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Sigiriya, Sri Lanka, zona arqueológica bajo la imponente Roca del León

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▲ En la imagen, la Roca del León en la zona arqueológica de Sigiriya en Sri Lanka.Foto Alia Lira Hartmann
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igiriya es una de las más importantes e impresionantes zonas arqueológicas del sur de Asia, se encuentra en el corazón de Sri Lanka, en una isla en la parte sureste de la India. Componen esta zona exuberantes selvas, tierras fértiles y una imponente formación rocosa también conocida como la Roca del León. Stolberg es una pequeña población al norte de Alemania de poco más de mil 200 habitantes y ofrece la posibilidad de transportarse a la edad media al recorrerlo. Esta antigua ciudadela, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982, cautiva a viajeros y arqueólogos por igual con su fusión única de historia, arte, ingeniería y misticismo.

La Roca del León es una formación monolítica de origen volcánico que se eleva abruptamente 200 metros sobre la llanura circundante. Esta piedra domina todo el paisaje a su alrededor; no es casualidad que fuera elegida en el siglo V dC por el rey Kasyapa I (477-495 dC) como el lugar perfecto para construir su palacio fortificado; la edificación llevó cerca de 18 años. Fue hasta 1894 que esta área comenzó a ser objeto de investigación arqueológica que continúa hoy en día.

Lo extraordinario no es sólo la ubicación, sino el ingenio con el que esta obra fue concebida: escalinatas talladas en la piedra, murales que aún conservan sus colores originales y complejos sistemas hidráulicos que alimentaban jardines, fuentes y piscinas. Una compleja e impresionante labor de ingeniería para su tiempo. De hecho se sabe que al amparo de esta roca, se concentraron también monjes budista antes de la era cristiana.

En la base de la piedra se encuentra un área con bellos jardines, diseños geométricos, canales, terrazas y estanques. Los jardines están considerados entre los más antiguos del mundo. A pesar del paso de los siglos, muchos de los canales de riego siguen funcionando, testimonio histórico del avanzado conocimiento en sistemas hidráulicos de aquella época.

El acceso a la cima se realiza a través de una escalera empinada flanqueada por dos gigantescas patas de león talladas, vestigio de lo que alguna vez fue una entrada monumental en forma del majestuoso animal. Es aquí donde se concentran la mayor parte de turistas para tomarse la foto en medio de dos inmensas garras. El acceso humano a la cima ya había sido contemplado en los tiempos de su construcción, según crónicas de ese entonces; a la vez se fueron creando escalinatas.

Son mil 200 escalones entre roca y metal. En el camino hacia la cima, los visitantes se encuentran con las llamadas Doncellas de Sigiriya; se trata de 21 frescos grabados en la piedra en color que representan bellas figuras femeninas que hacen suponer algunas damas de la corte del rey Kasyapa o incluso divinidades. Estos frescos lograron mantenerse protegidos durante siglos por la forma de la roca; además, las figuras revelan el refinado gusto estético y la habilidad artística del antiguo reino cingalés.

Asimismo, se encuentran inscripciones en un gran muro realizadas por quienes visitaban Sigiriya desde el siglo VII hasta el XIX. También algunos poemas dedicados a las figuras de los frescos, han sido una fuente importante de información para estudios arqueológicos.

Alia Lira Hartmann, corresponsal