La Camerata Oaxaca busca profesionalizar la música tradicional, impulsar el dominio de instrumentos entre el público juvenil y promover presentaciones interdisciplinarias, con variedad de expresiones artísticas, dijo Eric Iván García Pedro, concertino de la agrupación.

En entrevista con La Jornada, en el contexto del sexto aniversario del ensamble y el lanzamiento de su nuevo disco, explicó que su pilar son los ritmos regionales presentes en el ADN de sus integrantes: “desde que estábamos en brazos de mamá y papá escuchamos estos ritmos y no dejamos de hacerlo. Estamos rodeados de ellos, en el zócalo, en el andador, en las fiestas patronales y en los cumpleaños familiares.

Una vez que nos profesionalizamos, ese arraigo tan profundo que traemos, lo proyectamos. Oaxaca es un lugar donde la música marca el carácter de la población.

La Camerata hizo su primera presentación pública en 2018, en un principio con 12 intérpretes y ahora son 14, todos originarios de comunidades de Oaxaca que estudiaron en escuelas de la Ciudad de México y Veracruz.

Somos amigos, nos conocimos de niños o adolescentes, algunos coincidimos en las escuelas de instrucción musical. Luego, nos rencontramos al regresar a la entidad, por diferentes circunstancias familiares o económicas.

En lo que va de su carrera, el ensamble ha acompañado a más de 50 reconocidos artistas, entre bailarines, solistas nacionales e internacionales, como la violinista polaca Erika Dobosiewicz, el mexicano Adrián Justus, el pianista austriaco Christian Wachter y el director de orquesta Jorge Vázquez.

García Pedro contó que el intérprete de piano Óscar Martínez García es el arreglista oficial de la agrupación. Hasta ahora, ha hecho adecuaciones a canciones de tres de las ocho regiones culturales que integran la entidad: la Mixteca, el Istmo y los Valles Centrales.

El proyecto es hacer arreglos para cada región, con sus respectivos videos, que reflejen la comunidad, a través de sus escenarios naturales, arquitectura, comida, vestimenta. Se trata de un trabajo con mucho respeto, tratando de ser fieles a la expresión original.

Reconoció que impulsar un ensamble en el interior del país, en comparación con las ciudades grandes, tiene sus desafíos, “aunque se dice que Oaxaca es el lugar de los artistas, es una tristeza ver que no somos tomados en cuenta a 100 por ciento. Músicos, bailarines, actores y artistas plásticos nos enfrentamos a una realidad muy desafiante.

Tenemos que buscar acuerdos con privados y alianzas en el extranjero, con personas que aprecien y valoren el trabajo que hacemos.

A pesar de los obstáculos, durante estos seis años, la Camerata ha cosechado los frutos de su constancia. Uno de ellos, la presentación del disco El Alevín, que grabaron junto al guitarrista César Lara, y que fue presentado hace unas semanas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Destacó la favorable recepción a los conciertos que ofrecen en el Centro Cultural San Pablo, de la fundación Alfredo Harp Helú.

Tratamos de ser una orquesta con recitales que el público disfrute, donde se involucren diversas expresiones artísticas: actores, bailarines, artistas. Siempre tenemos una actuación diferente.

Sobre la misión educativa de la agrupación, destacó la promoción, desde hace cuatro años, de un concurso para niños solistas, de 6 a 15 años, que se realiza cada 30 de abril. Los cinco ganadores se presentan en dos conciertos acompañados por el ensamble y reciben un premio en efectivo. Este evento es nuestra bandera de apoyo a los nuevos talentos. En la pasada edición conseguimos una donación para un niño que tocaba el violonchelo, pero no contaba con instrumento propio; se consiguió que tuviera uno en casa.

De cara al futuro, García Pedro planteó reactivar la escuela de cuerdas y realizar talleres y conciertos didácticos en las comunidades indígenas.

La Camerata Oaxaca es una de estas orquestas que parece estar escondida, pero es un tremendo monstruo por la calidad del trabajo y su disciplina.