Martes 4 de noviembre de 2025, p. 4
Como parte de las investigaciones en torno al homicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ya se analizan los diversos videos con que cuenta la Fiscalía General de Justicia de Michoacán antes y después del atentado, informó el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
Con ello, se espera determinar el número de participantes que estuvieron involucrados en el ataque y descartar otros sobre los cuales existen sospechas.
Las principales cabezas del gabinete de seguridad acudieron a la conferencia presidencial para hablar sobre el asesinato, sobre lo cual, García Harfuch explicó que hasta ese momento no se tenía ubicada la identidad del atacante que murió el sábado.
Sin embargo, se tienen algunos papeles que permiten ubicar el hotel donde se hospedó y algunos negocios donde estuvo, a partir de lo cual se podrá ubicar a qué grupo delictivo pertenece, precisando que en Michoacán operan Los Viagras, el cártel Jalisco Nueva Generación y Los Blancos de Tierra.
Asimismo, al ser cuestionado sobre la ausencia en la investigación de la Fiscalía General de la República, declaró que ahora trabajan con la fiscalía estatal porque ellos tienen elementos importantes para la indagatoria.
–¿Se está considerando que este es un homicidio del fuero común?
–No, por supuesto que no, porque participó delincuencia organizada. Aquí lo importante, más que quién lo atraiga, es que se resuelva. O sea, estamos trabajando como gobierno de México con la Fiscalía del estado de Michoacán porque ahí inició, es ahí donde inicia la carpeta de investigación. Si fuera necesario, por supuesto, solicitaremos al fiscal que lo atraiga.
GN hacía vigilancia “periférica”
A su vez, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, explicó que por acuerdo con Manzo, se determinó en su momento que su seguridad inmediata la asumirían policías municipales de su confianza.
En tanto, los seis elementos de la Guardia Nacional (GN) que se le asignaron originalmente (en diciembre) realizarían vigilancia “periférica”.
Posteriormente, en mayo se reforzaron con ocho integrantes más, dijo el general, quien, no obstante, comentó que los policías municipales “hicieron buen trabajo, hasta que se presentaron estas circunstancias lamentables, debido principalmente por la vulnerabilidad que presentaba el evento, en general”.
Trevilla explicó que la misión principal del personal de la Guardia Nacional, que estaban dotados con armas largas, con armamento colectivo, era precisamente darle seguridad periférica adonde él anduviera o acompañarlo en este tipo de recorridos.
García Harfuch comentó que con los indicios con que se cuentan hasta ahora, no existe ningún elemento que permita suponer que algunos de los integrantes de la escolta cercana del alcalde pudiera estar involucrado con el crimen organizado para perpetrar el ataque.
A pregunta expresa sobre las versiones de que se habían retirado elementos de la Guardia Nacional, reconoció que por motivos de rotación, como ocurre en todo el país, se movieron 200 elementos que estaban asignados a Uruapan, aunque posteriormente llegaron 100 más.
Enfatizó que no se abandonó al alcalde e incluso se le apoyó con dos acciones: la operación Chutani, entre el 1º de mayo y el 6 de junio, cuando se desplegaron mil 200 en la región de Uruapan, y Chatli, en nueve municipios de esa entidad.












