En su primer acercamiento como escritora, la ilustradora Amanda Mijangos presenta un volumen sin pretensiones literarias

Jueves 24 de julio de 2025, p. 5
Imaginar y explorar las múltiples dimensiones de contar con números, imágenes, palabras, o lo que acontece, es la propuesta del libro infantil 1 libro para contar algo, editado por El Naranjo y escrito e ilustrado por Amanda Mijangos (Ciudad de México, 1986).
En entrevista con La Jornada, la autora describió que este proyecto nació con la intención de hacer “un libro que pudiera ser un juego para niños de la primera infancia; que fuera muy sencillo y, a la vez, tuviera un elemento complejo, como el narrativo. Sentía que las publicaciones pensadas para este público siempre tienen un afán didáctico; y sí, realmente en esa etapa aprenden un montón de cosas, pero me parecía que tienden a ser muy unívocos.
Tenía experiencia como ilustradora, donde normalmente leo y propongo una colección de imágenes que no se agoten tan rápido. Es decir, a mí me gusta leer varias veces los libros infantiles; de pronto puedes ir encontrando cosas nuevas. Al ilustrar quería que pasara eso, que las páginas fueran retadoras, que abrieran una posibilidad de algo que no habías visto
, detalló.
Mijangos, en su primer acercamiento como escritora, explicó que pensaba en crear un libro que no tuviera una pretensión literaria, pues “no era un cuento, más bien era un juego. Desde ahí, salieron unas frases muy sencillas que lo que proponen es una lectura distinta a lo que la imagen está haciendo. Son números que no solamente aparecían como una secuencia de sumas o de cantidad de cosas, sino que empezaron a revelarse como parte de la vida, como el 12, que lo reflejé como las paradas que tiene un reloj que cuenta el tiempo.
Hay que recordar que los números, al igual que las letras, son dibujos: sus formas nos pueden evocar algo o pueden ser más que sólo tener la utilidad de enumerar. Como pasa con el 4 invertido, que puede ser una silla, o un 8 acostado, unos anteojos. Era loco, a veces se me ocurrían primero las palabras y en otros las imágenes, Me preguntaba: ¿cómo le hago para darle la vuelta a la imagen con el texto? Estoy acostumbrada a hacer lo opuesto. Se hizo muy evidente que justo está ahí la ilustración, no tanto como en la imagen concreta dibujada o representada que aparece, sino en ese limbo de diálogo que hay entre esa representación de imagen y el texto que ilustra
mencionó.
En el ejemplar hay un dibujo que evoca al juego donde, uniendo los números, creas una figura. Al hablar sobre ello, la ilustradora contó que temía integrar esa propuesta pues “parecía una provocación a intervenir el libro, eso no es algo que solemos pensar. Hay libros de ejercicios, de pintar, de dibujar que están en una categoría y los libros para leer están en otra. Pero la respuesta de la directora editorial, Ana Laura Delgado, fue muy buena.
Muchas veces los papás o los maestros les piden a los niños que no agarren el libro, que no lo doblen, no lo rompan, no lo ensucien. De pronto, son unos objetos medio intocables y considero que esto ocasiona que se sientan como inaccesibles, cuando en realidad lo que queremos es que los lean. Si se rompe, no va a pasar nada. Con esa imagen pretendía proponer que vieran qué pasa si lo rayas o lo intervienes
, afirmó.
Cuestionar y desafiar lo inamovible
Mijangos relató que este proyecto fue pensado para una multiplicidad de lectores, “que sea visto por miradas muy diversas y variadas, de muchas edades, y que ojalá todas puedan encontrar algo con lo que relacionarse. Abordarlo desde este lugar me hizo sentir mucho peso por la complicación que supone imaginar el texto y la imagen simultáneamente. Normalmente lo que hago es recibir un texto y, a partir de eso, imaginar cómo resolverlo con la ilustración.
Para mí, también la imagen de los números es una provocación a los lectores para pensar que todo es más que esa cosa fija que estamos necios en establecer. Se trata de invitar al público sobre las posibilidades del mundo que habitamos y la importancia de cuestionar y de desafiar eso que parece inamovible; así pasa muchas veces con la enseñanza o con la formación cuando estamos pequeños: aprendemos que las cosas son de una manera y que no pueden ser de otra, y eso es absolutamente falso. Hay que aventurarnos a imaginar, a cuestionar y a desafiar; eso es lo que nos permite transformar la realidad cuando hay algo que no nos satisface
, concluyó.
1 libro para contar se encuentra en librerías independientes, en Gandhi. Gonvill, Buscalibre, Amazon, Mercado Libre y en la tienda en línea de Ediciones El Naranjo.