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Disquero
Sting, la estrategia del optimista
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▲ El compositor británico Sting (centro) y el guitarrista argentino Dominic Miller en el Farmasi Arena en Río de Janeiro el 14 de febrero pasado.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de marzo de 2025, p. a12

El disco más reciente de Sting data de septiembre pasado y el próximo saldrá el 12 de abril. El primero es una versión expandida de otro disco que publicó en septiembre, pero de 1999, y se titula Brand New Day; incluye Desert Rose, pieza de particular belleza que forma parte del disco que saldrá en abril: Sting 3.0 Live, producto de la gira que mantiene a la fecha y que tuvo su primera sesión mexicana anoche en el Auditorio Nacional.

Brand New Day Expanded Edition es un disco digital, dura 2 horas 57 minutos y engarza 33 piezas de vario linaje, todas nacidas del original de 1999, cuando conjuntó una constelación abrumadora de personalidades de la música de distintos puntos del orbe.

Muestra este álbum la esencia de lo que es Sting: un contador de historias, un amante de las canciones de amor, un romántico irredento. Un músico de primer nivel.

De entre los elementos que delinean la personalidad sonora de Sting está su naturaleza jazzística, untada al mero origen de su carrera musical, cuando en 1976 conoció a Stewart Copeland y ellos dos con el guitarrista corso Henri Padovani comenzaron a hacer lo que la historia conocería como la música de The Police.

El disco que hoy nos ocupa, Brand New Day Expanded Edition es una bonita aventura por los rumbos laberínticos que ha caminado Sting a lo largo de su larga carrera.

Es menester mencionar un antecedente que en mucho explica la esencia de este disco y se trata del primer álbum como solista de Sting y es uno de mis preferidos: The Dream of the Blue Turtles, de 1985 y que el gran maestro de la reseña de discos Jon Pareles recibió con altos honores y con su peculiar sentido del humor, por ejemplo al nombrar en alemán a Sting: Der Stingle, El Aguijón.

En ese disco donde sueñan las tortugas azules, Sting reunió a un trabuco de ensueño: Darryl Jones, bajista de Miles Davis (presencia perenne como eco e influencia, la de Miles, en la música de Sting); Omar Hakim, baterista de Weather Report; al saxofonista Brandford Marsalis, y al tecladista Kenny Kirkland.

No es casual que en el primer disco solista de Sting aparezca el jazz y en especial la esencia cool de Miles Davis, que impregna los mejores momentos del disco que hoy nos ocupa, Brand New Day Expanded Edition, donde también conjunta un cúmulo de personalidades.

Publicado originalmente en septiembre de 1999, Brand New Day es un conjunto de doce piezas donde la segunda de ellas, Desert Rose, arrasó con el resto y prácticamente las borró del mapa.

Y es que Desert Rose es una pieza de gran belleza, escrita por Sting al alimón con el algeriano Cheb Rabah y estelarizada por el gran maestro de canto raï, Cheb Mami, mientras Sting entona el poema que preparó para esa obra, cuyos versos son de este talante:

I dream of rain
I dream of gardens in the desert sand

Esa obra causa desde entonces fascinación. En mi caso, imaginaba una rosa prendida en el desierto hasta que un buen día conocí a la verdadera Desert Rose, que es una planta hermosísima que adorna desde entonces mi jardín.

En el nuevo disco de Sting podemos disfrutar de siete versiones diferentes de Desert Rose (filter dub, remix, radio exit, melodic club, live) mientras nuestra mente vuela, viaja. Sueña con lluvia y con jardines en la arena del desierto.

Para el álbum El sueño de las tortugas azules, Sting convocó a grandes leyendas de la música: Stevie Wonder, Brandford Marsalis, el baterista Vinnie Colaiuta, el percusionista supremo Manu Katché, el trompetista Chris Botti, el cantante James Taylor y el ya mencionado Cheb Mami.

Hay episodios impensables para quienes están acostumbrados a iluminar solamente una parte de la trayectoria de Sting, por ejemplo la bella pieza de Michel Legrand titulada Windmills of Your Mind, más cercana al ámbito del amor romántico y del crooner, o bien el bonito bossa nova Big Lie Small World, que se transfigura en exquisito cool jazz, con todo y el sonido a la manera de como hacía sonar su trompeta Miles Davis.

