Mundo
Ver día anteriorJueves 23 de octubre de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Putin dirige pruebas de ataque nuclear “rutinarias”

Sobre la cumbre cancelada por Trump, el Kremlin asegura que el encuentro requiere tiempo y preparación

Foto
▲ Desde el Kremlin, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, supervisa las maniobras de las fuerzas nucleares estratégicas.Foto Kremlin vía Europa Press
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 23 de octubre de 2025, p. 28

Moscú. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dirigió ayer desde su despacho en el Kremlin ejercicios por tierra, mar y aire de sus fuerzas nucleares, horas después de que se supo en la capital rusa que su colega de Estados Unidos, Donald Trump, decidió suspender la cumbre de Budapest debido a que no quiere “perder el tiempo en una reunión inútil”, en alusión a que el Kremlin se mantiene inflexible respecto a sus demandas para negociar con Ucrania y rechaza el alto el fuego en la actual línea del frente de combates que promueve el republicano.

“Hoy (miércoles) tenemos ejercicios rutinarios, insisto, rutinarios sobre el uso de las fuerzas nucleares”, manifestó Putin en una breve intervención grabada, distribuida por la oficina de prensa del Ejecutivo, al ordenar por videoconferencia el comienzo de las maniobras al ministro de Defensa, Andrei Belousov, y al jefe del Estado Mayor del ejército, Valeri Guerasimov, quienes se encontraban en el Centro Nacional de Coordinación de la Defensa de Rusia, desde donde se efectuaron los lanzamientos.

Tras decir que “se cumplieron todos los objetivos”, Guerasimov destacó que el propósito de estos ejercicios –los anteriores tuvieron lugar hace dos años– era “ensayar el procedimiento para autorizar el uso del armamento nuclear”, que requiere que el presidente, el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor aprieten simultáneamente el llamado “botón nuclear” que activa los componentes de respectivo arsenal.

En esta ocasión, según Guerasimov, se lanzó un misil intercontinental Yars, cuyo alcance es de hasta 12 mil kilómetros, desde el cosmódromo de Plesetsk, ubicado 800 kilómetros al norte de Moscú, hasta el polígono de Kura, en la península de Kamchatka, situado a 6 mil kilómetros de distancia.

También participaron el submarino nuclear Briansk, que disparó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents, así como bombarderos estratégicos Tu-95C, que lanzaron misiles de crucero.

Mientras la Casa Blanca precisó en Washington que una cumbre entre Trump y Putin no se va a llevar a cabo en “el futuro inmediato”, el Kremlin dio a entender que sólo se pospuso y no se canceló definitivamente, ya que un encuentro de ese tipo requiere “tiempo y una preparación exhaustiva”.

El vocero de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, reviró: “nadie quiere perder el tiempo. Ni el presidente Trump ni el presidente Putin, que son mandatarios acostumbrados a trabajar de manera efectiva y con grandes resultados, aunque la eficacia siempre requiere tiempo”.

No hay reunión a la vista

A juicio de Peskov, hay en este momento “una pausa” en la búsqueda de un arreglo político en Ucrania, que necesita “la implicación al más alto nivel”, pero una reunión de los líderes ruso y estadunidense “debe ser bien preparada”.

Reconoció que “por ahora no hay ninguna noticia” sobre el sitio de una posible cumbre ni la fecha en que podría celebrarse.

Explosivo en una guardería

En lo que se ha vuelto realidad cotidiana, Rusia atacó la madrugada de este miércoles la capital de Ucrania, Kiev, y al menos cinco regiones del vecino país eslavo con 28 misiles, de ellos 11 balísticos y cuatro hipersónicos, así como 405 drones.

El ministerio de Defensa de Rusia sostiene que no dañó instalaciones civiles, mientras las autoridades de la ciudad de Járkov aseguran que un dron ruso impactó en una guardería.

Por su parte, Ucrania continuó lanzando drones contra refinerías en distintos lugares del territorio ruso, dejando ya fuera de circulación cerca de 20 por ciento de su capacidad de producción de gasolina y otros derivados.

Este miércoles afectó instalaciones en Daguestán y Mordovia, y reivindicó un ataque el martes con misiles de crucero franco-británicos Storm Shadows contra una planta química en Briansk, que fabricaba explosivos y combustible para los misiles que utiliza Rusia en Ucrania.