Afirma el escritor desterrado que ambos presidentes se quedan en el poder burlando a las instituciones democráticas
Viernes 23 de mayo de 2025, p. 23
Guatemala. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, suprime libertades para quedarse en el poder siguiendo el mismo camino
que Daniel Ortega en Nicaragua, advirtió el escritor nicaragüense Sergio Ramírez en una entrevista con la agencia de noticias francesa Afp.
Vicepresidente de Ortega de 1985 a 1990, Ramírez fue desterrado a España y despojado de la nacionalidad por apoyar las protestas opositoras de 2018, las cuales dejaron más de 300 muertos, según la Organización de Naciones Unidas.
El novelista de 82 años, Premio Cervantes 2017, se encuentra en Guatemala para presidir el festival literario Centroamérica Cuenta.
Bukele goza de gran popularidad en su país por su guerra
contra las pandillas, pero ha dado pasos para gobernar sin contrapeso, según sus críticos, entre ellos remover a jueces de la Suprema Corte y sustituirlos por magistrados afines, quienes dieron luz verde a su relección en 2024, lo cual estaba prohibido en la Constitución.
Bukele, en el poder desde 2019, se define como “el dictador más cool del mundo” y fue relegido en febrero pasado.
–¿Cuál es su lectura de la situación de El Salvador?
–Me parece que alguien que decide quedarse en el poder a toda costa está dispuesto, perdiendo todos los escrúpulos, a violar todas las reglas de la democracia.
“Pasar por encima de las instituciones... (es) pasar por encima de las convenciones democráticas aceptadas por el mundo. Y por ese camino se comienza reprimiendo a las pandillas y se termina reprimiendo a las voces disidentes. Y luego la represión contra los organismos no gubernamentales, a los cuales culpa de subversión o lo que sea. Ese es el mismo camino de Ortega.
“Es decir, ir suprimiendo libertades para quedarse, sometiendo al ejército, a la policía, a las demás instituciones del Estado. Yo creo que ese camino va claramente marcado en El Salvador.
Podemos hablar de distintos signos ideológicos (entre Bukele y Ortega). A mí me parece que cuando se trata de dictaduras o de ensayos de dictaduras, los signos ideológicos quedan atrás. Lo que se impone por arriba es la represión, la supresión de libertades, el desprecio de la democracia.
Su turismo carcelario
–Otros presidentes quieren replicar la receta de seguridad de Bukele.
–Existe esa ilusión de que la mano dura contra la delincuencia es lo que trae la paz y la seguridad en un país. La paz y la seguridad no las trae la represión, las traen las condiciones de vida, las oportunidades de trabajo.
–¿Qué opina de que Bukele tenga en prisión a migrantes venezolanos deportados por Estados Unidos?
–Me parece grotesco. He escuchado la declaración de un funcionario salvadoreño diciendo que así como hay turismo médico, también hay turismo carcelario, y nos devuelve a esa mala fama que tuvimos los países centroamericanos de repúblicas bananeras.
“Ahora no somos república bananera, vamos a ser república carcelaria. Eso me parece muy doloroso para nuestros países.
–¿Sigue pensando que llegará el cambio en Nicaragua?
–No sé cómo se va a dar ese cambio, pero tendrá que haberlo. Yo creo que el destino de los países centroamericanos es la democracia. No puede haber desarrollo económico real, o mecanismos de integración sin democracia.
Para mí sería imposible vivir en ese país
“Nicaragua es un país que ahora una de sus armas políticas es el aislacionismo, salirse de los organismos internacionales, de los de Naciones Unidas y de la OEA. Entonces, el aislacionismo no puede llevar a ninguna forma de convivencia ni interna ni externa ni con los demás países centroamericanos, ni con los demás países del resto de América Latina.
–¿Y que sucederá con su exilio?
–Bueno, el exilio es un mal que uno no busca y tiene que adaptarse a vivirlo, ¿no? Si mi escogencia fuera regresar a Nicaragua, yo hubiera regresado antes, (pero) esto no es posible. Y además, la Nicaragua a la que yo quisiera regresar en este momento no existe. Ese país que está ahí, no es el mío.
Ese país sometido donde todos los periodistas están fuera, donde hay más de 400 periodistas exiliados, donde se persigue, se encarcela, que se vive sometido al miedo, en ese país para mí sería imposible vivir.
Ramírez es un héroe de la revolución sandinista de la década de 1970 que llevó a Ortega al poder.