri utilizó diversos medios que se transmiten mediante el universo virtual. También, “vivir un poco en Rusia siempre, como cuando uno estudia un idioma y le piden que le dedique un ratito siempre. Eso lleva a ver algo de Rusia cada día: noticias, artículos, cosas diferentes, para consultar, vivir y estar ahí de otra manera.

Alfabeto ruso es el segundo libro de no ficción de Marina Berri, quien tiene un amplio gusto por la ficción. Antes escribió Diccionario de ruso, una reunión breve de una especie de notas sobre cómo aprendió las palabras y lo que le costó, así como el significado. Está centrado en la palabra. El más reciente título se enfoca, dijo la lingüista, “en la cultura a través de la palabra, que es lo que permite acceder a otros aspectos de la cultura. Si uno no habla la lengua, no puede acceder a muchas cosas”. Berri ya trabaja en una tercera parte de la serie.