Sheinbaum manda mensaje a Monreal // Defiende a Ariadna Montiel // No a clientelismo de diputados // ¿Programas sociales, sin gestores
?

a presidenta Sheinbaum ha debido salir nuevamente a defender a alguien de su gabinete. El pasado martes lo hizo con el indefendible Mario Delgado, al intentar zafarlo del escándalo de los arreglos del titular de la Secretaría de Educación Pública con los productores de comida chatarra para que participen activamente en el diseño e implementación
del programa gubernamental contra esa misma comida chatarra. Los lobos chatarreros convocados a diseñar y poner en marcha la canasta de consumo de la Caperucita de la salud.
Ayer fue Ariadna Montiel, la ratificada secretaria de Bienestar, quien recibió públicos elogios y blindaje, al menos provisional, ante el extraño ataque proveniente de San Lázaro, donde decenas de diputados federales morenistas criticaron duramente a la responsable nacional de los programas sociales por una supuesta actitud despótica hacia los legisladores.
El coordinador de la bancada guinda, Ricardo Monreal, sumamente especializado en el movimiento de aguas que luego se ofrece a apaciguar, se mostró deseoso de no escalar el conflicto y tratarlo directamente con la secretaria Montiel y no con la Presidenta de la República, aunque la demanda central, la destitución de dicha secretaria, sólo podría dictarla la titular del Poder Ejecutivo.
Y, aun cuando no compartió los señalamientos de corrupción en la Secretaría de Bienestar ni la exigencia de cambio en la titularidad, el zacatecano dejó asentado que es un sentimiento de cualquier ser humano sentirse ninguneado, menospreciado y hasta humillado, también por compañeros
.
Pero la presidenta Sheinbaum abordó el tema abiertamente en su conferencia matutina de prensa. De entrada, caracterizó a Montiel como una excelente funcionaria, una mujer extraordinaria
, un ejemplo
de lo que es gobernar con humildad. Recordó momentos de lucha política compartidos en marchas obradoristas.
Lo más interesante de la reacción presidencial reside en la descalificación de prácticas clientelares a partir de recursos públicos que han acostumbrado durante largo tiempo los legisladores federales, sobre todo los pertenecientes al partido en turno en el poder.
Ahora, aseguró la Presidenta, lo que no hacemos nosotros es la gestión personal de diputados y diputadas, eso se terminó
. Nada, pues, de que las y los diputados tienen sus gestiones personales para poderse promover, pues eso no. La promoción en nuestro movimiento también es casa por casa, difundiendo, promoviendo, pero no teniendo el control de un programa social: eso ya no existe
. Y remachó: lo que sí no va a haber, porque no está bien, que un diputado de un partido o en particular del partido del que provenimos quiera usufructuar un programa social. ¡Eso no, eso no! No es un asunto personal, son derechos del pueblo de México (...) que nadie se esté agenciando de manera personal los programas
.
En el fondo, la Presidenta, por medio de su estratégica secretaria de Bienestar, está erosionando una de las formas de control político del coordinador de la fracción morenista, que es la dominante en San Lázaro, pues los diputados usan su influencia y relaciones, potenciadas por su jefe político directo, en este caso Ricardo Monreal, para beneficiar a sus bases de apoyo, en el mejor de los casos, o para maniobras de escamoteo y corrupción.
La presidenta Sheinbaum salió a mitad del foro a defender a su secretaria de Bienestar, pero también a fijar límites a la actividad grupal del coordinador Monreal, que durante largos años fue su abierto opositor interno y ahora forma parte de la herencia corcholata que en el Senado mantiene en el liderazgo a otro personaje tolerado pero no aceptado en Palacio Nacional, Adán Augusto López Hernández.
Y, mientras se han producido narcobloqueos carreteros, con vehículos incendiados y ataques a establecimientos en Michoacán, Guanajuato y Jalisco, en aparente reacción del cártel con denominación del último estado ante operativos federales en contra de jefes criminales, ¡hasta mañana!
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