Repudia que dos juezas hayan bloqueado su orden de desplegar soldados en Oregon e Illinois
Martes 7 de octubre de 2025, p. 30
Washington. El presidente Donald Trump sostuvo ayer que está dispuesto a invocar la ley de insurrección, que permite al Ejecutivo de Estados Unidos desplegar tropas federales para sofocar una rebelión, como parte de sus medidas contra ciudades gobernadas por demócratas.
Consideró el uso de dicha ley después de que una jueza federal en Oregon detuvo temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional en Portland, mientras otra magistrada en Illinois fijó una audiencia el jueves para analizar el caso en Chicago.
Ambas ciudades han visto aumentar el número de agentes federales desplegados en sus calles como parte de la ofensiva del gobierno republicano contra los indocumentados, lo que ha provocado protestas afuera de las instalaciones de los agentes de migración.
“Tenemos una ley de insurrección por una razón. Si tuviera que aplicarla, lo haría”, aseguró el jefe del Ejecutivo a los periodistas.
Agregó: “si la gente estuviera siendo asesinada y los tribunales nos detuvieran, o los gobernadores o alcaldes nos detuvieran, claro que lo haría”.
El debate por la militarización interna del país se intensificó después de que Texas autorizó enviar 200 elementos de la guardia a Illinois, lo que fue rechazado por gobernador de ese estado, el demócrata JB Pritzker.
Los comentarios de Trump sobre la ley de insurrección, que tiene siglos de historia, llegaron minutos después de que Pritzker advirtió: “la administración Trump está siguiendo un manual: causar caos, crear miedo y confusión, hacer que parezca que los manifestantes pacíficos son una turba disparando balas de gas y botes de gas lacrimógeno contra ellos”.