El gran reto era mantener en la pantalla el tono del texto que es uno de los grandes de la literatura universal, señala
Jueves 11 de septiembre de 2025, p. 7
Atisbando en uno de los episodios históricos más lóbregos en México, el director Luis Estrada estrena su primera serie televisiva, Las muertas, basada en el libro de Jorge Ibargüengoitia, quien a su vez se inspiró en el caso verídico del desarrollo, ascenso y caída de las hermanas González Valenzuela: Las Poquianchis, quienes construyeron un imperio de burdeles en el país en la década de los años 60, quedando marcadas en la historia como las asesinas seriales más despiadadas y temidas en territorio nacional.
En entrevista con La Jornada, el director Luis Estrada señaló que las exigencias cinematográficas para hacer La muertas y lo que le requirió por ser su primer trabajo en este formato: “fue un reto enorme porque creo que Las muertas es uno de los grandes libros de la literatura universal no solamente mexicana. Tuve la suerte de acercarme a la novela hace muchos años desde que salió editada por primera vez y se me volvió una especie de obsesión querer hacer algún día una película o algo a partir de la novela, porque creo que conjuga muchos de los temas y los problemas por los que pasa este país, pero con la perspectiva, la mirada con la ironía y la sátira de Jorge Ibargüengoitia. Creo que el gran reto era justamente encontrar la mejor forma de trasladarla de la literatura a la pantalla, tratando sobre todo de mantener el tono de esta historia escabrosa y sórdida que fue la de Las Poquianchis”.
Las Poquianchis
El director de El Infierno, continuó: “creo que el genio de Ibargüengoitia logró con estos elementos de la vida real que la historia de Las Poquianchis, las hermanas González Valenzuela, hacer de ello una sátira maravillosa en la que el reto implicaba trasladarlo y seguir respetando ese tono, era lo que más me importaba. Por supuesto, en términos de producción es lo más ambicioso que he hecho en mi vida, porque además asumí hacerla con el mismo rigor y cuidado como si fuera una película. Es raro que una serie de estas dimensiones como Las muertas la dirija y la escriba el mismo equipo, porque normalmente una sola persona o grupo no se hace cargo de la dirección de todos los capítulos, y esa fue una decisión que tomé en acuerdo con Netflix, porque justamente para mí se trataba de mantener el arco y la progresión dramática de estos increíbles personajes, que en la novela se conocen como las hermanas Baladro, trasladando la historia lo más fielmente posible para que se pudiera reconocer en la serie”.
El Perrito Estrada, como se le llama cariñosamente en el ambiente cinematográfico, mencionó cómo se desdobló a lo largo de su vida la historia de Las muertas. “Cuando ya estaba implantada la historia en mi cabeza, a lo largo de la carrera varias veces intenté obtener los derechos, por una u otra razón alguien los tenía, nunca los había podido adquirir y llegó el momento después de la experiencia de mi reciente película ¡Que viva México!, que fue muy bien recibida en Netflix, la vieron 30 millones de personas, y cuando me preguntaron ¿qué quería hacer?, mi primera respuesta fue decirles Las muertas. En ese momento todavía la concebía como una película, pero siempre que pensaba en ella me decía: tengo que sacar demasiado para poder trasladarla del libro a la pantalla y creo que afortunadamente el mejor formato para trasladarla era de un serial, que digo que son casi como seis películas, pero siempre con un eje conductor: el ascenso y la caída de las hermanas Baladro, en este tono maravilloso que plantea Ibargüengoitia”.

Humor y sátira
En el trabajo de Luis Estrada la sátira, la ironía y el humor son su hábitat natural y hacerlo en una miniserie le permitió expandir su creatividad cinematográfica: “he entendido que estas miniseries o series, si no tienen continuación sí tienen un desarrollo muy específico. Me sentí muy bien filmando la serie, la verdad es que creo que fue una gran experiencia porque los retos eran muchísimos, adaptar una pieza literalmente sin la necesidad de dejar cabos abiertos y como todo estaba constreñido en el libro, todo en términos del desarrollo de los personajes, los lugares… creo que la ventaja de Las muertas es que está escrita casi en imágenes cinematográficas; Ibargüengoitia hace una descripción muy precisa de los lugares y la estructura que creo que también tiene mucho que ver con lo cinematográfico. En el juego de tiempos, de los puntos de vista, cómo va intercalando testimonios con declaraciones, con investigación periodística, me sentí muy bien porque creo que hay muchas afinidades entre el universo de Ibargüengoitia y el que siempre ha estado en mi cabeza para hacer mis películas”.
Concluyendo la entrevista Luis Estrada dijo: “Creo que la serie toca temas que para mí son muy relevantes, pero en este tono, la serie es en esencia una historia sobre la maldad y cómo una sociedad con esta problemática si iguala moralmente sin dejar que nadie se salve.
“Fue una experiencia increíble y agotadora porque era muy importante hacer la mayor parte de manera artesanal. Me siento muy contento y satisfecho con los resultados que este formato te exige.
“A pesar de los retos que implica hacer cualquier serie o película creo que siempre lo que manda es la historia original, que es extraordinaria. Hubo una especie de coincidencia muy afortunada en que pudiéramos desarrollar Las muertas, ya que la novela te propone esta estructura, la novela tiene subdivisiones en capítulos. Creo que a final de cuentas las historias se encuentran y pueden ser desde un cortometraje a un largometraje o una serie épica. Por ejemplo, para ¡Que viva México! necesité más de tres horas. Para contar Las muertas en una película necesitaba siete, entonces hubiera sido muy difícil comprimirla o resumirla en una sola. En ese sentido, sí fui muy afortunado de poder contar todo lo que quería en este nuevo formato.”
Las muertas se estrena este fin de semana en el servicio de streaming Netflix.