Otro elemento distintivo en este disco es el perfume de Oriente, la música árabe que suena desde el inicio del disco, en la pieza A Thousand Years, en eco de Desert Rose y en eco de Inshallah, hermosa cantinela de Medio Oriente crepuscular.

Sting resume el disco de la siguiente manera:

“Toco la parte del bajo con mi Fender P-bass y luego tomo una guitarra sintetizador Roland y después una guitarra clásica. Dominic Miller hace sonar los colores, que es lo suyo. No hay piano en este disco. Lo que pasa es me enamoré de esta guitarra sintetizador, me dio muchas oportunidades de divertirme. Hay dos bateristas, Vinnie Colaiuta y Manu Katche; tres percusionistas, Dominic, yo mismo, tres o cuatro tecladistas y una orquesta. James Taylor canta una canción llamada Fill Her Up, Stevie Wonder toca en Brand New Day, Branford Marsalis toca sax en Tomorrow We’ll See y Cheb Mami canta en Desert Rose”.

Especifica: “escribí Brand New Day en un sistema de guitarra-sintetizador Roland VG-8. Fue un detonador en mis brazos para ser creativo en guitarra. Compuse la mayor parte de las canciones improvisando con una máquina de percusiones y soltando riffs y ese sonido está a lo largo de todo el álbum”.

Este disco nació en la Toscana, en Italia, durante un verano: “Mi idea no era hacer un álbum, sino simplemente reunirme con amigos músicos para pasarla bien, básicamente improvisaciones que juntábamos a la mañana siguiente para adaptarlas y darles forma. Así lo hicimos durante un par de meses hasta que comenzamos a darle forma a algunas piezas pero sin letra.

“Terminé con una hora de música sin tener idea de qué contenidos tendría en palabras. Hice la secuencia de esa hora de música sin la mínima idea de letra alguna. No es la manera normal en la que suelo trabajar, porque siempre escribo las letras antes o después, pero en sincronía con la elaboración de la música. En esta ocasión fue diferente. De manera que cargué en mi mente con una hora de música mientras caminaba en los bosques de la Toscana, mientras trataba de hacer surgir personajes o historias para esa música, como me imagino trabajan los escultores que encuentran una gran roca y ven un pedazo de nariz por aquí, un brazo por allá, una pierna acullá hasta que terminan componiendo un cuerpo.

“Así, algunos días emergía algo de entre la neblina de la mente, y otros días aparecían personajes. Esa música en mi mente me fue contando historias, pero aún no tenía yo una intención temática para interconectar las piezas, porque la música era muy disparatada, pero finalmente logré 12 canciones que son en realidad historias de amor en el sentido tradicional, pero con el término amante siempre como una metáfora de largo alcance, algo más profundo filosóficamente, un pensamiento religioso como una mirada del mundo. Así fue como interconecté esas doce piezas. Es un disco muy romántico”.

También, compendió el sentido del milenio de una manera optimista: Mi estrategia de vida es ser optimista. Necesitamos mirar positivamente nuestro entorno y alejarnos de ideas fatalistas. Mi trabajo se resume en ser optimista.

Para este disco, agrega, “no era mi intención escribir solamente canciones de amor, aunque casi todas las canciones tienen el tema de vidas rotas que pueden enmendarse con amor. Mi reto consistió en escribir canciones de amor feliz sin caer en la banalidad. Por ejemplo, Brand New Day, la última canción, comienza con cierta mirada de resentimiento para luego moverse hacia la aceptación, para profundizar en el amor. Esa es básicamente mi idea de que enamorarse es un acto de optimismo y el álbum tiene ese tono, es un disco muy optimista”.

Este disco, subraya Sting, fue grabado en un ambiente rodeado de hermosos paisajes. “Me esforcé por no estar haciendo un disco, sino sentirme a gusto con mis amigos músicos, a quienes llamé por teléfono para decirles: vengan para acá unas semanas. Aquí el sol brilla, hay buen vino. Así que no estaba yo pensando en hacer un disco para satisfacer a la industria de la música. En realidad, este álbum está hecho de música que limpia las ventanas. Quienes lo escuchen estarán haciendo una labor parecida a pulir ventanas, empezarán a musitar alguna de las melodías y de pronto exclamarán: ‘¡Oh, es un disco de Sting!’

Helo aquí, un disco de casi tres horas de música de Sting. Que lo disfruten.

X: @PabloEspinosaB

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