El fenómeno ocurrido el 7 de abril pasado ayudó a los científicos a medir, desde 18 observatorios, las temperaturas y composición atmosférica del gigante de hielo

Jueves 24 de abril de 2025, p. 6
Madrid. El paso de Urano durante una hora el pasado 7 de abril frente a una estrella que se encuentra a 400 años luz de la Tierra ha permitido comprender mejor la atmósfera y los anillos de ese planeta.
Observar la alineación permite a los científicos de la NASA medir las temperaturas y la composición de la estratosfera de Urano (la capa media de la atmósfera de un planeta) y determinar cómo ha cambiado en los pasados 30 años desde su anterior ocultación estelar significativa.
A medida que Urano comenzó a ocultar la estrella, la atmósfera del planeta refractó la luz estelar, lo que provocó que ésta pareciera atenuarse gradualmente antes de quedar completamente bloqueada. Al final de la ocultación, sucedió lo contrario, creando lo que llamamos una curva de luz. Al estudiar el fenómeno con numerosos teles-copios de gran tamaño, podemos medir la curva de luz y determinar las propiedades atmosféricas en diversas capas de altitud
, declaró en un comunicado William Saunders, científico planetario del Centro de Investigación Langley de la NASA y líder del estudio.
Estos datos consisten principalmente en la temperatura, la densidad y la presión de la estratosfera. El análisis de los datos ayudará a los investigadores a comprender cómo funciona la atmósfera media de Urano y podría facilitar futuras exploraciones a ese planeta.
Para analizar este inusual evento, que duró aproximadamente una hora y sólo fue visible desde el oeste de Norteamérica, científicos planetarios de la NASA lideraron un equipo internacional de más de 30 astrónomos que utilizaron 18 observatorios.
Conocer la ubicación y la órbita de Urano no es sencillo. En 1986, la sonda espacial Voyager 2 de la NASA se convirtió en la primera y única nave espacial en sobrevolar el planeta, 10 años antes de que ocurriera la anterior ocultación estelar brillante, en 1996.
Además, la posición exacta de Urano en el espacio sólo tiene una precisión de aproximadamente 160 kilómetros, lo que hace que el análisis de estos nuevos datos atmosféricos sea crucial para la futura exploración de la NASA del gigante helado.
El 12 de noviembre de 2024, investigadores y colaboradores de Langley de la NASA realizaron una prueba de vuelo y preparación para la ocultación de abril. Langley coordinó dos telescopios en Japón y uno en Tailandia para investigar una ocultación estelar de Urano más tenue, visible sólo desde Asia. Como resultado, los científicos aprendieron a calibrar sus instrumentos y probaron su teoría de que con la co-laboración de observatorios podríancapturar el gran evento en abril.
Investigadores del Observatorio de París y del Instituto de Ciencias Espaciales, en contacto con la NASA, también participaron en los estudios de la ocultación de noviembre de 2024 desde dos telescopios en la India. Estas investigaciones de Urano y sus anillos permitieron mejorar las predicciones sobre el fenómeno del 7 de abril con precisión de segundos y también mejoraron el modelado para actualizar la ubicación estimada del planeta en 200 kilómetros.
Con una superficie de 13 mil millones de kilómetros, el llamado gigante de hielo se encuentra a casi 3 mil 200 millones de kilómetros de la Tierra y tiene una atmósfera compuesta principalmente de hidrógeno y helio. No tiene una superficie sólida, sino una superficie blanda de agua, amoníaco y metano. Su interior contiene una gran cantidad de estos fluidos arremolinados con puntos de congelación relativamente bajos.