esde la campaña de Donald Trump rumbo a la Casa Blanca, el combate a la producción y tráfico de drogas, específicamente el fentanilo; la migración y la imposición de aranceles fueron temas constantes. Aunque muchos líderes, políticos y analistas se negaron a mirarlos como una realidad, hoy vemos que no eran simples amenazas.
La preocupación por la adicción al fentanilo no es situación sencilla, es un problema que ha crecido y que implica el análisis desde diferentes ángulos. Incluso la directora de la Facultad de Sicología de la UNAM, María Elena Medina-Mora Icaza, quien además cuenta con un nombramiento como adjunt professor
de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, ha mencionado que el problema de adicción en EU se debió al mal uso del fentanilo como sustancia farmacéutica para el dolor, la cual no generaba dependencia; sin embargo, asegura que las sobredosis han cobrado más vidas que los conflictos bélicos.
Las cifras son contundentes. De acuerdo con el Centro Nacional de Estadísticas de Abuso de Drogas (NCDAS, por sus siglas en inglés) de EU, 53 por ciento de las muertes por sobredosis fueron causadas por fentanilo. Hay que mencionar que las tasas de sobredosis de fentanilo están aumentando 2.5 veces más rápido que las de heroína.
Es así como desde hace décadas, esta droga se ha convertido en una verdadera crisis para los estadunidenses. La NCDAS afirma que las sobredosis de fentanilo aumentaron de 2 mil 600 en 2012 a 31 mil 335 en 2018. Ese año el estado de Delaware informó la detección post mortem de fentanilo en 72 por ciento de todas las sobredosis.
Por otro lado, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (CDC) estima que hubo 80 mil 391 muertes por sobredosis de drogas en EU durante 2024, y unas 110 mil 37 en 2023; de éstas en 2024 hubo 48 mil 422 decesos ligados a sobredosis de opiáceos sintéticos (fentanilo) que, aunque significaron una disminución respecto de las 76 mil 282 estimadas en 2023; aun así son números altos.
Sé que los contextos son diferentes; sobre todo las cifras nunca llegarán a un consenso entre instituciones, pero ¿si comparamos las muertes en Rusia y Ucrania desde hace tres años con las décadas de decesos en EU por sobredosis?
En diciembre de 2024, el presidente ucranio Volodymir Zelensky informó que 43 mil soldados ucranios y 198 mil efectivos rusos habían muerto. De acuerdo con la ONU, hasta febrero de 2025 se ha confirmado la muerte de más de 12 mil 600 civiles y más de 29 mil heridos. Entre las víctimas hay al menos 2 mil 400 niños; sin embargo, la imposibilidad de trabajar dentro de Rusia ha dificultado la capacidad para verificar informes sobre muertes de civiles.
Del otro lado del mundo en cifras oficiales del Ministerio de Salud de Gaza y de las autoridades israelíes, hasta el cierre de junio, cerca de 60 mil personas (58 mil 26 palestinos y mil 706 israelíes) han perdido la vida.
Como lo dije arriba, son escenarios completamente distintos y ninguna muerte es más o menos importante, y aunque para algunos las cifras no justifican procedimientos como declarar terroristas a los cárteles en México o una posible incursión militar en nuestro país, sí se entiende la preocupación y la urgente necesidad de tomar acciones contundentes.
El pasado 16 de julio el Presidente Donald Trump promulgó la Ley para Detener todo el Tráfico Letal de Fentanilo (HALT, por sus siglas en inglés). Con esta declaración, oficial y permanentemente se clasificará a las sustancias asociadas con fentanilo como narcóticos de categoría uno, lo que significa que cualquiera que sea atrapado traficando con estas sustancias tendrá una sentencia mínima de 10 años de cárcel.
Trump señaló que los cárteles tienen un control muy fuerte sobre México. Tenemos que hacer algo al respecto, no podemos permitir que eso suceda. Las autoridades mexicanas están petrificadas: les da pánico presentarse en su oficina. Les da pánico ir a trabajar porque los cárteles tienen un control tremendo sobre México, los políticos y los funcionarios elegidos
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No podemos perder de vista que el pasado 11 de julio, Ovidio Guzmán López admitió ante una corte federal en Chicago haber supervisado la producción y el tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetamina, mariguana y fentanilo hacia EU. ¿Por qué es tan significativa esta confesión?, ¿de qué manera impulsa esto la lucha de EU contra la fabricación y distribución de fentanilo? Y ¿qué podría implicar para México?
Probablemente aquí comienza uno de los capítulos más intrincados no sólo para las células delictivas en nuestro país, sino también para líderes políticos y sociales e incluso integrantes de las instancias de seguridad, defensa, procuración y administración de justicia y el sistema penitenciario por apoyar y proteger a las organizaciones criminales.
El tema es amplio y muy importante para la relación entre nuestro país con EU. Tampoco se puede perder de vista el crucial papel que desempeñan algunas organizaciones criminales de China en esta terrible crisis y la manera en que han abarcado áreas delincuenciales, como el contrabando, principalmente de precursores químicos hasta mercancía diversa, los juegos de apuestas, la prostitución, el tráfico de personas y los préstamos de dinero, entre otros; situación que merece un tratamiento particular.
* Consultor en temas de seguridad, inteligencia, educación, religión, justicia y política