En 2024 ordenó acabar con disturbios, lo que dejó mil 400 muertos
Martes 18 de noviembre de 2025, p. 36
Daca. La justicia de Bangladesh condenó ayer a muerte a la ex primera ministra Sheikh Hasina, declarada culpable de ordenar la represión de los disturbios que provocaron su caída en 2024 y en los que murieron al menos mil 400 personas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Todos los elementos (...) constitutivos de un crimen contra la humanidad están reunidos”, declaró el juez del tribunal de Daca, Golam Mortuza Mozumder. “Hemos decidido imponerle una sola pena, la pena de muerte”.
Hasina, de 78 años, siempre negó los cargos en su contra y fue juzgada en ausencia tras huir en helicóptero a India en el verano de 2024.
Tras la sentencia, el ministerio de Relaciones Exteriores de Bangladesh exigió al gobierno indio extraditar “inmediatamente” a Hasina y a su ex ministro de Interior, Asaduzzaman Khan Kamal, también condenado a muerte y que escapó a India.
La cancillería de ese país se limitó a responder que había “tomado nota del veredicto pronunciado” contra la ex dirigente.
Nuevas protestas
El fallo fue seguido por una oleada de movilizaciones, la mayoría en apoyo a la sentencia y para pedir su ejecución, que dejó medio centenar de heridos, incluidos agentes de la policía.
Una multitud intentó hacer una demolición simbólica de la casa del padre de Hasina, el político Seij Muyibur Rahman, en esta capital, informó el diario Dhaka Tribune. El inmueble fue incendiado luego de que Hasina huyó a India el año pasado, por lo que los manifestantes pretendían demoler lo que queda en pie.
En otras zonas de la capital y diferentes ciudades hubo incendios intencionales y detonaciones. Unos 50 vehículos fueron quemados, principalmente autobuses.
La ONU consideró que el veredicto constituye un “momento importante para las víctimas”. Sin embargo, “lamentamos (...) la imposición de la pena de muerte, a la que nos oponemos en todas las circunstancias”, declaró Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Tras la sentencia, Hasina, que estuvo en el poder durante 15 años, afirmó que el veredicto tenía “motivaciones políticas. Las sentencias pronunciadas contra mí fueron dictadas por un tribunal amañado, establecido y presidido por un gobierno no elegido y sin mandato democrático”, aseveró en un comunicado.
La decisión del tribunal de Daca era muy esperada en este país asiático de más de 170 millones de habitantes, centrado en las próximas elecciones legislativas, que deben celebrarse dentro de tres meses.
El jefe del gobierno interino, el Nobel de la Paz Muhammad Yunus, la celebró como “un veredicto histórico”.
La policía de la capital se desplegó en gran número para llevar a cabo estrictos controles alrededor del tribunal y en todos los puntos neurálgicos de la ciudad, constataron periodistas de Afp.












