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Gaby Agúndez y Ale Estudillo, una mezcla de dos escuelas de clavados

Seleccionadas olímpicas entrenan en Estados Unidos y en México

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▲ Agúndez (izquierda) y Estudillo ganaron bronce en Tokio 2020.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de septiembre de 2025, p. a12

Para entrenar con Gabriela Agúndez, Alejandra Estudillo debe trasladarse más mil 500 kilómetros de Texas a Guadalajara. Además, sincronizar de manera perfecta dos estilos de escuelas de clavados: la mexicana y la estadunidense.

“Tenemos técnicas un poco distintas, pero la combinación de ellas es todo un éxito al momento de competir”, dijo la clavadista estudiante de la Universidad de Texas.

Siguiendo el ejemplo de su compatriota Aranza Vázquez, Estudillo se mudó a Estados Unidos después de su participación en París 2024. Desde entonces, su nivel competitivo y dificultad en sus saltos se han incrementado.

“La Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA, por sus siglas en inglés) es una maquinaria perfecta, hay muchas instalaciones y competidoras con medallas olímpicas y mundiales no sólo en clavados sino también en natación. Estar ahí es muy importante para mi futuro deportivo y académico”, añadió la competidora, quien cuenta con una beca.

Alejandra, nacida en Chiapas hace 20 años, se adaptó muy rápido al exigente programa de entrenamiento estadunidense. Seis veces a la semana se traslada a la alberca a las 5:30 horas y entrena hasta las nueve; después, estudia de 10 a 13 horas la carrera de diseño de interiores. “Todo está muy bien planeado y esa es la principal fortaleza del sistema estadunidense. Son demasiado estructurados y organizados en lo que se refiere a los atletas-estudiantes; es una formación integral”, compartió.

Aunque son pocas semanas al año las que puede entrenar con Gaby, la seleccionada aseguró que la combinación de sus estilos en la prueba de plataforma sincronizada es suficiente para competir a nivel internacional.

“Lo que más nos une es el hambre de éxito. A la hora de hacer clavados la combinación de las dos escuelas hace su magia. Yo aporto el grado de dificultad y ella la experiencia.”

Estudillo no descarta competir también en trampolín de tres metros, especialidad en la que obtuvo el sexto lugar en París.

“La vida da muchas vueltas y es difícil tomar una decisión. No pienso dejar ninguna de las pruebas y sigo entrenando ambas hasta que decidamos qué hacer.”

Hecha en el país

En Guadalajara, Gaby Agúndez se alista para lo que será su tercer ciclo olímpico. Desde niña se formó con entrenadores mexicanos, quienes le dieron las bases para ser una de las mejores del mundo en la plataforma.

“La escuela mexicana es famosa a nivel mundial porque trabajamos todos a la par: entrenadores, atletas y gobierno. Somos un país con mucho talento en los saltos”, detalló la medallista olímpica.

La seleccionada de 25 años ha pulido sus innatas cualidades con Iván Bautista, arquitecto de las carreras de varios medallistas olímpicos.

“En nuestro país tenemos todo, instalaciones, apoyo y, principalmente, un grupo de entrenadores que están comprometidos con elevar el nivel de nuestros clavados.”

Aunque ya tiene una medalla olímpica en plataforma sincronizada (bronce en Tokio 2020), Gaby sueña con subir al podio en la modalidad individual.

“Mi meta es recuperarme al 100 por ciento y formar un gran equipo con Ale. Otro objetivo es subir al podio en lo individual.”

Agúndez y Estudillo ganaron plata en el Mundial de Singapur, lo que significó un aliciente para la pareja de cara al inicio del ciclo olímpico rumbo a Los Ángeles 2028.