
Miércoles 3 de septiembre de 2025, p. a11
Taipéi. La peleadora taiwanesa Lin Yu-ting, cuyo género se puso en duda en París 2024, donde ganó el oro en su categoría (57 kilogramos), no participará en el Mundial de Boxeo que se disputará a partir de mañana en Liverpool, Inglaterra. Su entrenador aseguró que la deportista se sometió al examen de feminidad impuesto por las autoridades.
La federación de Taiwán aseguró haber transmitido los resultados de la prueba a World Boxing, pero dijo no haber recibido ninguna respuesta del nuevo ente rector de este deporte a nivel mundial, informó la agencia de prensa taiwanesa Central News.
“Lin no participará en el Mundial. No podemos autorizar a la deportista para viajar al Reino Unido sin garantías de que vaya a poder competir”, precisó la federación, que por el momento no obtuvo respuesta de World Boxing.
La campeona olímpica de 29 años aceptó pasar la prueba de feminidad obligatoria, aseguró su entrenador Tseng Tzu-chiang. Según la nueva política de World Boxing, las deportistas de más de 18 años deben someterse a un test genético PCR para determinar su sexo de nacimiento y poder competir en la categoría femenina.
En los Juegos de París, hace un año, Lin Yu-ting y la boxeadora argelina Imane Khelif, ambas campeonas olímpicas en categorías diferentes, sufrieron ataques de quienes pusieron en duda su género.
En 2023 fueron excluidas del Mundial por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) tras supuestamente no superar un test, pero el Comité Olímpico Internacional (COI) las autorizó a competir en París al considerar que eran víctimas de “una decisión precipitada y arbitraria” de la AIBA.
El lunes, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS, por sus siglas en francés) informó que Khelif presentó el pasado 5 de agosto un recurso ante la institución con sede en Lausana contra la obligatoriedad del examen de feminidad.
La campeona olímpica en la categoría -66 kilogramos pide que se retire la prueba impuesta por World Boxing, y reclama poder participar en el Mundial de Liverpool (del 4 al 14 de septiembre) sin tener que someterse a examen alguno.
Esa última solicitud no tiene casi ninguna opción de salir adelante porque el TAS no ha concedido una medida cautelar que permita su presencia en el Mundial ni ha puesto fecha a una audiencia.
Después de los Juegos de Atlanta 1996 el mundo olímpico retiró los exámenes debido a numerosas críticas, desde la Asociación Médica Mundial a organizaciones de derechos humanos y científicas.
“La determinación del sexo biológico es mucho más compleja que la ecuación: XY = hombre”, advirtió recientemente en la publicación The Conversation el científico australiano Andrew Sinclair.
Además de los cromosomas, “las características gonádicas, hormonales y sexuales secundarias desempeñan todas ellas un rol”, recordó el especialista.
Bajo presión ante esta reaparición de los exámenes de feminidad, la nueva presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), Kirsty Coventry, lanzó a finales de junio un grupo de trabajo sobre el acceso a la categoría femenina, que debería conducir a directivas claras.
Desde finales de 2021, la instancia olímpica fijaba a las federaciones internacionales simples recomendaciones y les disuadía especialmente de “presuponer” una ventaja competitiva injusta “debido a la intersexualidad, la apariencia física o la transidentidad” de una deportista.