comunista sentimental
Martes 22 de abril de 2025, p. 5
Entre los aspectos poco conocidos o incluso desconocidos de Julio Jaramillo (1935-1978), uno de los grandes iconos de la música latinoamericana, destaca el de su filiación política.
Recordado y hasta la fecha idolatrado por su potente voz y su estilo inconfundible, así como por su vida bohemia, el cantautor ecuatoriano fue un comunista sentimental
, según su coterráneo y colega Galo Mora Witt.
“Esta faceta de Julio Jaramillo como cotizante y por obviedad simpatizante del Partido Comunista fue uno de los secretos mejor guardados y jamás desempolvados, porque el cantor con mayor convocatoria en la historia del país no podía ser enlodado por esa filiación romántica a la organización marxista (el Partido Comunista del Ecuador).”
El escritor, compositor, antropólogo y político de origen ecuatoriano –ministro de Cultura en el gobierno de Rafael Correa y embajador ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura– ahonda en ése y otros elementos biográficos del llamado Ruiseñor de América en Cuando llora mi guitarra.
Más que un ensayo biográfico, este libro es definido por su autor como memorialista
, al tener pasajes de ensayo, recuerdo, memorial, propuesta estética y una narrativa que conlleva elementos poéticos.
Publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), en su colección Vientos del Pueblo, en esta obra Galo Mora hace mancuerna con el ilustrador Pepeto para rendir homenaje a ese inolvidable intérprete y su hermano mayor, el también músico Pepe Jaramillo, de quien fue amigo hasta la muerte de éste, en 2006.
Es un tributo, también, a la canción rocolera (de rocola), que fue tan desprestigiada y despreciada por las élites, como fue el propio Julio. Aunque la élite no sabía que era comunista, o un cotizante o un comunista sentimental, gustaba acusarlo de hacer música de la gente marginal, del borracho de cantina
, refiere en entrevista.
Quienes lo despreciaban no se daban cuenta de que ninguno de ellos podía tener el fervor y el amor de un pueblo, al punto de que 300 mil personas salieron a la calle a despedir al cantante cuando murió
, el 9 de febrero de 1978, en Guayaquil.
Avecindado por causas políticas en México desde hace seis años, incluso naturalizado mexicano, el músico y escritor considera que la mayor fuerza ética
de aquel singular personaje fue nunca olvidar a su clase de origen.
Hay un universo complejo en Julio. No es cualquier cantor; es un artista que representa una multiplicidad de cosas: ser nieto de un inmigrante (jamaiquino), ser trabajador, haber estado en una revuelta popular a los nueve años, haber grabado tan joven una canción para un político en el que confió y que lo traicionó
, añade.
Nunca renegó de su origen popular, nunca se convirtió en un desplazado. Por eso amaba a la gente y lo popular. Antes del éxito, fue zapatero; debe recordarse que, en América Latina, tipógrafos, zapateros, artesanos fueron los que introdujeron las tesis anarquistas en todo el continente, a través de la influencia de similares de ellos que llegaban de Europa, de exiliados, inmigrantes.
Detrás del estilo de vida bohemio y desprendido del cantautor ecuatoriano, quien gustaba mucho de beber y de las mujeres –se dice que procreó unos 40 hijos, 29 de ellos reconocidos–, Galo Mora encuentra una postura contestaria contra el sistema.
Para ello se vale de la interpretación que el escritor y periodista peruano José Carlos Mariátegui hace de la naturaleza del bohemio enfrentando al burgués en un libro sobre Chaplin.
Cuando Julio llevaba el dinero en el bolsillo y expresaba su rechazo a la banca y al capital bancario y financiero, me parece que hay una manera de vivir también en esa bohemia que Mariátegui señala. Es decir, el del que no confía en ese tipo de instituciones, el que puede, sin maleta, tomar mañana el camino e irse
, puntualiza.
Cuando llora mi guitarra será presentado el 26 de abril a las 16 horas en el Centro Cultural Quimera (Prolongación Hidalgo s/n, colonia Barrio del Espíritu Santo, Metepec, estado de México).