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Trump apuesta a la división: activistas

Decenas de miles repudian en todo EU atropellos a derechos humanos

ONG capacitarán a un millón de personas para luchar contra el autoritarismo

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▲ Habitantes de Nueva York se unieron ayer a la jornada de protestas en Estados Unidos contra el autoritarismo y las violaciones a las garantías individuales.Foto La Jornada
Corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 18 de julio de 2025, p. 20

Washington y Nueva York., Decenas de miles de personas en más de mil 600 actos por todo el país protestaron ayer por los ataques contra derechos civiles y humanos, incluidos los de migrantes.

Trump está intentando dividirnos, pero conocemos el poder de la unidad, expresaron los organizadores de esta ola de protestas, quienes eligieron esta fecha en honor al líder de los derechos civiles y diputado federal John Lewis en el quinto aniversario de su muerte, con su famoso lema del movimiento no violento: Arma un buen lío (make good trouble) frente a la injusticia.

En Washington, las acciones se iniciaron en la mañana, cuando trabajadores gubernamentales y otros salieron de estaciones del Metro en el centro de la capital con mensajes contra las redadas de inmigrantes, recortes a programas de salud y el creciente autoritarismo del gobierno de Donald Trump. Una agrupación de manifestantes marchó con paraguas estampados con mensajes de Reyes no y No jodan a los pobres para recompensar a los ricos.

Creo que aun hay resistencia en este país, explicó Mary Wertsch, quien llevó seis paraguas decorados para compartir en la protesta. La democracia significa mucho para mí y no voy a dejar que se destruya silenciosamente.

Wertsch, militar veterana que se mudó a la capital desde San Luis Misuri hace un año, dijo que su impresión es que las protestas se están multiplicando por el país y que cada vez hay más voluntarios organizando toda una variedad de acciones. Aunque no llovió, como se había pronosticado, los manifestantes desfilaron con sus paraguas y su torrente de mensajes.

Por la estación de ferrocarriles Union Station, por donde llegan todos los días los trabajadores en la legislatura, otro grupo de manifestantes escuchaba discursos y un comediante provocó risas frente a pancartas y mantas que decían: Trump no es rey y Protege la salud de los veteranos. Más tarde, miles de manifestantes marcharon por las calles a unas tres cuadras de la Casa Blanca, a lo largo de un trecho de una avenida que fue renombrada Black Lives Matter (las vidas negras importan), nombre que fue borrado por presión de la presidencia.

En la ciudad de Nueva York, unas 10 mil personas marcharon por el viejo centro de la ciudad en la punta sur de Manhattan y alrededor del Edificio Federal, donde están, entre otras, las oficinas del Servicio de Control de Migración y Aduanas (ICE), los tribunales de migración y un pequeño centro de detención, coreando: ¡No al odio, no al miedo! ¡Los inmigrantes son bienvenidos aquí! y ¡Fuera ICE de Nueva York!

A un lado del enorme edificio de oficinas federales, miles se sentaron en la calle para guardar un minuto de silencio por las víctimas de las políticas migratorias de Trump, y dejaron monumentos de pancartas y flores. Un conjunto de tambores marcó el paso de la vanguardia de la marcha, formada por un gran mosaico de pancartas y mantas en defensa de la democracia y los derechos y libertades civiles, así como condenando lo que muchos califican de políticas fascistas.

Entonaron, entre otras, una de las canciones icónicas del movimiento de derechos civiles, Ella’s song (nosotros, que creemos en la libertad, no podemos descansar), junto con algunas aún más viejas (de pronto se escuchaba la voz de Woody Guthrie).

Estas consignas, mantas, mensajes, cantos y llamados se repitieron a lo largo y ancho del país, con manifestaciones grandes en Chicago, Atlanta, San Luis, Annapolis, Oakland, Los Ángeles y cientos de ciudades y pueblos más en cada uno de los 50 estados.

Organizadores como Indivisible, agrupación nacional que ha desempeñado un papel clave en las manifestaciones, indicaron que las acciones de este jueves fueron parte de una larga serie de movilizaciones contra el gobierno de Trump y sus políticas. Comenzaron en enero y continuaron con la serie de protestas Manos fuera, en abril, protestas el primero de mayo, la No a reyes, en junio (el movimiento social de protesta más grande en la historia moderna del país), y ahora las de Arma un buen lío.

A lo largo del país, las fuerzas del autoritarismo son más temerarias y más peligrosas. Trump y sus aliados no están ocultando su agenda: deportaciones masivas, revertir derechos civiles, politizar los tribunales y cometer ataques totales a nuestra democracia, afirmó Indivisible esta semana. No tenemos que esperar hasta que sea demasiado tarde. Podemos frenar esto, pero eso requiere de todos, no sólo días de acciones masivas, sino mediante la organización constante en nuestras comunidades. Dicen que su meta es capacitar este año a un millón de personas para la lucha contra el autoritarismo, como parte de un movimiento para defender la democracia en Estados Unidos.

Estas olas de acciones de resistencia son organizadas de manera descentralizada por toda una gama de organizaciones sociales, incluidos sindicatos, agrupaciones políticas independientes, defensores de derechos de las mujeres, minorías sexuales, inmigrantes, indígenas, estudiantes y religiosos de todos los credos.