Cultura
Ver día anteriorDomingo 31 de agosto de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Diversidad cultural ofrece hoy el programa de la CND en Bellas Artes
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de agosto de 2025, p. 4

La diversidad en todos los sentidos es la característica común del programa Coreógrafos internacionales, a cargo de la Compañía Nacional de Danza (CND), que se presentó en el Teatro de Bellas Artes los pasados 29 y 30 de agosto, y hoy por última ocasión.

El programa está compuesto por cinco obras, de igual número de coreógrafos, de los cuales cuatro son estrenos de la CND y la premier mundial de Gratitud, creada especialmente para la compañía, del portugués Juliano Nunes. Se cuenta con dos duetos, uno del brasileño Ricardo Amarante, que forma parte de la pieza Love, Fear, Loss, inspirada en las canciones de Edith Piaf, y cuya música es interpretada en vivo por un pianista. El otro dueto, New American Romance, es del estadunidense James Whiteside.

Mientras el armenio Arshak Ghalumyan montó Mare crisium (Mar de las crisis), con un elenco femenino, y el español Nacho Duato repuso Gnawa, de 20 minutos, la más larga del programa, cuyo estreno data de 2005.

Para Érick Rodríguez, director artístico de la CND, “pocas veces se logra reunir en un mismo escenario a cinco coreógrafos con obras interpretadas por nuestros bailarines, por nuestra forma de bailar”.

Ghalumyan recibió su formación dancística en Armenia y Hamburgo. Durante muchos años fue solista en el Staatsballett Berlin, compañía donde estrenó Mare crisium, que ahora trae a México a petición de Elisa Carrillo, directora artística adjunta de la CND.

La obra, de 10 minutos de duración, gira en torno a la energía de la mujer, que juzga “muy poderosa”. El nombre se refiere a un mar lunar. Para Ghalumyan, este satélite natural representa la energía de la mujer.

Dice que crea sus obras siempre a partir del cuerpo humano, no del movimiento, ya que piensa que éste “no es nada en especial. Es algo que todo el mundo puede hacer”. De acuerdo con Ghalumyan, nadie tiene la misma dinámica, de modo que siempre busca que el bailarín trabaje en abrir su mente y no concentrarse en el movimiento, porque éste es “decoración”, mientras “lo verdadero es el ser humano”.

Es con base en la personalidad del bailarín que se puede crear algo nuevo, porque “ya todo existe. Sin embargo, puedes desarrollar una manera novedosa de ver los colores, pero para lograr esto, el bailarín tiene que estar libre en su mente. Tiene que permitirse experimentar, no limitarse”.

Whiteside, por su parte, cuenta que dos de sus colegas del American Ballet Theatre (ABT) vinieron a la Ciudad de México para bailar un fragmento del pas de deux New American Romance. Ahí lo conoció Elisa Carrillo, y le gustó. En el programa se muestra un fragmento de la primera parte de la pieza. Cada movimiento de la coreografía, creada en 2019 para el ABT, ofrece una versión diferente de las formas que toma el amor: “quiero que el público experimente esa emoción en escena de la misma manera que tal vez lo hayan vivido”.

Continúa: “quise que vieran una historia sin sentir que tenían que entender lo que pasaba. Quise que los bailarines interpretaran a un par de humanos que se preocupan el uno por el otro, que hacen cosas emocionantes y peligrosas, pero que se cuidan entre sí, al igual que una pareja en la vida real. Uno experimenta sus altas y bajas, tiempos difíciles y tiempos buenos; también es feliz e infeliz. Espero que el público se dé cuenta de esto en esta pieza de corte clásico”.

De África y Portugal

Duato evoca la esencia del Mediterráneo en Gnawa, un viaje coreográfico que trasciende fronteras. En 1992, el coreógrafo estrenó Mediterrania en su ciudad natal, Valencia, obra que sumerge al espectador en las raíces profundas de su identidad y su conexión íntima con ese mar. En 2005, Duato dio continuidad a esta exploración con Gnawa.

La obra refleja la herencia de los gnawa, descendientes de esclavos subsaharianos de países como Mauritania, Senegal, Mali, Nigeria y Guinea asentados en Marruecos. Su rica tradición litúrgica, expresada en rituales como la lila o el derdebà, recrea el sacrificio primordial y la génesis del universo a través de los siete mlùk, manifestaciones divinas representadas por siete colores que simbolizan la descomposición de la luz primigenia.

Según el director artístico de la CND, la creación de la obra de Nunes, Gratitud, tuvo mucho que ver con la energía de los bailarines de la compañía. “Encontró aquí las ganas de hacer y recibir de nuestros bailarines. La obra tuvo de base su fuerza”, puntualiza.

De la coreografía Love, Fear, Loss se presenta el último dueto. Este es un ballet inspirado en la vida y la música de la icónica cantante francesa Edith Piaf.

El programa Coreógrafos internacionales “no sólo es una forma de traer el mundo hacia la CND, sino de llevar a la agrupación hacia el mundo”, afirma Érick Rodríguez.